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Entrevista a Sonia Ferrandis, presidenta de la recién creada AVV del Ensanche

"Esperamos que los locales que dejan las marcas en el Ensanche los ocupen negocios familiares"

9/11/2021 - 

VALÈNCIA. Sonia Ferrandis será la primera presidenta de la recién creada Asociación de Vecinos del Ensanche. Un céntrico barrio de València que, a pesar de los años, todavía no contaba con una plataforma vecinal constituida de manera formal. Tal y como ha explicado, el área de actuación de esta nueva agrupación comprenderá todo lo que queda dentro de la Calle Colón, Jardín del Túria, Jacinto Benavente, Peris i Valero y Reino de València. 

Los principales objetivos de la asociación serán el cuidado del patrimonio urbano e histórico, la dinamización del comercio, la mejora de la seguridad en la zona y la limpieza: "Quienes vivimos aquí pensamos que no podríamos estar en una ubicación mejor, y nos sentimos orgullosos de pertenecer a este barrio. Nuestro objetivo no es estar siempre quejándonos, sino aportar cosas en positivo para mejorar la calidad de vida de la zona. Queremos participar con el Ayuntamiento y con quien corresponda, porque con la unión y nuestra voz podemos plantearnos grandes cosas", detalla Ferrandis. 

La Asociación de Vecinos del Ensanche se presentará de manera oficial este martes 9 de noviembre, en un acto donde se ratificará la primera directiva compuesta por Sonia Ferrandis como presidenta, Málek Murad como vicepresidente, Sergio Ramos de tesorero y Juan Valea en el puesto de secretario: "Estamos a disposición de los vecinos para que nos pidan cualquier información. Hemos abierto ya la página web y desde allí responderemos a todas las preguntas. Queremos participación activa en este proyecto", es la invitación de Ferrandis. 

- ¿Por qué ha tardado tanto en constituirse a la Asociación de Vecinos de un barrio tan emblemático como el Eixample?

- Pues es sorprendente. Yo también me lo he planteado, después de 20 años viviendo aquí. El tema es que es un barrio de paso, donde hay mucho comercio pero donde no nos conocíamos los vecinos. Entonces, nunca llegabas a detectar quién era del barrio y quién de los comercios, y mucho menos teniendo en cuenta que muchas veces van cambiando de dueño. Pero con la pandemia, creamos un grupo de Whatsapp y empezamos a conocernos y a ver que teníamos las mismas necesidades, y así es como creamos una unión que no habíamos tenido nunca. 

- Si tuviera que resumir, ¿cuáles consideraría que son los tres principales objetivos de esta asociación?

- La asociación nace para tener una mejor calidad de vida. Uno de nuestros principales objetivos es el tema patrimonial, porque tenemos la suerte de vivir un barrio con mucho patrimonio pero pensamos que se ha abandonado un poco. Luego el tema de la seguridad, porque han aumentado los robos tanto a personas como en los edificios. Y la limpieza, pero sobre todo la economía. En estos momentos, después de la covid, estamos viendo que ha bajado mucho la actividad y de que cada vez hay más locales desalojados. Pensamos que tenemos que estimular la actividad comercial de un barrio que siempre se ha sido emblemático por eso. 

- ¿Cuáles son las propuestas de la asociación de vecinos para solucionar todos estos problemas?

- Tenemos propuestas, pero queremos ser muy participativos, así que después de la presentación de este martes vamos a lanzar una encuesta en la que podrán participar todos los vecinos. Así nos podrán trasladar cuáles son las principales carencias que han detectado. Después, en base a eso estableceremos comisiones para encargarnos de los problemas de manera individualizada. Por el momento hemos pensado en cuatro, que tendrán que ser ratificadas a través de las encuestas: cultura, economía, patrimonio y seguridad.

- ¿Con cuántas personas inicia la andadura la asociación de vecinos?

- Tenemos una junta directiva propuesta con seis personas, que luego tendrá que ser ratificada en una asamblea. Somos seis personas que nos hemos unido con la intención de trabajar, pero vamos a necesitar el apoyo de los vecinos para poder llevar el proyecto adelante. Por el momento, contamos con el apoyo de la Asociación de Comercio del Centro Histórico y la del Ensanche. Este es todavía un proyecto pequeñito, pero a partir del martes empezaremos a incorporar asociados, que todavía no lo hemos hecho. 

- ¿Piensan que hay cultura del asociacionismo en este barrio, después de tanto tiempo sin asociación de vecinos?

- Yo creo que sí. Y de hecho, esta convocatoria ha sido recibida con mucha pasión, porque al principio pensábamos que no iba a a ser muy bien acogida o que no iba a acudir mucha gente. Pero ya en la presentación hemos tenido que recortar porque el aforo está completo desde el segundo día, así que lo que hemos visto es que hay mucha intención y muchas ganas. De hecho, no solo nos importa el número de personas que se apunten sino también que sean asociativas, participativas, colaborativas... Eso es lo que buscamos de estas personas.

- Vamos a temáticas concretas. Uno de los principales temas ahora mismo en València es la mejora de la movilidad y la peatonalización de calles. Y, precisamente, la zona del centro ha sido una de las primeras en iniciar este camino. Últimamente se habla de la reurbanización de Isabel la Católica, ¿cómo acogen este proyecto?

- Es normal que la ciudad tenga que evolucionar, y las principales ciudades ya son peatonales en el centro. Pero queremos participar en todas esas decisiones, porque nos llegan noticias y nos gustaría que contasen con nosotros. No solo con los vecinos a través de la asociación sino también con los comercios, las empresas y las personas que trabajan aquí, porque pasan una buena parte del día en el barrio. Queremos participar en el proceso de toma de decisiones, que cuenten con nosotros. 

- ¿Cómo ven algunos de los proyectos que ya se han empezado a ejecutar, como la progresiva peatonalización de la Calle Colón o de la Plaza del Ayuntamiento, que está muy cerca del barrio? ¿Pueden suponer problemas de movilidad para las personas que viven aquí?

- Obvio. Para salir de casa, antes estaba en la Calle Colón dos minutos y ahora son diez. Yo considero que es un tema bastante importante, la reordenación urbanística y contar con la opinión de los vecinos porque al final somos nosotros los que vamos a tener que salir de nuestras casas con el vehículo. Si vamos a trabajar fuera, lo necesitamos.

Tenemos como ejemplo Don juan de Austria, que es una zona preciosa peatonalizada pero también tiene sus problemas. Por ejemplo, cuando pasas a primera hora de la mañana ves todos los camiones de carga y descarga subidos a la acera y es un caos. Pero siempre que se cuiden esas cosas, para nosotros es positivo. Y sabemos que antes o después llegará el tema de las grandes manzanas, que ya están en otras ciudades. Lo único que pedimos es que nos pregunten a los vecinos que vivimos aquí. 

- ¿Se ha planteado la posibilidad de cerrar el paso de vehículos a los no residentes, como ya se ha hecho por ejemplo en Ciutat Vella?

- Ahora mismo tenemos ya algunas zonas que son semipeatonales, con un solo carril para el paso de vehículos. Es cierto que aunque a veces se arme jaleo, es un primero paso antes de llegar a la peatonalización total. Lo que sí que es evidente es que los vehículos tendrán que pasar por algún sitio, porque los vecinos tenemos que salir. Tendrán que crean una banda exterior bien formada para salir por Gran Vía y no colapsar. Yo, mientras se preparen otras vías para que el tráfico sea fluido, no veo ningún problema. El problema vendrá si no estamos preparados. 

- ¿Cómo se debería proceder para que la reorganización de las calles sea compatible con el uso del vehículo y al mismo tiempo con la peatonalización y las nuevas formas de movilidad?

- Aún tenemos que estudiarlo porque somos una asociación de reciente constitución, aunque en la junta directiva contamos con arquitectos que nos pueden ayudar mucho en este sentido. 

Te planteas el tema de Don Juan de Austria, que es una zona preciosa pero también tiene sus problemas. Como por ejemplo que los camiones tienen que entrar en zona peatonal para hacer carga y descarga. Si es a las 9 de la mañana... Es un caos. Siempre y cuando cuiden esas cosas, para nosotros positivo. Y sabemos que antes o después llegaran las grandes manzanas que están en las grandes cuidados y lo único que pedimos es que nos pregunten a los vecinos que somos los que vivimos aquí y que cuenten con todos. 

- ¿Han hablado ya con el Ayuntamiento de València?

- Aún nada, pero están invitados a la presentación. 

- ¿Cómo esperan que sea la relación con el Ayuntamiento?

- Esperemos que buena, porque nosotros no queremos bloquear sino participar en la toma de decisiones. Las personas que vivimos aquí tenemos voz y voto y pensamos que se nos va a escuchar, por qué no.

- Ha resaltado el patrimonio como uno de los principales objetivos de la asociación. Por ejemplo, ahora mismo está en plena ebullición la protección del cine Metropol. Los dueños insisten en abrir un hotel que cambiaría la fisionomía del edificio, mientras que el Ayuntamiento y otras instituciones consideran que se debería proceder a su protección. ¿Cuál es su opinión?

- Yo creo que la protección de edificios emblemáticos siempre es importante. Y es importante que el Ayuntamiento quiera proteger edificios porque es la única manera de proteger nuestro patrimonio. En el barrio había muchos edificios emblemáticos que hoy han desaparecido porque no protegieron en su momento, y eran igual de bonitos que cualquiera de los que quedan hoy en día. 

Ahora, también es relevante ver cómo se va a desarrollar la actividad económica del barrio, porque necesitamos que la haya. Es peligroso que se quede desolado, especialmente en una ubicación como esta. Pero bueno, la cuestión es que la protección es compatible con la actividad. 

- Otro de los edificios emblemáticos de la zona es el Mercado de Colón. ¿Tienen alguna propuesta más para dinamizarlo?

- Yo creo que el mercado es excelente, pero la cuestión es que hay que compatibilizar estos comercios con otras iniciativas que toma el Ayuntamiento como por ejemplo los mercados ambulantes, porque los vendedores de aquí están en una clara desventaja con ellos. Tienen que pagar mucho dinero por el emplazamiento en el que están, mantener todas las licencias al día... Igualmente, explotar claro que se podría explotar más, pero no tenemos todavía un plan concreto de acción. 

- ¿Y los comercios que están fuera, piensan que se puede hacer algo por mantener los negocios tradicionales en un área tan demandada por las grandes marcas? ¿Se puede compatibilizar la actividad de franquicias internacionales con el comercio familiar de la zona?

- Es una cosa que pensamos cambiar. Por el momento, creo que la zona va a cambiar mucho porque por ejemplo Zara se va a ir a su nueva tienda en Don Juan de Austria. Entonces, una buena parte de los locales que eran de grandes firmas o franquicias se van a quedar desiertos. Y espero que la inversión privada que viene de una rama más familiar se atreva a dar el paso, porque sino va a quedar descompensada con este tipo de negocios. 

- ¿Ven positiva, entonces, la incentivación para que este tipo de locales los ocupen negocios familiares en lugar de que haya una proliferación de grandes marcas?

- Deberían. Lo que sí que hemos detectado es que en la zona hay mucha rotación de negocios de este tipo, porque es cierto que abrir un comercio requiere de mucha inversión y luego también hay que hacer buenos estudios de mercado para estudiar en profundidad la ubicación de dónde te vas a poner a vender. Ya hay empresas que se dedican a eso. Entonces, creemos que no hay un buen análisis por parte de los inquilinos o de los propietarios de negocios familiares. 

A este respecto, tenemos algunas ideas que ya hemos visto en otras ciudades. Más adelante, queremos estudiar ayudas para que estas empresas puedan hacer un buen análisis del tipo de gente que se mueve por esta zona, el tipo de negocios que se concentran aquí, qué comercios se demandan más, las características de sus habitantes... En definitiva, ayudarles a hacer mejores estudios de mercado, porque hoy por hoy duran poco, y pensamos que es porque falta análisis. 

- ¿Y en qué puede ayudar la asociación a estos análisis? ¿Cuál es la información que se les va a poder aportar?

- Hay gente dentro de la asociación que está muy preparada en este sentido, que sabe perfectamente qué sistemas utilizar para obtener este tipo de información. Entonces, si llegamos a un número de asociados suficiente y tenemos la fuerza que queremos tener, podemos participar en estas cosas y ponernos a disposición de las personas que quieran abrir un local. Pero realmente lo necesitamos porque ahora mismo el nivel de rotación es muy alto, y ya existen herramientas que ayudan a tomar este tipo de decisiones. 

- Por lo que respecta al ocio nocturno, el Ayuntamiento de València está estudiando ahora mismo la implantación de Zonas Acústicamente Saturadas. ¿Ha llegado a ser esto un problema en el barrio?

- De momento no es un asunto que esté reclamando nuestra atención, pero habrá que esperar al encuesta. 

- ¿Cabría más protección sonora o de otro tipo en la zona?

- Sí, claro. Protección sonora, problemas de ubicación en la calle, limitaciones para el paso de los vehículos que provoca el ocio en la zona... Hay mucho trabajo, por supuesto. 

- ¿Se ha notado algún cambio desde que el Ayuntamiento retiró el permiso para la ampliación de las terrazas de la hostelería?

- Nosotros entendemos que tenemos que ayudar al comercio que ha estado tanto tiempo cerrado. Si queda alguna terraza en la calle, tenemos que ser tolerantes. Es el Ayuntamiento quien tiene que ver si están cumpliendo con los permisos o no. Pero bueno, nosotros no pensamos ponernos tajantes en el corto plazo porque comprendemos que después de este año los negocios necesitan respirar. 

- Hace poco se supo que el Imed quiere abrir un nuevo hospital en Isabel la Católica. ¿Cómo consideran la creación de un hospital encajado en el barrio?

- Yo pienso que viene bien. De hecho, también nos van a poner consultas externas de la Quirón en la galería Jorge Juan. Vamos a tener dos centros de salud en poco tiempo, porque ahora estábamos muy escasos de ello. De hecho, pensamos que todo esto puede dinamizar el barrio. Ahora, eso sí, tendrán que cumplir con las plazas de garaje porque sino va a haber un problema. Pero, mientras las tengan, creemos que va a traer vitalidad al barrio y estamos encantados. 

- El Imed es un hospital privado. ¿Qué hay de los servicios públicos? ¿Está el barrio bien dotado o han detectado carencias?

- Más allá de Peris i Valero tenemos un centro de salud, pero en el barrio no. Aunque, de todos modos, está a unos quince minutos así que no es un verdadero problema. El acceso a los colegios, por otra parte, sí que se está poniendo muy complicado, pero tenemos entendido que ese es un problema de toda la ciudad de València y no solo de nuestro barrio. 

De todos modos, en el corto plazo tenemos otras prioridades como la limpieza y la seguridad, que son muy importantes. Y sobre todo el tema del urbanismo, que las calles estén bien acondicionadas y las aceras arregladas. Aun así, todas nuestras propuestas van siempre en positivo y no en negativo. Queremos mejorar el barrio y lo haremos poco a poco. 

- Siempre se dice que los barrios más envejecidos de la ciudad son los de la zona centro. ¿Tienen propuestas para rejuvenecer el entorno?

- De momento, movilizar a los vecinos. Pero es cierto que aunque se piense que es un barrio de gente mayor, sorprende la cantidad de gente joven que vive aquí. Lo que pasa es que cuando bajas a la calle no sabes si son trabajadores o residentes. Pero viven muchas más de las que yo me esperaba.

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