VALÈNCIA (EFE/VP). El Consulado Honorario de la Federación Rusa en la Comunitat Valenciana ha amanecido este domingo con pintadas de "asesinos" y "no pasarán", en repulsa por la invasión a Ucrania que se ha venido escalando a lo largo de las últimas semanas.
La sede se encuentra ubicada en el número 4 de la Avenida de Aragón, en València, y ya había reducido su actividad hace unos días por haber recibido amenazas e insultos. Aunque, por el momento, se desconoce a los autores materiales de los hechos.
Concretamente, el pasado 24 de febrero el consulado honorario ya anunció que suspendía algunas de sus actividades y servicios de información tras haber recibido amenazas e insultos vía telefónica, según explicaba a EFE una trabajadora.
Asimismo, esas mismas fuentes señalaban su "tristeza y consternación" por el inicio de las hostilidades en Ucrania, y apuntaban que estaban siendo víctimas de insultos vía telefónica, tanto en ruso como en español, desde primera hora.
"La situación es complicada, hemos decidido suspender las visitas de bebés al consulado y estamos cancelando otras citas para evitar problemas, porque normalmente las puertas del consulado están siempre abiertas", lamentaban la trabajadora.
"El consulado honorario -continuaba- es un lugar donde se informa y se ayuda a la gente", insistía, y mostraba su preocupación por la convocatoria de concentraciones de protesta frente al consulado. Que, de hecho, sí que llegaron a producirse, aunque de manera totalmente pacífica y sin incidentes.
Varias decenas de ciudadanos ucranianos se manifestaron este jueves ante las puertas del consulado honorario de la Federación Rusa en la Comunitat Valenciana para protestar por la invasión rusa de Ucrania.
Con banderas de su país y con carteles en los que se podía leer "Putin asesino", los ciudadanos ucranianos cantaron también el himno de su país visiblemente emocionados. Uno de los manifestantes, ucraniano residente en España, Oleg Fesechko, explicaba a EFE que se concentraban para apoyar a su país y protestar contra el ataque ruso.
"Es la guerra contra nuestro país, aunque quieran llamarla de otra manera", ha señalado Fesechko, quien ha añadido que teme por sus padres allí, quienes "están adecentando antiguos refugios antiaéreos de la Segunda Guerra Mundial para esconderse".
"Nadie se lo esperaba, confiábamos en las palabras de Putin, aunque los americanos eran los únicos que tenían la guerra en sus previsiones", ha señalado. Por su parte, Ludmila, otra ucraniana residente en València desde hace varios años, admitía a EFE entre lágrimas que tiene a toda su familia allí y que, por lo que le han dicho, "están todos metidos en un búnker".
La protesta ante el consulado ruso transcurrió de forma pacífica, aunque con la presencia de varias furgonetas de la Policía Nacional.