VALÈNCIA. Un referéndum no vinculante en una localidad del sur de la provincia y una alcaldía comunal en otra del centro. En ambos casos de interior, y en los dos municipios, con polémica. Alfarb, en la Ribera Alta, se halla en la semana decisiva para votar qué topónimo gusta más a la mayoría de sus aproximadamente 1.600 habitantes. Por su parte, Fuenterrobles, con unos 700 moradores, inicia un periodo de alcaldía repartida sin tener claro entre quiénes.
Con un horario de apertura de urnas 8 a 15 horas y de 16 a 19 horas -bastante más amplio del previsto inicialmente de 12 a 14 horas- de lunes a jueves, y en viernes, solamente por la mañana, el vecindario de esta población puede responder a la pregunta: Amb quin nom del poble et sents més identificat?
Para ello dispone de la opción de escoger entre la papeleta de Alfarb -nombre oficial desde hace un año impulsado por el anterior gobierno monocolor de Compromís-, o de Alfarp -el anterior e histórico topónimo-. El alcalde, Raúl Mínguez, único concejal del PSPV en el Consistorio, ha promovido esta medida que formaba parte de su programa electoral y que respalda su agrupación.
Lo ha hecho con la oposición de su socio de gobierno, Compromís, a quien ha de ceder la vara de mando en Navidad por pacto suscrito a última hora antes de la configuración de los consistorios, y con las reticencias del PP, que pedía un horario más amplio. Cada una de estas dos formaciones dispone de cuatro concejales.
Ni la propia dirección del PSPV comarcal respalda la acción llevada a cabo por su primer edil. Apoya la denominación actual, que "responde al nombre oficial aceptado por la Academia Valenciana de la Lengua", y considera, tal como recalcan desde la cúpula socialista en la Ribera Alta a este diario, que "no tiene sentido este referéndum no vinculante".
El propio primer edil no ha aclarado que ocurrirá cuando se produzca el recuento y se sepa qué denominación goza de más respaldo. Si logra ganar la terminada en ´b´ cerrará el debate y quizás la crisis de gobierno con Compromís; en cambio, si vence la finalizada en `p´, Mínguez deberá dilucidar si inicia o no el trámite para retornar oficialmente al anterior topónimo. Si lo hiciera, la crisis vigente podría desembocar en ruptura. El lunes participaron 88 vecinos; el martes, 117.
Mientras, a poco más de un centenar de kilómetros de distancia de Alfarb, Fuenterrobles ha empezado esta semana un nuevo sistema de gobierno comunal. Adrián Álvarez renunció a seguir de alcalde tras cinco años en el cargo con un críptico documento en el que aludía a “guerras” que dificultaban su gestión y se marchó hace dos semanas en un pleno en que el no aclaró más.
El pasado viernes, y tras desistir de optar a la vara de mando la número dos, Gemma Marín; y el tres, Santiago Torres, de la candidatura de Esquerra Unida -formación que gobierna con una mayoría absoluta de cinco sobre siete-, la cuatro, la ingeniera Carolina Viana, fue proclamada alcaldesa.
En un breve discurso con las palabras medidas, no dio pista alguna sobre el trance vivido en su partido y que ha sumido al municipio en la incertidumbre. No obstante, recalcó el compromiso por sacar adelante el gobierno local y dejó caer, como suele ocurrir cuando entra un nuevo partido en un consistorio y anuncia variaciones con reproches a su predecesor, que iba a introducir cambios para agilizar la gestión.
También confirmó lo que ya anticipó Valencia Plaza: que habrá alcaldía rotatoria. La propia Gemma Marín o Raquel Hernández (quinta en la candidatura) irán recogiendo el testigo en los próximos años. Incluso lo podría hacer Santiago Torres y los números seis y siete de la candidatura pese a que no lograron acta. Para esto ultimo resulta imprescindible que dimitan uno o dos de los concejales actuales. En la práctica, supondría aplicar un modelo de alcaldía comunal y lo más cerca de ser compartido.
Del mismo modo dejó en el aire el futuro del reparto de delegaciones en el que se basa el gobierno local. Avisó de posibles cambios, aunque no inmediatos. Por tanto, la dimisión de Álvarez y la entrada de Viana no solamente no han resuelto la incógnita de qué ha pasado para forzar una renuncia tan drástica a la alcaldía, sino que han abierto la puerta a más movimientos que, de momento, ni explican ni anticipan.
Mientras, la web del Ayuntamiento sigue anclada con los datos de 2023 y continúa mostrando al equipo de gobierno que concluyó el anterior mandato. Como si nada hubiera ocurrido desde entonces.
Las decisiones del actual alcalde de Alfarb, Raúl Mínguez, y del ya concejal de a pie de Fuenterrobles Adrián Álvarez han generado en sus respectivos municipios dos experiencias inéditas en la provincia: un referéndum no vinculante y un gobierno con posesión colectiva diferida en el tiempo de la vara de mando.