VALÈNCIA. Solo hace falta darse un paseo por algunos de los laboratorios del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe para vislumbrar esa neblina que denota que algo no anda como debería. Desde hace meses, investigadores y personal de gestión se manifiestan en la puerta del centro denunciando la precariedad del colectivo, aunque se trata de una cuestión que, evidentemente, no viene de ahora.
Son varios los asuntos que tienen a los trabajadores preocupados a pesar de que el laboral ha copado las mayores de las atenciones. Sin embargo, la minoración de personal en el centro y la falta de gerencia son cuestiones que están ralentizando cualquier trámite necesario por parte de los investigadores para acometer su actividad diaria, desde comprar material a publicar en una revista de investigación.
En estos últimos días, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, se ha pronunciado acerca de las demandas judiciales del personal del centro para conseguir que se les considere personal indefinido. Sin embargo, poco o nada se ha mencionado que podrían pararse investigaciones de forma inminente si los científicos siguen sin recibir el material necesario porque o no se aprueban las compras o porque la alta deuda con algunos proveedores ha cortado la dispensación. Una situación que se ha agravado mucho más tras la marcha del último gerente, Javier S. Burgos, quien fue 'ascendido' por Barceló hasta la dirección general de Alta Inspección.
A pesar de lo que pueda parecer no se trata de una cuestión monetaria. Y es que la subvención que aporta la Conselleria de Sanidad al centro no es muy alta dentro del montante que los investigadores traen al instituto y que consiguen en convocatorias públicas. "Tengo dinero para investigar pero no puedo gastarlo porque no puedo contratar o comprar material" es una de las frases que más se repiten y alcanzan su máximo apogeo cuando se mezclan el atasco por la falta de personal y gerente con la "hiperburocratización" impuesta por el Gobierno central.
La extrema lentitud para resolver problemas que se venía dando en el mandato de S. Burgos -según apuntan varios investigadores- se ha agravado con su marcha. "La gente está agotada, cabreada, hay una sensación de abandono generalizada, de una muerte por parálisis", aseguran. Hace un par de semanas el patronato delegó la firma en la gerente Eva Salvo, en su calidad de vicepresidenta del Patronato y en el tesorero, Alberto Soto, director económico del Hospital La Fe. Fue entonces cuando parecía que podía resolverse la cuestión, pero dos semanas después la cuestión sigue igual. Y es que sobre los hombros de Salvo recae la responsabilidad del departamento y el instituto de investigación con más peso de la Comunitat Valenciana.
"La verdad es que no sabemos muy bien porqué esta actitud", comentan, refiriéndose a las decisiones tomadas desde Sanidad. Incluso a algunos se les pasa por la cabeza la posibilidad de cierre. Ante esta situación, uno de sus mayores problemas es la falta de información por parte de la conselleria. "No les importamos nada", insisten y se resignan entre promesas de Barceló de poner en marcha un 'Estatuto del Investigador'. Entre algunas de las circunstancias narradas se encuentra la de un investigador joven que tuvo que pagarse una publicación que prácticamente suponía el sueldo de un mes o tener que adquirir material cuyo dinero saben que no recuperaran.
"Se necesita comprar cierto material con agilidad porque las investigaciones pueden cambiar de un día para otro y es importante publicar cuando se tiene porque si no puede adelantarse cualquier otro grupo y nuestro trabajo se mide por las publicaciones de los últimos cinco años", señalan. Mientras, desde Sanidad aseguran que el concurso del nuevo gerente saldrá en breve y que se ha demorado por unas cuestiones formales. Mientras, desde el IIS La Fe, ponen sobre la mesa el buscar a un directivo que sepa gestionar organismos de este tipo y dotar de mayor peso al director científico, Máximo Vento, quien -según apuntan- se encuentra haciendo esfuerzos por poner un poco de luz entre tanta oscuridad.
Otra de las cuestiones que preocupan es si alguien querrá gestionar el centro de investigación. Y es que el que fuera gerente se marchó del instituto con una excedencia, por lo que quien acuda estaría con una plaza de interinidad hasta la finalización del plazo para volver al centro o la renuncia. "Tenemos una sensación de que la gente va a ir tirándose del barco", señala un investigador, quien reconoce que hay compañeros que ya se están yendo. "El ambiente es de fin de ciclo, hay gente que busca trabajos en otros sitios". Cabe recordar que, por tercer año consecutivo, el auditor se negó a firmar las cuentas del centro.
Mientras ponen orden administrativo en el instituto, otra de las cuestiones sobre la mesa es la laboral. Actualmente, tan solo hay en el centro cuatro contratos indefinidos, y son más de 300 empleados trabajando. De hecho, una de las cuestiones que llevó al personal a la calle fue la no renovación a aquellos que sobrepasaron los tres años que marca la normativa para que dejen de ser trabajadores temporales y pasen a ser indefinidos por sentencia.
"Éramos 370 y llegamos a ser 318. Ahora somos 331”, apuntan desde el comité de empresa. Según el informe de la Inspección de Trabajo, a la que acudieron los propios empleados, el 98,80% de la plantilla está vinculada a la fundación con contratos de trabajo no indefinidos. El instituto cuenta con 9 áreas de investigación que a su vez incluyen 49 grupos de investigación, según este informe. Los trabajadores de estos grupos tienen carácter temporal o por obra pero al estar sujetos a proyectos específicos no se aprecian irregularidades.
El problema en el ámbito laboral está, en primer lugar, en el área de plataformas de apoyo a la investigación. Y es que estos trabajadores no están adscritos a ningún proyecto concreto y específico de investigación. "Se trata de empleados al frente de las plataformas propiedad de la ISS La Fe, que sirven de soporte científico-tecnológico no solamente a los distintos grupos de investigación de la Fundación, sino también a clientes externos", recoge. En la misma situación irregular se encuentra el personal de gestión, en una situación que la Inspección describe como "manifiestamente fraudulenta" y la tacha de "abuso de derecho".
"Puede ser que sea cierto que muchos contratos de la gente ocupada en plataformas y gestión estén mal hecho, pero es un problema que yo heredé, pues entré como gerente a finales de agosto del año pasado y desconozco los motivos de las anteriores contrataciones", señaló el exgerente Javier S. Burgos a la Inspección, según recoge el informe. "Si por mí fuera estos trabajadores deberían ser indefinidos y yo ya he trasladado en más de una ocasión el problema al Patronato de la Fundación si bien es Hacienda la que me impide transformarlos en indefinidos y yo no quiero incurrir en responsabilidad alguna", continuaba.
Sin embargo, esta situación solo puede solucionarse por vía judicial, a la que ya han acudido una treintena de trabajadores. "Los órganos competentes en materia de personal en cada una de las administraciones públicas y en las entidades que conforman su sector público instrumental no podrán atribuir la condición de indefinido no fijo a personal con un contrato de trabajo temporal salvo cuando ello derive de una resolución judicial", recoge la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2018.
Mientras, los trabajadores siguen saliendo del centro tras finalizar sus contratos temporales. Según el informe de la Inspección de Trabajo, un total de 60 empleados se encontraban en fraude de ley, por lo que la dirección ha decidido no seguir prologándolos por lo que todo queda en manos de la Justicia, que tendrá que determinar si son indefinidos o no y en el caso de serlo Sanidad crear las plazas y convocar oposiciones.
Ante esta situación, Barceló aseguró que su voluntad es "trabajar por un Estatuto del Investigador que contemple también la carrera de los investigadores y la situación de este personal que da un soporte fundamental a los investigadores y que es necesario". Este escenario, precisó, "se da no en los investigadores que tienen su ley, sino que se da mayormente en todos los equipos que dan soporte a la investigación y que en todos los institutos de investigación de toda España tenemos la dificultad de convertir esas plantillas en indefinidos".
Sin embargo, el ISS La Fe tiene una de las RPT más bajas de todos los institutos. Para el próximo año se han puesto sobre la mesa un total de 11 plazas. Ahora, queda sobre la mesa del exgerente del centro y actual director general de Alta Inspección e Investigación buscar soluciones para resolver una situación enquistada en el ámbito científico mientras el o la nueva gerente desenmarañen el atasco administrativo existente y la actividad vuelva a la normalidad.