VALÈNCIA. Joan Ribó certifica su frontal rechazo a la ampliación del Puerto de Valencia sin una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Su voto en contra de la aceptación de la oferta de MSC para invertir más de mil millones en una nueva terminal de contenedores, sumado al anuncio de la presentación de alegaciones por parte del Ayuntamiento de València y la amenaza de judicializar el concurso suponen su primer posicionamiento en contra tras cuatro años como consejero de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV).
El consejo de administración de la APV aprobó este viernes, con el único voto en contra del alcalde de València, seleccionar la oferta de MSC, la única presentada, y dar inicio al expediente para continuar con el proceso de adjudicación. Ribó justificó su oposición ante la negativa del resto del consejo de dejar en suspenso el proceso a la espera de que el Ministerio de Transición Ecológica determine si se necesita renovar la DIA vigente, un hecho que le llevó a oponerse por "obligación" y para no "cerrarse ninguna puerta" de cara a una demanda posterior.
Sin embargo, a juzgar por la estrategia seguida durante el tiempo del que forma parte del órgano de decisión del Puerto, especialmente los últimos meses, su oposición podría considerarse novedosa. De hecho, el alcalde de València ha tenido al menos dos oportunidades para manifestar la postura que defendió este viernes.