VALÈNCIA. La película Riverbed, del director libanés Bassem Breche, ha ganado la Palmera de Oro de la 38º edición de La Mostra de València. El premio, dotado de 30.000 euros a la producción y 15.000 a la distribución española, ha sido otorgado en la gala de este sábado celebrada en el Palau de la Música. El jurado ha querido destacar este premio por “construir una experiencia cinematográfica excelente sobre la maternidad”, además del tratamiento de dos temporalidades diferentes dentro de la película.
Riverbed narra el reencuentro entre una madre y una hija en el momento en el que la segunda vuelve a casa mientras aborda su propio embarazo y un divorcio, las vidas de ambas chocan y se encajan entre la rutina solitaria de la madre y el acercamiento entre las dos. Tal y como explica Álvaro Devís, en su análisis del film para Culturplaza, esta película hace un tratamiento clave sobre el tema del aborto, tabú en los países árabes y a través del que Breche habla cobre el silencio “impuesto por cultura” entre las mujeres en el Líbano. La Palmera de Oro la recogía la actriz protagonista Omaya Malaeb, quien ha querido agradecer a la Mostra por celebrar una película que rompe estereotipos y que cuenta con las mujeres como claras protagonistas.
A Malaeb ya casi no le quedaban palabras de agradecimiento al recibir el mayor galardón del festival, ya que ha tenido que subirse al atril tres veces a lo largo de la noche. Riverbed ha recibido también el premio a la mejor fotografía y a la mejor banda sonora. Ambos premios los ha celebrado en su discurso a la atención de quienes han observado con detalle una película en la que está cuidado cada movimiento: “Está hecha con muchísimo detalle y es magnífico que se pueda reconocer de esta manera”, ha explicado la actriz en nombre del director Bassam Breche, quien no ha podido asistir a la gala por la situación del conflicto en Gaza. Además la actriz ha querido mostrar su apoyo a Palestina alzando el puño al final de una de las entregas, a modo de protesta y aprovechando el altavoz de esta gala.
La Palmera de Plata (dotada de 20.000 euros para la producción) ha sido para Cidade Rabat de Susana Nobre, según el jurado “un alegato sobre la pérdida, la ternura y la delicadeza”. La directora portuguesa ha querido celebrar este premio dedicando su discurso al cine, ese arte que “nos conecta con las cosas del mundo y nos desconecta de nosotros mismos”. La gala, dirigida por Anna Marí y presentada por Paloma Vidal y Daniel Tormo, ha tenido también otra gran ganadora en la noche: Deserts, que se ha alzado con el premio a mejor dirección para Faouzi Bensaïdi y con el de mejor actor para los dos protagonistas de la película marroquí: Fehd Benchemsi y Abdelhadi Talbi. Ninguno de ellos ha podido estar presente en la gala, pero han realizado su discurso a través de un vídeo en el que agradecen al gran equipo detrás del film, sin el que estar en la Mostra no sería posible.
Claudia Face, protagonista del film valenciano Marina, Unplugged (dirigida por Alfonso Amador) ha recogido el galardón a mejor actriz femenina, sorprendida ha celebrado esta entrega como su primer premio al que “no sabe cómo ha llegado ya que solo hace su trabajo”, con la voz temblorosa ha querido agradecer enormemente al jurado de la Mostra -formado por Maria Hatzakou (Grècia), Diana Al-Halabi (Líban), Fatma Cherif (Tunísia) y Michela Occhipinti (Itàlia)- su dedicación y el visionado atento de la película, que tal y como la define Devís consigue abordar “sin tapujos ni desvío alguno” la construcción de un discurso ultra a través de la figura de una líder de un partido neo-fascista y que se cuenta a través de grandes monólogos sobre el feminismo y la inmigración, entre otros temas.
El mejor guión se lo ha llevado Lost Country, con una historia escrita por Vladimir Perišić y Alice Winocour quienes se adentran en un drama familiar en un momento de cambio de régimen en la Serbia de 1996. Un adolescente, cuya madre es portavoz del partido de Milošević, tiene que enfrentarse a su propia familia al ser su madre portavoz del gobierno corrupto contra el que sus propios amigos se revelan. Perišić ha agradecido el galardón a través de vídeo y lamentando no poder estar en la gala, aunque celebrando que existan iniciativas como la Mostra para poder contar estas historias cargadas de verdad y que muchas veces abordan “temas conflictivos”.
El premio À Punt del público, entregado al principio de la gala, ha sido para Dancing On The Edge Of A Volcano, un documental de Cyril Aris que se traslada a Beirut en agosto del 2020 para contar la historia de una explosión que destroza la capital libanesa. En medio del caos un grupo de cineastas se enfrenta al drama de si seguir o no con su proyecto debido a la situación. La película podrá verse próximamente en la cadena de televisión valenciana, ya que este premio supone la admisión de los derechos de esta por parte de À Punt.
Al finalizar la gala el público ha podido disfrutar del estreno de Les vacances de Mara, la ópera prima de Elena Escura en la que habla de “los sueños perdidos y de los distintos caminos de la amistad”. La productora Giovanna Ribes ha querido agradecer al festival que haga hueco a una película valenciana en esta gala, con una película sobre “la honestidad, la amistad y poder estar de vacaciones donde realmente queremos”. El equipo de la película ha querido también hacer un guiño al film con una flor amarilla como complemento, para simbolizar la lucha por el cáncer, que tiene su lugar dentro de la película y que sirve para guiar una de las tramas principales.
Repaso a la Sección Oficial