VALÈNCIA (EP). Renfe cancelará unos 360 trenes de viajeros este fin de semana ante los paros parciales que CGT tiene convocados en la compañía ferroviaria para este viernes 30 de agosto y el domingo 1 de septiembre, fechas que coinciden así con la 'operación retorno' de las vacaciones de verano.
Se trata de las dos últimas jornadas del calendario de paros parciales que CGT ha llevado a cabo en Renfe este verano, que implican dos paros diarios, de cuatro horas cada uno, que tienen lugar entre las 12.00 y las 16.00 horas, y entre las 20.00 y las 24.00 horas.
No obstante, esta convocatoria obliga al Ministerio de Fomento a decretar servicios mínimos para garantizar la movilidad de los viajeros y a Renfe a cancelar los trenes que no forman parte de los mismos, que garantizan las circulaciones del 78% de los trenes AVE y Alta Velocidad habituales y el 65% de los de Media Distancia.
Del total de 360 trenes no incluidos en estos servicios mínimos y que se anulan este viernes y este domingo, 118 de ellos serán de AVE y de Larga Distancia y los 242 restantes de Media Distancia.
Por días, este viernes, Renfe tendrá que cancelar sesenta trenes AVE y de Larga Distancia, y otros 128 regionales.
En el caso del domingo 1 de septiembre, la convocatoria de paros lleva a anular la circulación de 172 trenes, 58 de AVE y de Larga Distancia y otros 114 regionales.
Renfe procurará recolocar a los viajeros de los trenes cancelados en otras circulaciones, siempre que sea posible. También da la oportunidad de cambiar la fecha de viaje o devolver el billete.
Respecto al servicios de Cercanías que Renfe presta en una docena de ciudades, entre ellas Madrid y Barcelona, los servicios mínimos cubren el 50% del servicio, que se eleva al 75% en 'horas punta'. En cuanto a los trenes de Mercancías, tienen la circulación garantizada el 34% de los habituales.
En su resolución de servicios mínimos, el Ministerio atribuye el porcentaje de servicios mínimos fijados al hecho de que los paros se convocan en días de "excepcional movimiento de viajeros".
Además, en el caso del viernes, coinciden "la movilidad propia de días laborales con la operación retorno vacacional, afectando, por tanto, a todos los tipos de trenes", argumenta Fomento.
"De no determinarse servicios mínimos, el ejercicio del derecho a la huelga originaría un daño superior e innecesario para los ciudadanos", concluye el Ministerio, que alerta del colapso en carreteras de acceso a las grandes capitales en caso de restringir el servicio de Cercanías o del perjuicio que se causaría al "excepcional número de viajeros que ha reservado con gran antelación billetes para estas fechas.
Con sus paros, continuación de los del 31 de julio y el 14 de agosto, CGT pretende reclamar un aumento de la plantilla de Renfe.
También denuncia la "imposibilidad" de cumplir el "espíritu" de la reducción de la jornada laboral semanal a 37,5 horas por la decisión de la empresa de aplicarla diariamente, con una disminución de 17 minutos del tiempo de trabajo de cada día, en vez de forma acumulada sumando días libres.