VALÈNCIA. Hace unas décadas, Bruce Lee o Jean-Claude Van Damme eran los ídolos de muchos jóvenes que deseaban practicar deportes de contacto. Hoy las nuevas estrellas son Conor McGregor, Amanda Nunes, Demetrious Johnson o Khabib Nurmagomedov. Todos ellos practican las artes marciales mixtas (MMA en sus siglas en inglés), uno de los deportes de mayor contacto que existe en la actualidad al permitir el uso de golpes, patadas, llaves, estrangulaciones y técnicas provenientes de una gran variedad de disciplinas de combate y artes marciales. No todo vale, pero en cada pelea la posibilidad de morir aparece en la mente de los luchadores, que hacen lo imposible para que esos golpes no acaben en knockout o en lesiones que les aparten de esa jaula octagonal más tiempo del deseado.
Una pelea a torso desnudo, pantalones cortos, pies desnudos y guantes de cuatro onzas (unos cien gramos) en la que golpearán, saldrán de una llave, caerán al piso y volverán a levantarse hasta que ya no puedan más. Serán veinticinco minutos que dejan atrás meses de entrenamiento, de exigir el cuerpo al máximo y de llevar una adecuada alimentación para lograr que la báscula marque el peso reglamentario.