VALENCIA. Cerca de una treintena de personas se han manifestado a las 12 del mediodía delante de La Morada, la sede de Podemos en Valencia, para pedir la dimisión en bloque del Consejo de Coordinación y del secretario General del partido, Antonio Montiel. Tal y como informó Valencia Plaza, denuncian ante la comisión de garantías "convocatorias avisadas con 48 horas de antelación y la selección de familiares y personas cercanas a los máximos dirigentes del partido" en los últimos procesos de contratación de personal interno de la formación.
El clamor de la protesta ha quedado reflejado en las diversas pancartas que han porteado algunos de los asistentes. Unas rechazaban el "clientelismo" y el "nepotismo" que, según los manifestantes, se dieron en las convocatorias para ocupar nueve puestos de trabajo en diferentes áreas del Consejo de Coordinación -Formación, Municipalismo, Cultura, Organización, Medio rural y Participación-. Otros piden que el partido de la regeneración democrática no se convierta en "casta".
De entre todos los hechos que denuncian, subrayan que para los puestos de la secretaria de Organización se les convocó para que realizaran una entrevista personal y llegado el momento los aspirantes tuvieron que hacer "un examen que nadie había anunciado y sin conocer el temario sobre el que podrían basarse". No obstante, fuentes del partido apuntaban a este diario que las cuestiones versaron sobre aspectos clave que una "persona que ocupa un puesto orgánico debe conocer, como por ejemplo los estatutos del partido". Y que se optó por hacer un examen escrito para que ningún examinado tuviera ventaja sobre otro.
Para sortear que quien entrase el primero a realizar oralmente el cuestionario no supiese responder las preguntas, pero los siguientes en la lista sí al demandar por los interrogantes que le habrían realizado a quienes ya se hubiesen examinado -de manera que dispusieran del tiempo suficiente para prepararse las respuestas-, se inclinaron por realizar "la prueba más justa: que todos se encontraran las mismas preguntas, con el mismo tiempo y en las mismas condiciones", trasladan a este diario.
Los manifestantes han expresado también el malestar por hallar la sede cerrada, ya que, la concentración fue convocada para este sábado con el objetivo de hacerla coincidir con la reunión del Consejo Ciudadano Valenciano (CCV) –órgano ejecutivo de la Comunitat-. Sin embargo, fuentes del partido aseguran que ésta nunca fue convocada para que se realizara el sábado, sino el viernes por la tarde como, finalmente, tuvo lugar.
Las acusaciones de "poca transparencia", "clienterismo" y "nepotismo" colisionan con los factores con los que contó el procedimiento para garantizar que estuviera limpio de favoritismos. Las comisiones de selección se abrieron a todos los secretarios generales de los municipios valencianos que, como observadores, emitirán sus correspondientes informes valorando cómo fueron los procesos. De esta manera, cada prueba estuvo "vigilada" para evitar cualquier sombra de "irregularidad o falta de transparencia" por una persona del Consejo de Coordinación, otra del CCV y del área correspondiente a examinar, y un secretario general municipal.
Los militantes que firmaron el manifiesto de apoyo -entre los que no se encuentra nadie del sector crítico con Montiel en Les Corts- que han acudido a la protesta exigen también la celebración de una Asamblea Ciudadana para escoger de nuevo la composición del CCV. Entre esta corriente de críticos se encuentran personas que no pasaron las pruebas selectivas para cubrir el déficit de personal que tiene la estructura interna de Podemos y otras que ya trabajaron con el partido morado en la campaña electoral, como el ex secretario general de Podemos en Simat de la Valldigna, Toni Martínez. Si bien es cierto que fue contratado para la campaña por Compromís-Podemos, no sólo por los morados; trabajo para el que tomó un mes de excedencia en su anterior empleo y que terminó perdiendo por su dedicación política.
Miembros del Consejo de Coordinación ya valoraron ayer la convocatoria de la protesta. "Algunas de las personas que firman el manifiesto no se quejaron cuando en anteriores ocasiones sí se les contrató para períodos electorales que requirieron mayor premura en la gestión y menor transparencia que en este caso, como ocurrió con Toni Martínez", señalaron. Martínez presentó en junio una denuncia contra la diputada Ángela Ballester por un presunto caso de manipulación de los censos en las primarias, una causa que finalmente fue archivada.