VALENCIA, (EFE). Dos técnicos de prevención de riesgos laborales en Ferrocarrils de la Generalitat han afirmado hoy que no se les pidió investigar el accidente de metro de 2006 en el que murieron 43 personas, entre ellas dos trabajadores de la empresa pública.
Así lo han reconocido José María Herrera, técnico en prevención desde el año 2000, y Marta Rocafull, encargada de la selección de personal y quien implantó las pruebas psicotécnicas para los maquinistas en 1993, en sus respectivas comparecencias ante la comisión de investigación de Les Corts sobre este siniestro.
Herrera ha explicado que el servicio de prevención no participó en la investigación del accidente de metro de 2006, y tampoco en el que se produjo previamente en Picanya (Valencia), porque se les ordenó no hacer nada ya que se había creado una comisión responsable de investigar los accidentes dependiente de la asesoría jurídica.
Ha afirmado que ante esta orden, procedente de la dirección de la empresa y que acataron, los responsables de prevención de riesgos laborales no hicieron nada.
Este técnico, quien previamente había sido maquinista de vehículos de infraestructuras sin viajeros y delegado sindical, ha dicho que no se detectó peligrosidad en la curva en la que se produjo el siniestro, y que tampoco se observaron problemas para la circulación en esa zona.
Herrera ha defendido la "prevención activa" y ha asegurado que "una buena prevención consiste en anticiparse a que ocurran los hechos" ya que, a su juicio, si las medidas se adoptan tras un accidente "no se hace buena prevención" y "algo falla en la empresa".
Por su parte, Marta Rocafull ha dicho desconocer por qué el servicio de prevención de riesgos no participó en la investigación de ese accidente, pero ha manifestado que si no se les ordena expresamente, este servicio no puede investigar por libre, tras lo cual ha pedido que pregunten las razones a la coordinadora.
Preguntada por la falta de planes de prevención en la empresa entre los años 2005, 2006 y 2007, ha asegurado que le "extraña" que las auditorías digan que no había planes de prevención, y ha defendido que tanto ella como sus compañeros han estado trabajado durante todo ese tiempo.
Rocafull, quien ha precisado que lleva más de un año de baja, ha asegurado haber recibido presiones para aprobar a personas que no habían superado las pruebas psicotécnicas, pero no las aceptó "nunca", aunque ha afirmado conocer, al igual que "toda la empresa", el caso de una persona que fue maquinista sin haber pasado las pruebas y cree que no sería el único.
Ha señalado que ella propuso que se repitieran cada cierto tiempo las pruebas que se realizaban a los maquinistas, en función de su edad y de los accidentes o incidentes que hubieran tenido, pero no le hicieron caso, y fue después del accidente de 2006 cuando se empezó a implantar esta práctica y ahora hay "cierta periodicidad".