Questo è il Mangiapane

Si comer es uno de los placeres en tu vida, debes conocer dónde se cocinan pequeños vicios. Si además estás dispuesto a dejarte llevar hasta extasiar, barra libre: no es de justicia que te pongan límites. El Mangiapane te lo pone fácil tanto para pecar como para morir de placer hedonista: un acogedor y minimalista restaurante en el corazón de Ruzafa que recién abrió sus puertas en Septiembre y que poco a poco se va haciendo un lugar en el ecosistema de la restauración de la ciudad de cap i casal.

Arropado por dos establecimientos con solera como son La Lltatja, cocina boliviana, y Casa Ru, comida china, Mangiapane emerge con una oferta de restauración que, siendo italiana, es totalmente novedosa tanto en origen como en concepto y contenido. Para empezar, abre la mente al novedoso repertorio de antipasti que ofrecen, en los que destacan unos sugerentes arrosticini abruzzesi (brochetas de cordero acompañadas de tomate cherri y rúcula), la fusión de burrata de Apulia con caponata siciliana (plato estrella de la isla, que incluye berenjenas y tomate fresco, entre otros: una combinación de ingredientes extremadamente sabrosa), la cecina de León aliñada con "fiore sardo" y láminas de chocolate negro al 75%, o el Cannolo Siciliano, con mousse de caponata y láminas de almendras.

¿Más? La parrilla casi infinita de pinsas, que no pizzas, así como la oferta variada de pasta fresca, regadas con el vino de autor Serenza en el que han participado, obligará a repetir visita, así que más vale compartir y debatir entre los comensales cuál es la que más ha gustado. Por cierto: el origen de la pinsa, producto estrella del restaurante, proviene del término latino “pinsère”, que significa aplastar, estirar. Su masa es el resultado de fusionar tres tipos de harinas: arroz, soja y trigo con una fermentación de 72 horas. 

Por tanto, ¿recomendaciones? tan sólo una; déjate aconsejar por el Jefe de Sala, Davide Denaro, que con su itañol desenfadado te transportará sin ninguna duda a Sicilia, en concreto a la Grotta Mangiapane de Custonaci, una abertura natural en el Monte Colano frente al Golfo de Erice, utilizada como refugio por los antepasados del paleolítico y habitado permanentemente desde principios del siglo XIX por agricultores y pescadores (la familia Mangiapane), en cuyo interior se construyeron pequeñas casas que camuflaron con los pigmentos que proporcionaba la tierra: los mismos colores que replica el restaurante.

Y todo ello dirigido desde la cocina por Angelica Pizzolo y Daniele Bortone, almas mater del Proyecto y con el don de convertir un plato en una experiencia y provocar brillo en nuestros ojos cuando vienes a festejar con los amigos.  ¿Para qué pensar si todo va a estar súper? Esto va de celebrar y de exprimir los momentos que se nos presentan, y la atmósfera invita a sentarse, tranquilizarse, y dejarse llevar por lo que nos susurren.

Así que, una única sugerencia, si se permite: cuando llegues a la esquina entre Sueca y Literato Azorín, encara Peris y Valero y pon rumbo al Sur: ¡Perú, Italia y China, la Valencia diversa y que acoge, te espera!, con Davide en el púlpito de la proa y Angélica y Daniele para seducirte con sus sabores, y todo regado de cerveza con cristales de sal procedentes de las salinas de Trapani, y de magníficos vinos del sur de Italia.