VALENCIA. La Fundación Pro-AVE ha insistido una vez más en que la apuesta por el tercer carril "no es una cuestión de elección, sino de necesidad" para la Comunitat Valenciana."Sólo mediante esta alternativa es posible superar en el corto plazo el cuello de botella que actualmente estrangula la conexión ferroviaria del Arco Mediterráneo, el principal espacio exportador de España, con Europa, su mercado natural", ha asegurado la organización en un comunicado.
Así, Pro-AVE recuerda que la ministra de Fomento, Ana Pastor, reconoció el pasado 17 de marzo en Alicante "el manifiesto retraso" que acumula la obra, ya que la implantación del tercer carril tendría que haberse finalizado el pasado año. "De sus declaraciones se desprende que habrá que esperar al primer semestre de 2017 para que las mercancías valencianas puedan acceder al mercado europeo por ferrocarril en ancho europeo", deducen, algo que califican de "mala noticia" y "un desaire más a la razón y a los valencianos". En opinión de la asociación, esta obra es "irrenunciable" y de ella depende "el futuro de sectores importante de nuestra economía, así como de los que de ellos viven".
"En una época en que el acceso de las mercancías a Europa en otros medios de transporte es cada vez más costosa y gravosa y con alto riesgo de colapso, este déficit de conectividad ferroviaria compromete seriamente nuestra posición competitiva", argumenta la Fundación.
Pese a su reivindicación y defensa, Pro-AVE entiende que el tercer carril "es una opción provisional, no definitiva, pero fundamental en el corto y medio plazo". Es por ello que recuerda que señala el Corredor Mediterráneo como "la solución definitiva, y la gran apuesta de España y la Comunidad Valenciana", con separación del tráfico de mercancías y pasajeros. No obstante, el proyecto,incluido en la red básica de infraestructuras ferroviarias europeas, y que cuenta con recursos de Fondos Europeos para su ejecución, no estará finalizado hasta dentro de unos diez años. "El tercer carril debe funcionar en poco más de uno", añade.
Como argumentos para esta premisa, la Fundación recuerda que ya exista la provisión presupuestaria necesaria, que la práctica totalidad del trayecto está licitado o en proceso de serlo (como ocurre con las instalaciones de seguridad del tramo Vandellós-Castellón, que se licitará en abril de este año, para comenzar las obras en verano) y que el plazo previsto de finalización de las obras hasta Castellón y Valencia no va más allá del primer semestre de 2017. "Lo razonable es que en el primer semestre del 2018 se llegue a Alicante", matiza, y añade: "Lo que es necesario es la voluntad y capacidad políticas que hagan realidad lo que técnicamente es factible".
La entidad acusa al Ministerio de Fomento de "defraudar una vez más" las expectativas del pueblo valenciano