VALENCIA. El próximo mes de febrero Podemos celebra el Vistalegre II. Una cita a la que el partido llega dividido entre dos facciones (Pablo Iglesias - Iñigo Errejón) y en la que se decidirá la hoja de ruta que seguirá la formación así como la dirección que pilotará el proyecto político. En este escenario, en la Comunitat Valenciana el partido está inmerso en una serie de problemas internos: la Comisión de Garantías daba un duro varapalo al Consejo de Coordinación asegurando que se habían producido ciertas "irregularidades" en el proceso de contratación de personal que se llevó a cabo en noviembre y que iban destinadas a cubrir el déficit de empleados que tiene la estructura interna de los morados.
Ante este dictamen, derivado de la denuncia que presentó un sector del partido y por la que se manifestaron una treintena de críticos, la dirección del partido envió este lunes un escrito en el que plasmaba el descontento y discrepancias con algunas consideraciones que fijaba el texto.
Con este escenario, el debate en la formación de cómo se conforma la Comisión de Garantías ha vuelto a abrirse. De hecho, el partido morado se plantea tras este acontecimiento trasladar al Vistalegre II un posible cambio en el sistema de elección de los miembros que conforman el órgano independiente que debe "garantizar que el funcionamiento de la organización se ajuste a los principios de democracia, transparencia, justicia y participación igualitaria de todas las personas".
Si bien hasta ahora cuando se planteaba un proyecto de candidatura, en él se incluían a las personas que finalmente formarían Garantías -es decir, la candidatura a este órgano se votaba junto a la de la ejecutiva regional, el Consejo Ciudadano- la formación morada quiere cambiar de modelo. La idea central radica en que este órgano finalmente quede compuesto por gente ajena a la formación, que se presenten candidaturas individuales desvinculadas de equipos, y así "ampliar los mecanismos que garanticen la máxima independencia", señala un diputado de Podemos en Les Corts.
Sin embargo, aunque ambos sectores -los afines al secretario general de Podemos en la Comunitat, Antonio Montiel, y los críticos con él- parezcan haber acercado posturas -pues desde el sector de los anticapitalistas aseguran estar de acuerdo con la propuesta de Errejón de reforzar los mecanismos que garanticen una mayor independencia del órgano encargado de resolver los conflictos-, el problema radica ahora en cómo proyectar y acometer tal cambio. "Sabemos que hay que separar las votaciones de los candidatos a los órganos de dirección política de los candidatos a los órganos de garantías. Cómo hacer atractiva o estimulante que la gente se quiera presentar a un puesto así, eso ya es más difícil", apunta un miembro de la dirección autonómica.
Cabe señalar que el reto no es nimio, pues conseguir atraer personas "de ningún color político" que quieran formar parte de este órgano supone encontrar a seis componentes que no tendrán dedicación exclusiva, pero que se enfrentarán "a una pila de expedientes, sin cobrar por ello y que encima no tienen reconocimiento público", afirman fuentes del partido. Unas razones que lo convierten en un puesto "poco atractivo", señalan.
En la actualidad, la Comisión de Garantías Democráticas de Podemos en la Comunitat está conformada por cinco personas, pues uno de ellos -José Tomás Beltrán Sancho- abandonó el puesto "por motivos laborales", declaran fuentes del partido a este diario. Así, a día de hoy el órgano lo conforman: Antonia González Pereira, Teresa Díaz Oltra, Juan Carlos Carbonell Mateu, Susana Zarzoso Marin y Álvaro Marzo Songel.