MADRID (EP). El cineasta Rodrigo Cortés, quien publica el recopilatorio 'Cuentos telúricos' (Random House), ha asegurado que "nunca" ha trabajado con alguien "más respetuoso, más amable y menos invasivo" que el director Martin Scorsese, el cual también produce su última película con Mario Casas 'Escape'.
"Ni siquiera sabría definir cómo es trabajar con él, porque Scorsese es la razón por la que hago cine, literalmente", ha señalado Cortés en una entrevista con Europa Press, en la que ha ensalzado la figura del creador de películas como 'Taxi driver' o 'Gangs of New York'.
Para Cortés, Scorsese "no solamente es una figura fundamental" de la historia del cine, sino que es su "mentor invisible sin que él lo supiera". "Es mi maestro en la distancia, por su cine, por su actitud y por su magisterio", ha defendido tras admitir que ha sido "un placer" trabajar con "un sabio y un conocedor" del cine.
El cineasta, ganador de un Premio Goya en 2011 por su película 'Buried', no cree que el cine español atraviese ahora por un momento distinto al de otras épocas, pese a los logros internacionales de los últimos años. "Ni mejor ni peor, tratamos de convertir cada instante en un titular posible, pero todo es mucho más intuitivo", ha señalado.
De hecho, considera que una "gran" película será siempre "una excepción" y ha puesto como ejemplo a 'Plácido', de Berlanga. "Siempre miramos al pasado con nostalgia romántica, o al presente con euforias que se desvanecen un año después, pero lo importante es que se hagan buenas películas sin necesidad de crear un sistema en torno a ellas", ha defendido.
Preguntado respecto a las diferencias de escribir y dirigir, ha bromeado con el hecho de "estar dispuesto a firmar" que es menos placentero lo segundo, porque "hay poco placer" en un rodaje. Pese a que sus últimos dos rodajes -'El amor en su lugar' y la aún sin estrenar 'Escape'- ha tenido "más diversión de la habitual", ha calificado estos escenarios de trabajo como "un páramo de sufrimiento".
"Rodar es siempre luchar contra las condiciones, contra la luz o contra el tiempo, mientras que escribir sigue otras reglas: no es más fácil ni es más difícil, pero no tienes media hora para acabar algo porque jamás volverás a esa localización, o porque solo queden doce minutos de sol", ha reflexionado.
De hecho, Cortés ha admitido que su escritura para el cine es "poco literaria" y los libros, al revés, "poco cinematográficos", ya que entiende que son códigos distintos. "Incluso creo que si los libros se adaptasen al cine en lo literal, responderían a tramas que no serían particularmente gozosas porque tienen más que ver con la reflexión de sus personajes que sobre lo que están viviendo", ha apuntado.
Respecto a su manera de trabajar, ha afirmado que no responde a "golpes de inspiración" tanto para escribir sus guiones como sus novelas o cuentos. "Desconozco cómo funcionan los demás, pero yo no respondo a ideas mágicas que caen del cielo: me siento a trabajar y entonces la musa empieza a susurrarte", ha ironizado.
También rechaza una asociación de sus personajes -pillos, llenos de humor y muchas veces rozando lo grotesco- con su propia persona. "No hay que confundir a los personajes conmigo. Yo me parezco al libro, pero no me parezco el escritor y ninguno de ellos dice necesariamente algo que yo diría. De hecho, constantemente me pongo trampas en ese sentido, y les hago expresar cosas sobre las que no he reflexionado lo más mínimo", ha concluido.