CASTELLÓ. Los temores del sector citrícola valenciano respecto del tratamiento en frío de la naranja sudafricana se confirman... y la patronal española no rehúye el enfrentamiento. El Comité de Gestión de Cítricos denuncia los incumplimientos de los exportadores africanos a la hora de aplicar el protocolo fitosanitario y denuncia sus prácticas "premeditadas" para dificultar el control de la fruta.
Es por ello que desde el CGC reclaman a la Comisión Europea, que impuso esta medida, que investigue el modus operandi de los envíos auspiciados por la Citrus Growers Association, la patronal de Sudáfrica. En este sentido, la asociación de productores y comercializadores españoles afirma que la situación que vivieron los puertos europeos a finales de julio y principios de agosto -AVA-Asaja denunció la salida de 2.000 contenedores sin el pertinente tratamiento en frío y después la eurodiputada Inmaculada Rodríguez-Piñero también preguntó al respecto- fue una acción "premeditada para negociar una salida frente al caos y el cuello de botella que realmente se buscaba lograr", en palabras de su presidenta, Inmaculada Sanfeliu.
De hecho, esta medida consiguió su objetivo: la descarga de los contenedores sin el tratamiento, que debían realizar en los puertos europeos, tal y como señaló en un comunicado oficial el Gobierno sudafricano el 11 de agosto, remarca el CGC.
Ahora, la patronal española denuncia que la mayor parte de aquellos 2.000 contenedores no fueron sometidos al tratamiento en frío: ni se les aplicó la prerrefrigeración de la pulpa del fruto a 5°C, ni el cold treatment entre -1°C y 2°C durante, al menos, 25 días. Es por ello que la patronal citrícola estatal reclama a Bruselas "que haga cumplir sin más dilación en lo que queda de campaña la normativa comunitaria para proteger a la citricultura europea de la Thaumatotibia leucotreta", insiste Sanfeliu.
Todo ello solo hace que constatar las denuncias de los incumplimientos que ya han manifestado los agricultores y pone en evidencia las triquiñuelas de los exportadores sudafricanos ante una campaña en que se están encontrando con auténticas dificultades para llevar a cabo sus envíos a su principal mercado de destino, la Unión Europea.
Tanto es así que, ante las dificultades logísticas evidentes, y después de la queja interpuesta ante la Organización Mundial del Comercio y la amenaza de llevar el asunto a los tribunales, los exportadores sudafricanos han decidido incumplir las normas de envío impuestas para el tratamiento fitosanitario. Así, desde el CGC denuncian que la medición de las temperaturas se realiza en el aire del contenedor y no, como establecen todos los protocolos de frío, en la pulpa de la fruta, donde se desarrollan las larvas de la falsa polilla. "¿Qué plaga eliminará ese tratamiento si no se garantiza que la temperatura afecta a las naranjas?", se cuestiona Sanfeliu.
Y esto se demuestra porque "la inmensa mayoría de los contenedores que se están utilizando no llevan las sondas térmicas homologados para cold treatment", según ha podido constatar el CGC. Y todo ello con un añadido: Sudáfrica "difícilmente podría alegar desconocimiento o confusión, porque se trata de un tratamiento estandarizado internacionalmente y que los exportadores sudafricanos dominan especialmente, pues están obligados a aplicarlo en sus exportaciones a 20 países, entre ellos EEUU, China, Korea, India o Japón", concluyen desde la patronal española.