MADRID, (EP). El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado este lunes que está dispuesto a hablar con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, pero ha recalcado que quien puede convocar esa cita es él, porque, con su acuerdo con Ciudadanos y el apoyo de Coalición Canaria, tiene ya más escaños que el PP.
"Quien convoca es el candidato que tiene más apoyos, que soy yo", ha señalado en una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press, cuando se le ha preguntado por el anuncio que ha hecho poco antes el líder del PP, asegurando que le llamará esta semana para tener una conversación privada.
Sánchez ha dicho que, si se da el caso, agradecerá su llamada, y le dirá que si quiere pueden verse "en el Congreso". Además, ha avanzado que le dirá que él ya tiene 131 escaños --los del PSOE y Ciudadanos-- que son más que los 122 que tiene el PP, los que obtuvo el pasado 20 de diciembre, menos el de Pedro Gómez de la Serna, imputado por corrupción, que espera que "no compute".
Por eso, le preguntará a Rajoy "si quiere apoyar al gobierno del cambio" que aspira a liderar el PSOE. Sánchez ha recalcado que espera que el PP y Podemos "dejen gobernar" a los partidos que ya han "planteado una solución" a los españoles.
Y ha dejado claro que no le importaría ir a la reunión con Rajoy acompañado del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, "si él quiere", y que lo mismo haría si se plantea una reunión con el líder de Podemos, Pablo Iglesias. De hecho, ha dicho que él va a llamar "a todas las fuerzas del cambio" para invitarles a reuniones con "las dos formaciones" que han cerrado un acuerdo.
Además, Sánchez ha desvelado que Rajoy intentó que ambos tuvieran "una reunión privada" y él la rechazó. "Le dije que en privado no; en público, las que quiera", ha dicho, para después subrayar que en ambos casos le diría lo mismo: No le va a apoyar.
El líder socialista no ha querido plantearse la hipótesis de que Rivera pacte por su cuenta con Rajoy. "Eso habría que preguntárselo a él", ha dicho, aunque acto seguido ha subrayado que ambas formaciones tienen la garantía del trabajo que ya han hecho juntos, anteponiendo el interés general.
El líder de los socialistas ha cargado contra el PP pero a quien ha responsabilizado del fracaso de su investidura ha sido a Podemos, partido que cree que ha "traicionado" a sus votantes. De hecho, ha defendido que a quien dio un beso la pasada el líder del partido morado, Pablo Iglesias, fue a Rajoy, porque con él ha construido "una coalición en negativo".
Es más, ha afirmado que si él no es hoy presidente del Gobierno es "porque Iglesias no ha querido, porque no es vicepresidente y no controla el CNI" y también porque Podemos "piensa que para resolver la crisis en Cataluña hay que romper España".
Sánchez ha hecho especial hincapié en criticar la apuesta de Podemos por el referéndum en Cataluña, incluso cree que esa defensa del derecho de autodeterminación es lo que subyace en la exigencia de Iglesias de que el PSOE debe elegir entre ellos y Ciudadanos. Y le ha replicado que "España no se arregla partiéndola", sino "con un proyecto común".
El líder socialista ha insistido en que él habría querido un Gobierno de izquierdas pero que, por mucho que insista Podemos, estos partidos no suman escaños suficientes y tendrían que apoyarse en DL y ERC, que quieren "la república catalana". "El PSOE nunca va a hacer descansar al gobernabilidad de España en dos partidos que no comparten el proyecto común", ha aseverado.
Así, ha insistido en que no quiere ser presidente "a cualquier precio", en que no tiene "apego" al sillón, incluso que dará "un paso atrás" el día que se considere "un obstáculo para España". Eso sí, cree que "lo llamativo" es que esa reflexión no la haya hecho Rajoy.
En ese contexto, ha defendido su acuerdo con Ciudadanos, convencido de que el "mestizaje" ideológico es lo que han pedido los votantes y recordando que en la campaña electoral era Podemos quien apostaba por no hablar en términos de izquierda y derecha, incluso presentando esta dicotomía como "un juego de trileros".
Con todo, ha defendido que pedir a Podemos que le deje gobernar no es pedirle "un cheque en blanco", porque "la aritmética parlamentaria lo impide" y lo cierto es que, para gobernar, necesitará a Pablo Iglesias y "a todas las fuerzas del cambio".
Así, ha avisado a Podemos de que aunque él, a priori, no rechaza un Gobierno de coalición, el Gobierno lo hace el presidente. En esa línea, ha dicho que a él le gustaría "fiarse más" de Pablo Iglesias, pero ha recordado que mientras él estaba reunido con el Rey el líder de Podemos salió en rueda de prensa proponiendo un Gobierno en el que quería "ocupar todo", y además, exigiéndole al líder del PSOE "que sonriera al destino porque gracias a él iba a ser presidente del Gobierno".
Además, ha dicho que ese tipo de declaraciones "de un político que se dice joven" sólo le provoca "desprecio". En cambio, ha asegurado que él ha entendido el mensaje de los ciudadanos, que "quieren cambio y quieren que ese cambio sea con diálogo" y no con descalificaciones. Es más, ha afirmado que él ha "aprendido mucho" desde la campaña electoral y ahora es un político "mucho más maduro".
En este escenario, considera que hay un "40 por ciento" de posibilidades de que se repitan las elecciones, frente a "un 60 de que haya un gobierno" socialista. Además, ha dicho que si a partir de ahora Podemos basa "su estrategia en las encuestas" daría "el peor ejemplo de la política". "Tenemos que anteponer los intereses generales a los intereses de cada uno de los partidos, entonces de cero a diez vamos a darle un cuatro a que haya una repetición de elecciones", ha remarcado.
Primer capítulo la próxima semana de la investidura de Pedro Sánchez. ¿Habrá fumata blanca? O ¿Seguiremos sin ver el elefante? Si no sale, supuestamente en septiembre habrá tiempo y sino elecciones el 10 de noviembre. Todo va a depender de si ven o no el elefante, o sea si se entienden o no Pedro Sánchez y Pablo Iglesias u otros socios más o menos incómodos