VALENCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la número dos del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, comparecieron conjuntamente este miércoles para hacer balance de gestión del primer año del Consell tras poner fin a 20 años de hegemonía del PP. Sin embargo, las medidas expuestas por los máximos representantes autonómicos se vieron eclipsadas por otro de los asuntos de actualidad que pelea por ocupar el primer puesto de la agenda informativa: la posible remodelación del Gobierno valenciano.
Así, como ha venido informando este diario, todo apunta -lo refrendó de nuevo ayer el propio Puig- a que no se producirá ninguna salida de los actuales consellers. No obstante, las explicaciones dadas por el presidente ante las insistentes preguntas formuladas por los medios de comunicación sembraron todavía mayor incertidumbre entre periodistas y miembros del Ejecutivo. "No tenemos ni idea de lo que va a ocurrir", admitían a Valencia Plaza desde la cúpula de más de una conselleria tras haber seguido la comparecencia del presidente.
En este sentido, Puig defendió el mestizaje en el Consell, una fórmula que a su juicio "funciona" y que tiene un nivel de cohesión "exponencialmente superior al anterior Ejecutivo", que estaba formado por un único partido y donde "más de la mitad" de los consellers "no se hablaban entre ellos". Además, subrayó que las elecciones del 26J no provocarían "ningún cambio en el Consell". Un mensaje este que también se venía deslizando desde Compromís en los últimos días después de que el propio Puig abriera el melón de las posibles variaciones en el Ejecutivo: el entorno de Oltra, aunque no esté en desacuerdo, se muestra reacio a abordarlos a renglón seguido de los comicios porque desean desvincularlos del 26J.
No obstante, preguntado posteriormente sobre si podía asegurar que no habría cambios en este mes de julio, el presidente dejó la puerta abierta: "No lo puedo asegurar porque vamos a reflexionar sobre el engranaje del Consell en el seminario del Gobierno valenciano que celebraremos en Torrevieja la próxima semana", explicó. O lo que es lo mismo, todo es posible.
Una de las tesis que ha cobrado fuerza en los últimos días es la del cambio de cromos entre ambos socios de gobierno, PSPV y Compromís, eligiendo determinados dirigentes del signo político contrario que resultan incómodos o no han cumplido las expectativas creadas. Tal y como ha informado este diario, las consellerias de Economía y de Sanidad podrían ser las más damnificadas con esta fórmula por el deficiente funcionamiento del mestizaje.
No es la única teoría, más aún cuando Podemos sigue deshojando la margarita de solicitar la entrada en el Consell, una cuestión que su líder autonómico, Antonio Montiel, ha monopolizado aprovechando la debilidad y desconcierto de su partido en Madrid por el mal resultado del 26J. No obstante, lo habitual en esta formación sería que la dirección estatal autorizara o denegara un movimiento de estas características.
Así, algunos sectores del Ejecutivo no descartan el desgaje de alguna conselleria para hacer sitio a Podemos y, de paso, bajar la inflamación de alguno de los departamentos más tensos por el mal funcionamiento del mestizaje. El diario El Mundo apuntaba este miércoles a la posibilidad de separar Economía y Empleo, una fórmula que permitiría establecer un cortafuegos entre los altos cargos enfrentados. Una vía que, sin embargo, evidenciaría el fracaso en algunos departamentos del tan mencionado mestizaje y que, además, implicaría la creación de esa nueva cartera y, probablemente, otra más para que el PSPV no quedara en inferioridad frente a Compromís y Podemos. En definitiva, una solución de poca austeridad estética que daría munición al PP -como mínimo para todo el verano- y que, además, causaría la sensación de que se crea una conselleria porque nadie en el Ejecutivo tiene la autoridad suficiente para realizar sustituciones cuando existen problemas o áreas que no funcionan.
En cuanto a la posible entrada de la formación morada en el Ejecutivo, Puig comentó que Montiel es "socio de este proyecto político" y se mostró dispuesto a escucharle "en el marco del seguimiento del Pacto del Botánico".
Por su parte, Oltra comentó que no existe "obstáculo" para que Podemos entre en el gobierno aunque recordó que en su día se les ofreció la posibilidad y prefirieron no hacerlo: "No están porque no han querido", señaló. Un sutil dardo a la formación morada y su líder autonómico, que la primera semana tras el 26J ya ha comenzado a tantear las opciones de entrar en el Ejecutivo.
Además, la vicepresidenta coincidió con Puig en mostrarse "satisfecha" por las relaciones en el Consell y confesó que hace un año no imaginaban que ese mestizaje "iba a ir tan bien". En esta línea, recalcó que si tuviera que elegir entre un gobierno plural o formado únicamente por gente de su partido "firmaría el de ahora" porque "quita dogmatismos y sectarismos" y permite una visión de gobierno separada de la de partido. "Es tecnología política punta", concluyó.