Juan José Medina y Pau MarchVALÈNCIA. El Partido Popular de Moncada podría estar con un pie dentro de la gestora. La situación en la agrupación local ya era complicada de por sí, y ahora no ha hecho más que empeorar con la inminente convocatoria del congreso local, prevista para el próximo 16 de mayo. En contra de las preferencias de la dirección provincial, que aboga por congresos tranquilos y lista única, en Moncada habrá dos candidatos: Concha Gea y Víctor Gallego.
Pero el problema no es exactamente que haya dos candidatos, como ya sucedió por ejemplo en Torrent, sino la calentura que está alcanzando el debate entre ambas facciones. Así, el Partido Popular no descarta montar una gestora en caso de que la campaña se vaya de las manos y los ataques públicos entre candidatos lleguen a "dañar la imagen del partido".
Una opción que todavía no se ha oficializado y que no sería del gusto de nadie, pero que sí que se ha llegado a poner encima de la mesa por si acaso hubiera que actuar de urgencia. Siempre, con la reputación del Partido Popular como principal objetivo a preservar.
Y es que las cosas en la agrupación de Moncada no han sido fáciles en los últimos años. En 2016, el exalcalde Juan José Medina y exvicepresidente de la Diputació fue expulsado del partido por sus implicaciones judiciales. Así, su lugar en la presidencia del PP de Moncada lo ocupó María Jesús Martínez. Pero en 2019, tan solo dos meses después de las elecciones, dimitió como concejala del ayuntamiento y al poco tiempo, en 2020, como presidenta de la formación. Junto a ella, también se marchó toda la ejecutiva.
Así quedó una agrupación huérfana en Moncada, que fue recompuesta de manera extraoficial por los concejales que sí que se mantuvieron en el cargo, con Pau March a la portavocía en el consistorio. Gente "nueva" y desligada completamente de la anterior etapa del partido.
Sin embargo, a pesar de la "ilusión" y la "regeneración" a la que apelaban, su capacidad para manejar las bases y la afiliación era muy limitada, puesto que los cargos orgánicos nunca se volvieron a nombrar, y por lo tanto las personas que se quedaron en primera línea no tenían las competencias necesarias para ejercer muchas de las funciones de la gestión interna.
Por ello, la convocatoria generalizada de congresos en toda la provincia se presentaba como una oportunidad perfecta para normalizar de una vez por todas la situación de la agrupación, con una nueva presidencia y cargos orgánicos. Pero lo que parecía un simple trámite hacia la legitimación definitiva de la "dirección en funciones" saltó por los aires cuando Concha Gea presentó, a pocas horas de acabar el plazo, su candidatura al congreso local.
Así, el candidato afín a March y su número dos en el ayuntamiento, Víctor Gallego, deberá medir fuerzas contra Gea, que llegó a presentar más de 120 apoyos como candidata. Gea es cuñada de Juan José Medina y por lo tanto representa la línea de la antigua dirección, en profunda enemistad política e incluso personal con los actuales concejales del partido.
Así, el ambiente de la campaña se presenta caldeado, hasta tal punto que el Partido Popular se ha visto obligado a tomar cartas en el asunto. O, al menos, a barajarlas. Así, la gestora es una opción que queda encima de la mesa ante la posibilidad de que las cosas puedan ponerse "negras" de un momento a otro: "No queremos gestora, queremos que haya congreso y que la situación se solucione de una vez por todas para poder empezar a trabajar con fuerza en la candidatura para recuperar el ayuntamiento en 2023", apuntaba March.
La contienda entre ambos candidatos por la dirección del partido se presenta tan movida que incluso podría superar en participación a la de la propia ciudad de València, como ya pasó en el caso de Torrent.
