VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se enfrentó este viernes a uno de los asuntos que viene sobrevolando la actualidad política valenciana por segunda vez en apenas seis meses: el posible adelanto electoral.
Tal y como hizo en la anterior ocasión, el jefe del Consell eludió descartar la posibilidad: "Sería renunciar a una competencia recogida en el Estatuto de Autonomía", señaló, para añadir que en estos momentos "no ve motivos políticos suficientes" aunque "las circunstancias políticas en el futuro pueden cambiar".
Una hábil respuesta del también líder del PSPV en la que supo también incluir en la decisión -que pertenece al presidente- a Compromís y a la vicepresidenta del Ejecutivo, Mónica Oltra, al señalar que, en cualquier caso, una iniciativa en esa dirección se tomaría "desde la lealtad política y personal" con su socio de Gobierno.
De esta manera, Puig dejaba la puerta abierta a aplicar llegado el caso un anticipo de las elecciones autonómicas. Bien es cierto que recalcó su "obsesión" por cumplir "al cien por cien" los acuerdos del Botánico, que calificó el Gobierno de "estable" y que presumió de estar recorriendo "un camino de reparación hacia el renacimiento" de la Comunitat. Pero todo ello no implica el compromiso inquebrantable de tener que agotar la legislatura.
Las teorías dentro del socialismo valenciano también son variadas: así, mientras unos creen que Puig ha tratado de marcar cierto territorio antes las críticas y ataques de Compromís hacia el Gobierno de Pedro Sánchez; otros consideran estratégicamente beneficioso para el PSPV un posible adelanto y también para la Comunitat al proporcionarle por primera vez un calendario diferenciado del resto de autonomías.
Lógicamente, ni una cosa ni la otra deslizó Puig en sus respuestas: "Es una decisión que se tomaría siempre en clave valenciana en función del interés general de la Comunitat y no partidista", sentenció.
En esta línea, Oltra subrayó que el del Botánico es "un buen gobierno" y "un gobierno estable" y por ello en estos momento "no se dan las condiciones" para un adelanto electoral, aunque no se pueden conocer "las circunstancias de mañana".
Sobre esto, recordó que se trata de una prerrogativa del presidente de la Generalitat, con quien está en "sintonía absoluta" y con quien ha estado de acuerdo "desde el principio" en cómo gestionar "la comunicación y la lealtad desde un gobierno plural".
La magistrada apunta a irregularidades administrativas y al desequilibrio en la distribución del dinero, pero no aprecia ilícito penal