Sandra Gómez asume las ayudas a empresas culturales con una partida de 200.000 euros

VALÈNCIA. Encabezada por Sandra Gómez, Desarrollo Económico se ha convertido en la cuarta concejalía de ámbito cultural en el Ayuntamiento de València, después de Patrimonio Cultural y Recursos Culturales (Glòria Tello); Acción Cultural (María Oliver) y Cultura Festiva (Pere Fuset). A pesar de no formar parte del área de Cultura en el organigrama institucional, el área gestionada por la socialista prevé publicar antes de verano una orden de ayudas por un importe de 200.000 euros dirigidas a empresas culturales, un paquete destinado a impulsar a aquellas compañías que generen empleo estable, trabajadores autónomos y también una parte reservada para empresas que hayan o estén desarrollando iniciativas de consolidación del negocio, como puede ser un plan de formación para trabajadores o un proyecto transición digital.

Si las distintas partidas de subvenciones impulsadas por Tello y Oliver se enfocan principalmente a entidades sin ánimo de lucro y cada una de ellas está dirigida a un bloque de disciplinas artísticas concretas, a las nuevas ayudas para empresas podrá acceder cualquier empresa cultural con sede en València. “Uno de los principales problemas que sufre el sector de la cultura es el de generar empleo estable y de calidad. Como concejala de Desarrollo Económico me interesa tener un sector cultural potente en la ciudad que genere empleo y riqueza, como administración tenemos que ayudar a nuestra industria cultural, por eso lanzamos desde el área de ocupación esta orden de subvención”, explica la primera teniente de alcalde sobre una partida que, aunque habla de un “grano de arena” en el maltratado sector, nace con vocación de ser anual.

Gómez reivindica la industria cultural como “un sector económico” más de la ciudad y, siendo también concejal de Turismo y presidenta de la Fundación Turismo València, destaca de igual forma su papel para situar la ciudad “como un potente destino cultural”, algo que se seguirá explorando por distintas vías, además de la renovada Film Office. "El Ayuntamiento también ve la cultura como una oportunidad económica para la ciudad, es un sector. El consistorio tiene que estar ahí porque es un sector que tiene muchísimas dificultades para desarrollar iniciativas. No solo generan un valor cultural y económico, también ayudan a situar a València como un destino donde existe una oferta cultural atractiva para la gente que viene de fuera", concluye la edil, que prevé publicar la orden antes de verano.

La publicación de esta orden de ayudas la convierte en la práctica en la cuarta concejalía de ámbito cultural y la primera para el sector privado, una partida que resulta “compatible” con las promovidas desde el área de Cultura, explica la propia Gómez. "El objetivo del área de Cultura es promocionar aquellas iniciativas culturales que son interesantes para la ciudad, nosotros queremos llegar a la industria, a las empresas que se dedican a la comercialización cultural. Es un sector con muchas dificultades porque, por desgracia, el ratio de consumo en general es bajo en España y València no es una excepción. Con la subida del IVA en estos años muchas empresas han sufrido también en su margen de beneficios. Si hay un sector al que la crisis ha afectado es al cultural, el que primero se ha dejado de lado".

El alivio del sector privado tras las críticas

Lo cierto es que las distintas ayudas promovidas desde el consistorio no se han configurado sin polémica. La nueva partida llega como agua de mayo para un sector privado que ha sido abiertamente crítico con la confección de las subvenciones por parte del Ayuntamiento. No hace falta irse muy lejos para verlo, el pasado mes de abril  la Associació d'Empreses d'Arts Escèniques del País Valencià (Avetid) emitió un duro comunicado contra la partida de 300.000 euros de la concejalía de Acción Cultural, que consideran "un enfrentamiento y posicionamiento absurdo contra la profesionalización". Las ayudas enfocadas a la producción escénica, proyectos de interés especial, residencias de creación y festivales y circuitos, indicaron desde la entidad, "no contemplen el apoyo de los equipos estables de trabajo y las infraestructuras que con mucho esfuerzo se han ido poniendo en pie desde hace años" ni tampoco "las programaciones en las salas que, además de dar visibilidad a las compañías y trabajo con sus exhibiciones, colaboran sustancialmente con una mayor oferta cultural en la ciudad".

Tampoco la partida de 150.000 euros reservada por la edil Glòria Tello para proyectos culturales se han ejecutado sin voces contrarias a su formulación, un abanico de ayudas que en 2016 fueron de los 9.000 euros a los 200 euros y que benefició a un total de 73 entidades –casi todas las que optaron a ellas- de distinta índole, como pudieron ser Intramurs, Russafart, la asociación sordos 2000 o la asociación de vecinos de La Plata-General Urrutia. “Están hechas así para conseguir la igualdad. Hay proyectos como VLC Negra, que creo que fue de los que más dinero obtuvo, que tiene unas necesidades y una estructura. Hay otros que son de una asociación de vecinos que quieren presentar unos poemas... En las bases había unas baremaciones y puntuaciones para diferenciar la cantidad a recibir según la comisión”, explicaba Tello durante una entrevista con Cultur Plaza.