VALÈNCIA. El grupo hospitalario Imed proyecta un segundo hospital en el área metropolitana de València que abrirá en pleno centro del cap i casal, en la antigua sede que la compañía Iberdrola tenía en la calle Isabel la Católica, junto a la calle Colón. El proyecto ya ha sido presentado en el Ayuntamiento de València, según ha podido confirmar Valencia Plaza, mientras que desde la compañía de origen alicantino han rehusado dar una respuesta.
El inmueble lleva lleva desocupado catorce años, desde que la eléctrica inauguró su nueva sede en el complejo Aqua Multiespacio. Es propiedad de Navisa -empresa controlada por la familia Montoro y participada por Atitlan-, con la que Imed tendría un acuerdo en caso de que el proyecto llegase a buen puerto.
Según las mismas fuentes, Imed se encuentra en conversaciones con el Ayuntamiento de València para la tramitación de los permisos necesarios para poner en marcha las obras y, más tarde, la actividad. La empresa está pendiente de que varios servicios municipales emitan los preceptivos informes.
El centro de Isabel la Católica sería el segundo de Imed en el área de València, donde desde 2017 cuenta con un hospital situado en el término municipal de Burjassot. Además, en la provincia de Valencia cuenta también con una clínica en Gandia inaugurada en 2019.
El grupo continuó al año siguiente su expansión con su primer centro hospitalario fuera de la Comunitat Valenciana, un centro de radiología oncológica en la Región de Murcia.
El grupo Imed facturó 106,5 millones de euros en 2019, un 16% más que el año anterior, cuando la cifra de negocio, que ya entonces experimentó un espectacular incremento del 20% debido al nuevo centro de València, alcanzó los 90 millones de euros. El resultado de explotación se elevó a 6 millones, cuando un año antes había sido de 1,8 millones, es decir, más del triple.
El incremento en el volumen de negocio del grupo, con hospitales en València, Elche y Benidorm, y clínicas en Gandía, Teulada, Torrevieja y Murcia, se trasladó directamente al resultado después de impuestos. Si en 2017 Imed cerraba con pérdidas de 5,6 millones por la inversión en el nuevo hospital de València, y en 2018 lograba volver a números negros con apenas 280.000 euros, en 2019 el beneficio se disparó hasta los 3,34 millones de euros. El Ebitda (resultado antes de amortizaciones, intereses e impuestos), por su parte, se elevó a 11,16 millones.