VALÈNCIA. Doce meses. Es el tiempo que se tardará en redactar el Plan Especial de Benimaclet. La empresa municipal Aumsa, que preside la vicealcaldesa y edil socialista Sandra Gómez, prevé adjudicar la próxima semana el contrato a un despacho de arquitectura para elaborar uno de los planes urbanísticos más controvertidos para el gobierno municipal, el de Benimaclet. Así, la compañía adjudicataria del concurso tendrá un año para redactar el documento, de manera que la 'patata caliente' por la que tanto han discutido y siguen discutiendo los socios de gobierno, Compromís y PSPV, quedará para el próximo mandato.
Hay que recordar que la concejalía de Urbanismo que dirige Gómez rechazó el planeamiento urbanístico para el PAI de Benimaclet propuesto por la constructora Metrovacesa, que aspiraba a convertirse en agente urbanizador de la zona. Así pues, el consistorio asumió el trabajo de hacer los nuevos planos, no sólo del ámbito comprendido por el PAI sino de toda el área funcional, esto es, teniendo en cuenta las necesidades de todo el barrio y no sólo de la zona más próxima a la Ronda Norte, donde se ubica el vacío del PAI.
Este es el trabajo que deberá hacer ahora el equipo multidisciplinar del despacho dirigido por el urbanista José María Ezquiaga, adjudicatario del concurso público abierto por Aumsa para este menester por un total de 229.600 euros. Se ha previsto un año para elaborar el plan, de manera que estará listo previsiblemente en junio de 2023, mes de las elecciones municipales. Durante este período, se han fijado plazos intermedios para ir realizando distintos documentos hasta llegar a la propuesta definitiva.
Los criterios fundamentales para este trabajo están fijados en un acuerdo aprobado por el gobierno municipal el pasado mes de diciembre. Y entre ellos, por ejemplo, no se encuentra la desclasificación de parte de los terrenos para reconvertirlos en huerta, como siempre ha reclamado Compromís, sino que se establece de manera explícita que los usos del suelo se mantendrán tal y como han sido recogidos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de València. Algo que confirmó este viernes la edil socialista de Urbanismo y que implica que los terrenos del PAI son urbanizables.
Tampoco aparece entre los requisitos el soterramiento de la Ronda Nord, otra de las reclamaciones de la coalición valencianista socia del PSPV en el gobierno municipal y que dirige el alcalde Joan Ribó. Y eso que, cabe recordar, el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, de Compromís, anunció el año pasado que encargaría por su parte un estudio para conocer la viabilidad de un proyecto de soterramiento para saber si era posible o no ejecutarlo.
Lo que exige el documento elaborado por Urbanismo y aprobado por el ejecutivo local es que el Plan "deberá incorporar al menos, el estudio de posibles actuaciones a realizar en su borde exterior y espacios adyacentes, para mejorar la conectividad con la huerta y para minimizar los impactos que produce en el sector". Los socialistas rechazan de plano el soterramiento de la ronda en este punto porque, alegan, la salida del túnel afectaría al barrio colindante, Torrefiel, lo cual va en contra del principio de igualdad entre los barrios. "Lo que se contempla es buscar una solución que integre y amortigüe el impacto de la Ronda Norte dentro de lo que es el barrio de Benimaclet", señaló Gómez.
Con todo, volvieron a aflorar los desacuerdos entre las dos formaciones. Y eso que el nuevo plan estará listo cuando se estrene el próximo mandato, quien sabe con qué colores en el gobierno municipal. Aun así, el vicealcalde por Compromís, Sergi Campillo, insistió en que la coalición valencianista no aprobará "un plan que mantenga la edificabilidad". "Creemos que hay que atender las peticiones de las entidades representativas del barrio, que coinciden en que hay que bajar la edificabilidad", señaló.
Sobre ello, Campillo aseveró que "no podemos hacer tantas viviendas" y eso se ha de conjugar con atender "necesidades de dotaciones que tiene el barrio" y generar "un gran parque de ciudad" que "también demandan los vecinos". A su juicio, "este desarrollo se hará de la mano de los vecinos o no se hará. Esto desde Compromís lo queremos dejar claro. El urbanismo se ha de hacer de la mano de los vecinos y las entidades representativas del territorio. La fase de participación que se haga en la revisión del área funcional debe atender los requerimientos de los vecinos de Benimaclet en su conjunto", expuso.
La edificabilidad, como consta en las directrices aprobadas por el gobierno local, se mantiene como en el PGOU. Y así lo recordó Gómez: "Lo importante no es el número de viviendas resultantes" sino los "parámetros de edificabilidad". "Y se mantienen los del PGOU", reiteró, para añadir que el PAI de Benimaclet cuenta con "la edificabilidad más baja de toda València y muy por debajo de los parámetros que recomienda el grupo Habitat de la ONU".
Por su parte, el presidente de la Asociación Vecinal de Benimaclet, Paco Guardeño, criticó la falta de "sensibilidad democrática" y de transparencia en el proceso. "Son varias las solicitudes que le hemos trasladado para reunirnos y debatir sobre las propuestas alternativas al PAI, y solo pudimos mantener una y gracias a la mediación de María José Broseta, presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales", criticó. Un encuentro, que a su juicio "más que un debate fue un monólogo por su parte".
Así, cargaron contra la edil de Urbanismo porque "sus propuestas siempre nos han llegado por vía de los medios de comunicación". "No se puede estar constantemente lanzando titulares como que el PAI de Benimaclet se elaborará con la participación vecinal cuando todos los caminos llevan a que cuando se presente al vecindario, el pescado ya estará vendido", señaló, para recordar que en 2020la asociación presentó una propuesta alternativa de la que, según Guardeño y a juicio de las declaraciones de Gómez, "no se ha leído ni una sola línea".
"No se puede declarar que no se puede soterrar la Ronda Norte hasta el barrio de Torrefiel porque eso supondría un gran gasto aparte de un agravio para los barrios vecinos cuando en nuestro documento alternativo se habla de soterrar desde el Camino de las Fuentes hasta el Camino de Farinós, o sea unos escasos 500 metros que serían, o deberían ser, financiados por Fomento, Comunidad Autónoma, Unión Europea, y Ayuntamiento", aseguró Guardeño.