VALÈNCIA. Turquía ya no produce únicamente lujosas telenovelas. Con la irrupción de internet, durante estos últimos dos años se han estrenado producciones más arriesgadas en lo narrativo y estético, que además tratan cuestiones hasta ahora tabú en el país otomano. Es el caso de Sahsiyet (o Persona), el Breaking Bad turco, que, a diferencia del resto de series controladas de forma férrea por el Consejo Supremo de la Radio y la Televisión turcas (RTÜK), muestra no solo escenas con alcohol, tabaco o un simple beso, detalles habitualmente prohibidos en su televisión tradicional, sino que además plantea asuntos polémicos como la transexualidad, el racismo, la corrupción de la Justicia o el respeto hacia las mujeres.
Agâh Beyoglu (Haluk Bilginer), un viudo jubilado, recibe la noticia de que padece Alzheimer. Consciente de que va a dejar de recordar y que, por tanto, ya no tiene nada que perder, este exfuncionario de Justicia decide acabar con algunos de los criminales que pasaron por sus archivos pero se libraron de ser condenados y siempre ha mantenido en su memoria. En paralelo, la joven Nevra Elmas (Cansu Dere), la primera mujer policía de su comisaría en Estambul, debe encargarse del caso, frente al ambiente machista de la institución policial. Pese a la resistencia de sus compañeros, Nevra se ve obligada a involucrarse en el caso al recibir reiterados mensajes en clave, dedicados a ella personalmente, por parte del asesino en serie.
Sashiyet bebe de la cultura estadounidense de género de los últimos años. Las similitudes con Breaking Bad saltan inmediatamente por varias razones. La más evidente es la motivación del protagonista, el criminal Agah, que, igual que Walter White, tiene diagnosticada una enfermedad terminal. Ambos quieren dejar todos los asuntos resueltos antes de que llegue su final. En segundo lugar, la estructura de cada episodio es idéntica a la norteamericana. Cada capítulo arranca con un salto en el tiempo, de manera que no entenderemos de forma completa la escena inicial hasta que no terminamos el visionado del episodio.
En Sashiyet podemos identificar además otros homenajes a títulos recientes de éxito. Su protagonista nos recuerda también a Dexter, el forense que asesina a aquellos criminales que se han librado de la acción de la Justicia. Las referencias estéticas a series de investigación criminal también están presentes, como el clásico mosaico de fotos con las víctimas que tantas veces hemos visto en películas y series sobre criminales. Entre tanto crimen y drama, encontrarán además momentos divertidos.
Con una dirección y una fotografía exquisita a base de colores neón, la serie resalta por el altísimo nivel interpretativo del elenco actoral, en especial su protagonista masculino. Haluk Bilginer es un actor de amplísima trayectoria tanto en el cine, la televisión y el teatro, que ha trabajado también en EEUU, además de Gran Bretaña, donde tuvo un papel muy popular en la serie EastEnders durante los años 80. Un auténtico camaleón que emociona en cualquier escena y nada tiene que envidiarle a un, por ejemplo, Bryan Cranston.
A la actriz Cansu Dere la conocemos en España por ser la protagonista de la serie dramática Madre, en emisión en el canal Nova. Una telenovela con bastante éxito en la actualidad dentro de las emisiones de los canales TDT (su estreno fue visto por 687.000 espectadores).
La protagonista de Sashiyet, Nevra, es una mujer moderna e independiente, la primera mujer policía conocida en su televisión, que perfectamente podríamos ver en un serie noir danesa, por poner un ejemplo.
Una serie crítica con la sociedad conservadora turca
Esta rareza audiovisual rompe con todos los tabúes hasta ahora perseguidos por la censura turca. Los personajes fuman, beben y se besan; aparece un transexual que intenta ligar con el protagonista; entre los malhechores, conocemos a un juez corrupto; trata de menores; y, además, el personaje de Nevra pone en cuestión durante la investigación conductas racistas hacia los gitanos. Pero sobre todo, la serie muestra una postura totalmente crítica con el tratamiento hacia las mujeres dentro de la sociedad turca, posicionándose en contra de los matrimonios por conveniencia con mujeres que son casi niñas.
La investigación ocurre en un pequeño pueblo imaginario llamado Kambura, mientras que Nevra vive en Estambul, de manera que “todo lo malo”, digamos, ocurre en un pequeño núcleo social de viejas tradiciones, secretos y roles de género que oprimen a las mujeres. “Kambura es Turquía”, se puede leer en Twitter al revisar los comentarios de los espectadores jóvenes turcos. Tuché.
“No es TV tradicional, es internet”
En Turquía Sashiyet es la consecuencia de la demanda de un tipo de público, el joven, que ha abandonado totalmente la televisión tradicional y no encuentra satisfacción en sus melodramas clásicos. Pese al gran éxito de estas telenovelas en otros territorios (entre Oriente Medio, los Balcanes, Europa del Este y Latinoamérica), con la llegada de internet y la existencia de canales digitales como los turcos PuhuTV, BluTV, además del gigante Netflix, los espectadores de menos edad han cambiado radicalmente de hábitos.
Esta demanda ha generado en cadena otros cambios en la industria. Las series en las televisiones turcas tradicionales tienen una duración de dos horas por episodio. Sin embargo, las nuevas plataformas OTT del país otomano han lanzado sus series con los estándares de duración internacionales, es decir, con episodios de 60 minutos, algo que lógicamente influye en el tempo y en la calidad de la serie de forma positiva.
Por otro lado, está la cuestión del control del Gobierno de estos contenidos, como adelantábamos antes. Debido a una ley emitida en marzo de 2018, que pretende controlar los contenidos de internet, estos nuevos canales digitales se han visto obligados a tener una licencia emitida por el Consejo Supremo de la Radio y la Televisión turcas (RTÜK). Esto ha supuesto, a partir de su aprobación, un control, por un lado económico, al tener que pagar los consiguientes impuestos por su explotación, por ejemplo, por obtener ingresos gracias al ‘emplazamiento de producto’. Y por otra parte, ha permitido que RTÜK pueda multar, censurar o incluso prohibir, determinados contenidos también en internet.
PuhuTV es una OTT muy joven. Nacida en 2017, arrancó su andadura con el estreno de la serie de gran éxito titulada Fi. En marzo de 2018 estrenó Sahsiytet, con una única temporada. El producto tuvo la suerte de ser emitido justo cuando se estaba elaborando la nueva ley de 2018, de manera que fue exhibida sin control alguno por parte de la RTÜK. Por todo ello, Sahsiytet es para muchos la mejor serie turca realizada hasta el momento. Si no, que se lo digan a los usuarios de IMDB, que la han aupado entre las mejores 50 series de la historia con una calificación de 9.1. Nada menos.
Sahsiyet no tiene todavía ventana de exhibición confirmada en España. Según la distribuidora turca Madd Entertainment, en estos momentos se está negociando con diversas televisiones y plataformas la futura emisión en nuestro territorio.