La bancada popular en Les Corts. Foto: CORTSVALÈNCIA. Era la convocatoria del día. La Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) presentaba la imagen visual -marca- de la nueva radiotelevisión valenciana: À Punt. Y (casi) nadie del panorama político autonómico y local quiso perdérselo. En la sala de actos del Jardí Botànic no faltó desde el president de la Generalitat, Ximo Puig, y algunos miembros del Consell hasta concejales y diversos diputados de los grupos políticos con representación parlamentaria. Excepto del PP y Ciudadanos.
Ni el partido que lidera Isabel Bonig, ni la formación naranja que dirige Mari Carmen Sánchez quisieron participar en este evento. Aunque ambos recibieron la invitación para asistir, los dos declinaron el ofrecimiento. Los dos partidos señalan a Valencia Plaza estar disconformes con cómo se está llevando a cabo el proceso de reapertura del nuevo ente público.
El diputado de Ciudadanos y portavoz en la comisión de Radiotelevisión valenciana de Les Corts, Toni Subiela, admitía que su partido no veía "coherente asistir a la presentación de una radiotelevisión pública completamente politizada que el tripartito está convirtiendo en el mismo agujero negro que la anterior". En este sentido, señaló que aunque "el logotipo es un paso más en el proyecto", en su partido preocupa que "este proceso no cuenta con unas bases adecuadas, sino que se están repitiendo los mismos vicios que en Canal 9, creando un ente igual o peor que el que se cerró: amiguismo, manipulación, falta de transparencia en bolsas de trabajo...". Además, Subiela criticó que este acto de presentación tuviese lugar en el Botànic, emplazamiento donde el bipartito selló el pacto de Gobierno.
La postura de Ciudadanos, sin embargo, no es nueva. Con una opinión, en un principio, contraria a la proliferación de televisiones autonómicas, el partido que lideraba el exsíndico Alexis Marí puso tres condicionantes sobre la mesa para aprobar la ley de Servicio Público de Radiodifusión y Televisión de Ámbito Autonómico: un techo de gasto, un presupuesto sostenible y que el nuevo ente estuviera despolitizado. Unos requisitos que, al cumplirse, provocaron que los naranjas se sumaran al proyecto y votaran 'sí' a la norma junto a las fuerzas del Botànic que permitía dar luz verde a la futura RTVV. No obstante, la acumulación de polémicas ha ocasionado un cambio de postura en la formación de Albert Rivera.
Tal y como informó Valencia Plaza, Ciudadanos pidió la semana pasada la comparecencia de todos los miembros del Consejo Rector de la CVMC en Les Corts. La intención es pedirles cuentas por la posible "incompatibilidad" de Rafa Xambó como consejero de la Corporació por sus comentarios hacia los periodistas y políticos en las redes sociales.
Desde el Partido Popular también se descolgaron del acto convocado por la Corporació que dirige Empar Marco. Fuentes oficiales de la formación admitieron a este diario no estar conforme con "el procedimiento que se está llevando a cabo para abrir radiotelevisión valenciana" y, por ello, declinaron la invitación.
Con la ausencia de PP y Ciudadanos, las fuerzas del Botànic se quedaron solas en la presentación de la marca que indicará a los valencianos que están viendo la televisión pública. Una forma de protestar por un proceso que, pese a las fechas que ofreció Marco para abrir la radio y la web a finales de año y la televisión con toda la parrilla en el primer trimestre de 2018, está amenazado por las acciones en los tribunales del ex aspirante a la dirección general Pere Valenciano y la impugnación de la Unió de Periodistes por el baremo para acceder a las bolsas de trabajo que valora como mérito diferenciado haber trabajado en la antigua RTVV y que considera "discriminatorio".
