El economista jefe de Lazard Frères estima que hasta otoño la FED no anunciará una reducción de su balance y probablemente comience a recortarlo entonces
MADRID. Es poco probable que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) anuncie esta tarde una subida de tipos de interés, pues este encuentro no irá seguido de la tradicional rueda de prensa de la presidenta durante la cual Janet Yellen podría explicar la decisión del organismo. De hecho, el mercado no descuenta cambios en la política monetaria en este mes.
Además, los datos fundamentales recientemente conocidos dan un respiro a la FED, ya que la inflación ha sorprendido a la baja. El organismo encuentra aquí otra razón para no mover ficha ahora y esperar a tener más datos económicos a favor antes de tomar una decisión. Después de todo, se esperan unas tres subidas de tipos a lo largo de este año y la Reserva Federal ya ha llevado a cabo dos.
Ahora, la gran pregunta es ¿cuándo volverá a elevar los tipos de interés? Probablemente antes de final de año, pues mientras la tasa de desempleo siga cayendo, la FED estará dispuesta a ajustar los tipos al alza y de forma gradual. Una aceleración de la tasa de inflación o un dólar aún más débil podrían llevar a la institución monetaria a aumentar el ritmo de las alzas.
Este otoño, la FED anunciará la reducción de su balance y probablemente comenzará a recortarlo. El movimiento será gradual, con una meta mensual establecida para aumentar cada trimestre hasta llegar a 50.000 millones de dólares. El tamaño objetivo sigue siendo desconocido, pero será mayor que antes de la crisis financiera. Probablemente el mercado aún no ha puesto en precio la reducción del balance de la Fed, pues a lo largo de las últimas décadas el mercado ha subestimado el endurecimiento financiero por parte del banco central.
Entre tanto, el dólar se ha debilitado mucho debido a que se han reducido las expectativas de nuevos estímulos fiscales, recortes de impuestos y programas de infraestructura, así como por el aumento de los problemas legales del presidente Trump. El grueso de la depreciación del dólar ha sido contra el euro, a medida que la situación económica en la eurozona mejoraba. Sin embargo, las expectativas del mercado para la normalización monetaria son probablemente demasiado pesimistas. Creemos que el par euro/dólar puede experimentar un pull-back en los próximos meses y, a largo plazo, lo más probable es que veamos un euro más fuerte.
Julien-Pierre Nouen es economista jefe de Lazard Frères Gestion