Opinión

Revista Plaza Principal

Anotaciones al margen

Las entrañas de Montoya

¿Habrá quedado ya eclipsado el «¡Montoya, por favor!» por otro viral? La expresión la repetía Sandra Barneda en La isla de las tentaciones, y las redes la convertían en una vivencia compartida en Los Ángeles y en Sebastopol

Publicado: 24/03/2025 ·06:00
Actualizado: 24/03/2025 · 06:00
  • Montoya en la Isla de las tentaciones
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

Muchos ingleses destacaban cómo comprendían los sentimientos del chico corriendo por la playa al grito de «¡Me has destrozado por dentro!» al ver a su pareja en la cama con otra persona, aunque no entendieran lo que decía. Las cuatro exclamaciones y medias frases fueron diligentemente subtituladas en el magacín de Whoopi Goldberg. Una de las tertulianas recordaba con gracia a otro Montoya de un mundo sin redes al que no olvidamos: aquel Íñigo espadachín que buscaba vengar la muerte de su padre en La princesa prometida.

La secuencia de apenas dos minutos tenía 200 millones de visualizaciones en una semana, más cientos de memes circulando y recreaciones en cuentas con miles de seguidores en Instagram o TikTok. Sin andar por esos territorios acabé viendo el vídeo a través de las secciones de información televisiva en los más serios diarios, no solo nacionales. Hasta en The Guardian valoraban el clip que contiene más dramatismo que todos los episodios del formato, ideado en Estados Unidos, con 32 adaptaciones internacionales. En su país de origen han realizado ocho ediciones, las mismas que en Telecinco. El crítico del prestigioso periódico recordaba que en su país se emitió una sola vez porque fracasó debido, seguramente, al carácter británico nada dado a exteriorizar los sentimientos. Incapaces de gritar al cielo estrellado su dolor, no son aptos para participar en este tipo de shows, a no ser que lo tomen como una escuela de interpretación.

La actuación del protagonista es bastante buena: «Parece cine», comentaban los tuiteros. «Quiero ver cómo sigue», suplicaban otros. La continuación inmediata fue un arrepentimiento fugaz de la novia infiel y otra carrera entre palmeras para pedir que la sacaran de allí, mientras se echaba en brazos del desolado Montoya. Al día siguiente ella remataba el coitus interruptus con su seductor asignado y él hacía lo mismo con la suya «para recuperar la dignidad».

Los efectos en la vida laboral del joven sevillano están por verse y también la pervivencia de la exclamación en el habla popular. El «Montoya, por favor» es más fácil de incorporar a las conversaciones que el desgarrador «¡Estefaníaaaaaa!» de otro novio ultrajado en la primera edición del formato en España en 2020. Christopher y Fani estiraron lo que pudieron la popularidad y se casaron. Poco después se divorciaron y se ganan la vida aprovechando la dosis de fama que se ganaron con sudor y lágrimas.

Ser tendring topic mundial ha atraído a nuevos espectadores a la octava temporada del reality. El capítulo siguiente al momentazo se quedó a una décima de cuota de pantalla de La revuelta y superó a El hormiguero en el tramo en el que coincide con ellos. La emisión completa lideró en todas las franjas de edad por debajo de los 64 años, sobre todo en el público juvenil. Casi la mitad de los que veían la tele con entre trece y veinticuatro años lo vieron, seducidos por el drama erótico-sexual consentido y pagado. La explosión de Montoya colocó en las portadas que La isla de las tentaciones es el programa que mejor funciona en Telecinco, en medio de la nebulosa de indiferencia en la que está sumida la parrilla de Mediaset.

Echando de menos a los de Sálvame sin reconocerlo, Ana Rosa Quintana ha tenido que volver a las mañanas para ver si metiéndose de nuevo en política recobra su poderío. Por otra parte, la buena labor que se está haciendo en los renovados servicios informativos no se traslada a los índices de audiencia. Intentar cambiar de imagen y dejar de ser lo que fuiste durante tantos años está suponiendo una dolorosa sangría de espectadores. El éxito de La isla de las tentaciones no hace más que confirmar el tipo de producto que gusta de la fábrica de Mediaset, el que remueve las entrañas.

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo

Renovables
Senyor Pirotècnic...