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RESPONSABLE EN LA COMUNITAT VALENCIANA DE GVC GAESCO

Pascual Santosjuanes: «Lo de los ‘tiburones financieros’ no es más que una leyenda»

Pese a su juventud, es el responsable en la Comunitat de la primera sociedad de valores independiente con 50.000 millones en intermediación.

| 09/01/2017 | 4 min, 27 seg

 VALENCIA.- Pascual Santosjuanes Sáez (Xirivella, 1977) es el ejemplo de que con trabajo, humildad, constancia y continua formación se puede ir subiendo peldaños en el tremendamente competitivo mundo financiero. No ha cumplido los 40 años y ya es el responsable territorial en la Comunitat Valenciana de una de las pocas firmas de intermediación bursátil independiente como es GVC Gaesco donde lleva más de una década y donde los socios mantienen una apuesta clara por permanecer en el capital y seguir creciendo. De hecho esta primavera pasada GVC Gaesco Valores, la línea de negocio más potente del grupo, adquirió Beka Finance convirtiéndose así en la primera sociedad de valores independiente con cerca de 50.000 millones de euros bajo intermediación.

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«Tenemos una vocación por preservar el capital de los clientes y aspiramos a convertirnos en una boutique financiera para diseñar trajes a medida de las necesidades de ellos. Hay que conocer bien a los clientes y no dejarlos en manos de robots», afirma este licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia, con el Máster Bursátil y Financiero de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF), a quien desde siempre le ha atraído la bolsa y que «ya con 18 años tenía una pequeña cuenta de valores».

 

Gracias al esfuerzo y ánimo de sus padres a la hora de estudiar y a la confianza depositada por la gerencia de GVC Gaesco, ha logrado liderar la dirección territorial de esta sociedad de valores, que se ha erigido como una de las grandes animadoras de la intermediación bursátil en España.

Otra de las cosas que le atrae es compartir sus experiencias y así se ha convertido en un habitual conferenciante entre los jóvenes universitarios valencianos, a los que no se cansa de advertir que trabajar en bolsa no es como lo pinta la industria cinematográfica. A su juicio películas como Wall Street (Oliver Stone, 1987) o El Lobo de Wall Street (Martin Scorsese, 2013) «son sólo eso, películas que pretenden reflejar algo atractivo para que la gente se deje seducir y vaya a verlas, pero que no tienen nada que ver con la realidad de los mercados financieros. Yo suelo empezar mis charlas diciendo que ni estoy forrado ni tengo un Ferrari y no he pegado ningún pelotazo».

De ahí que tenga claro que «la mayoría que trabaja en este mundo son gente honesta que intenta hacerlo lo mejor posible, pero como en todos los sectores hay quien no tiene escrúpulos». Pero para este joven financiero, que compagina la dirección territorial con la gestión discrecional de carteras, sólo hay un secreto: «trabajo, trabajo y trabajo... porque en el fondo éste es un trabajo normal donde por cierto nunca he visto ni he conocido a un tiburón financiero. Creo que son una leyenda».

«La crisis económica ha venido bien para que la gente espabile y se dé cuenta de que nadie da duros a cuatro pesetas» 

Mientras no pierde de vista los gráficos en las pantallas de su mesa de trabajo, durante la entrevista reconoce abiertamente que su trabajo le apasiona porque «es el mejor del mundo, que te tiene que gustar mucho». Para todos aquellos que quieran dedicarse a esto recomienda una «formación continua porque esto es una carrera de fondo y sólo en los diccionarios el éxito viene antes que el trabajo». Una carrera de fondo porque «los resultados se obtienen más a medio y largo plazo que a corto».

Obviamente, todo ello no se consigue sin conocimientos, y por eso es partidario de que en todos los colegios se imparta una asignatura de finanzas «aunque fuera optativa, porque es absolutamente necesario para un futuro. No se trata de ser un especialista pero sí de tener conocimientos como, por ejemplo, tener claro cuando se va a pedir una hipoteca». Santosjuanes, que acaba de venir de la prestigiosa London School of Economics —una de las más relevantes del mundo— donde ha seguido adquiriendo conocimientos realizando un máster sobre opciones y futuros, afirma abiertamente que «la crisis económica ha venido bien para que la gente espabile y sepa que nadie da duros a cuatro pesetas».

Una circunstancia que ha permitido un mayor aumento de la cultura financiera de los ciudadanos «porque ahora la gente se documenta y se lee bien todo lo que va a firmar antes de contratar un producto financiero, cosa que antes no hacía».

Precisamente la crisis también le ha dejado una nueva visión de la City valenciana: la reconversión del sistema financiero local. «El nivel de los profesionales locales es bueno y lo percibo directamente en el Foro del Asesoramiento Patrimonial organizado por la FEBF donde la gente habla siempre con mucho criterio», concluye.

(Este artículo se publicó originalmente en el número de septiembre de la revista Plaza)

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