VALENCIA. Ribera Salud, concesionaria de cuatro hospitales en régimen de colaboración público-privada en la Comunitat Valenciana, ha decidido empezar identificarse como gestor y explicar a los ciudadanos y pacientes que acudan a sus centros los valores diferenciales que aportan respecto a otros hospitales. Así lo explicó el consejero delegado de Ribera Salud,
Aunque siempre han defendido que "al ciudadano no le preocupa quién gestiona, sino cómo gestiona”, lo cierto es que los numerosos desprecios del Consell al modelo de colaboración público-privada han hecho que decidan sacar pecho de lo que aportan al paciente a pesar de que hasta ahora en sus hospitales nunca estaba el logotipo, ya que intentaron integrarse dentro del sistema público y ser parte de la estrategia sanitaria valenciana.
Recordó que Alzira fue el primer hospital informatizado o con habitaciones de una persona en España. “Yo creo que ayudamos a que el sistema público sea equitativo y los que atacan nuestro modelo es que quieren que haya una sanidad para quien se lo pueda pagar y otros para los que no”, lamentó. “La colaboración público-privada no es una descapitalización del sistema público, sino un refuerzo”.
Para De Rosa, la colaboración público-privada es una acción que permite crear valor público y ser aliado de la parte pública con el fin de dar un mejor servicio al ciudadano. “El modelo Alzira es un modelo de cambio cultural”, explicaba. El directivo aseguraba que un gran modelo de sanidad a largo plazo debe tener tres elementos comunes. En primer lugar el gobierno debe dar una asistencia de calidad a todos los ciudadanos, en segundo lugar hacer una sanidad sostenible y en tercer lugar, donde introduce la colaboración público-privada, dar respuestas rápidas a problemas como el envejecimiento. No se puede gestionar igual que hace 50 años y ahí es donde entramos nosotros”.
De hecho, destacó que, a pesar de tener un gran sistema público de sanidad, se creó en los años 70, por lo que necesita renovarse. “Nuestro modelos en Ribera Salud se basan en factores de éxitos como tener sistemas de información para medir lo que hacen, cómo lo hacen y cuánto cuesta o la incentivación de los recursos humanos”. De hecho, asegura que la gran asignatura pendiente no sería acabar con la flexibilización del modelo, que es donde entran ellos, sino cambiar la forma de la gestión pública. “Es algo imprescindible”.
El consejero delegado de Ribera Salud destacó que existen varios modelos de este tipo de colaboración. Los conciertos, el Muface y las concesiones, donde se enmarca Ribera Salud. Respecto al segundo, recalcó su aceptación por parte de todos los partidos políticos a pesar de que es una sustitución del sistema público que ofrecen aseguradoras, entidades con ánimo de lucro. “Es interesante que la gente reflexiones que el 85% de dos millones de funcionarios disfrutan de este modelo”. Por este motivo De Rosa reflexionaba, “algo habremos hecho mal cuando están preocupados ya que el modelo concesional es mucho más público que los conciertos y Muface”.
¿Luces y sombras? “Luces hay muchas, como los casi 600 millones de euros que hemos invertido en los últimos años”, explicaba. A esto suma proyectos de investigación, promoción y prevención, una máxima del sistema capitativo en la que se basa esta concesión. Además, De Rosa insistió en que el nivel de satisfacción con este sistema es alto y mucha gente de la que acude al hospital desconoce el sistema de gestión.
“Sombras también tiene muchas y es que ha habido una banalización en debates que no nos han hecho sentir cómodos y hacerlo con algo tan serio como la sanidad no es correcto”, insistía. Por este motivo, piensa que deberían hacer más pedagogía desde el sector privado. “No hemos sabido contar bien las cosas, como que hay un tope de beneficios”. A partir de ahí, cree que es necesario plantearse una serie de retos en la sanidad como que la administración pública tenga una visión estratégica de la colaboración público privada como una mejora de la gestión pública. A esto sumó la necesidad de una mayor transparencia a la hora de presentar los datos públicos y una la falta de seguridad jurídica.
Para De Rosa, el objetivo del Gobierno debe ser crear cohesión social, equidad y darle una respuesta la ciudadano mientras que e sector privada debería introducir nuevas herramientas de gestión y especialización. “Tenemos que mentalizarnos que el ciudadano es el eje para el que trabajamos”. De hecho, su modelo ha sido objeto de estudios en universidades como Harvard y actualmente forman parte de un concurso para construir un hospital en Eslovaquia.