De izquierda a derecha: José Iván García (CEO), Bren Worth (CTO) y Lorenzo Serratosa (presidente). Foto: BME VALÈNCIA. Substrate Artificial Inteligence, más conocida como Substrate AI (SAI), todavía no le ha cogido el pulso al mercado desde que cotizara en BME Growth el pasado 17 de mayo. Ese día repitió en el primer cambio el precio de salida que fue de 4,30 euros por acción. La otrora ZonaValue, que se fusionó con la americana SAI en septiembre de 2021, no ha sido capaz de cerrar desde entonces por encima de dicho precio. En este sentido su máximo histórico se sitúa en los 4,10 euros del primer día completo en el parqué; mientras que el mínimo histórico corresponde a los 1,23 euros del pasado 22 de junio.
Ni los resultados ascendentes, ni las inyecciones de liquidez, ni la política de crecimiento inorgánico están poniendo en precio en la primera empresa de software de inteligencia artificial (IA) que sale a cotizar en España. Pero todo se andará; mientras que de momento se deja un 70% en bolsa desde su estreno hasta la hora de escribir estas líneas (9 agosto). Una capitalización que se ha reducido desde los 94,89 millones de euros hasta los 28,46 millones.
"Estamos totalmente centrados en el desarrollo del plan de negocio de la compañía. Y muy especialmente en la finalización de muchos de los productos que tenemos en marcha, y su puesta en el mercado a través de nuestro sistema de partners y de Microsoft. Esto es un gran hito porque vender nuestras soluciones a través de Microsoft nos ayuda a entrar en un ecosistema que mueve más de 8.000 millones al año, haciéndolo bien asesorados para sacarle todo el partido a este canal a medio plazo. Esto es lo que nos ocupa y preocupa cada día, que es lo que finalmente impactará en la cotización a medio y largo plazo". Así lo manifestaba el financiero valenciano Lorenzo Serratosa, presidente de la compañía, a este diario a mediados de junio pasado.
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Esta firma de ingeniería de software que cuenta con una tecnología de IA de última generación inspirada en la biología, que está desarrollada por el consejero Ben Worth, pasó previamente por el Entorno Pre Mercado de Bolsas y Mercados Españoles (BME). Fue en marzo del presente ejercicio cuando se incorporó a esta especie de 'campo de entrenamiento' domiciliado en la Bolsa de Valencia. La cotizada dirigida por Lorenzo Serratosa (presidente) y José Iván García (consejero delegado), ambos también fundadores de la EAF valenciana Kau Markets, iba a decantarse por salir al Euronext Growth de París. Finalmente lo hizo a través de BME Growth con la intención de crear en España un ecosistema de empresas de IA.
"Estuvimos hablando con BME de la oportunidad que supone el mercado BME Growth para las empresas de inteligencia artificial que necesitan financiación para crecer. Así surgió la posibilidad de participar para crear un ecosistema de IA que ayudará a las empresas emergentes de este sector a encontrar el camino para su desarrollo. Fruto de estas conversaciones se hizo efectiva también la decisión de incorporarnos como partners del Entorno Pre Mercado y, por supuesto, de salir a cotizar en el BME Growth, un mercado que esperamos se convierta en el referente para las empresas de IA en Europa", señalaba entonces Lorenzo Serratosa.
Al cierre del primer semestre, los principales accionistas de SAI eran sus cofundadores: Lorenzo Serratosa (21,05%) y José Iván García (18,51%). Por encima de ellos estaba la firma JMSAN Agentes Financieros Globales, con una participación del 44,18%, repartida a partes iguales entre ambos junto a Francisco Javier Muñoz y Fernando Villar. Estos dos últimos ostentaban a título personal un 11,27% cada uno.
Entre enero y junio del ejercicio en curso, la valenciana disparó su facturación un 123% hasta alcanzar los 1,3 millones de euros. Lo hizo cumpliendo su plan de desarrollo y comercializando ya seis productos de inteligencia artificial en los sectores de agricultura, energía, recursos humanos y tecnología financiera, tal y como contó Valencia Plaza hace un mes. Un mes antes anunciaba la entrada en el programa de partners de Microsoft donde comercializará sus productos de software en el 'marketplace' de Azure. "Con este acuerdo nos acercamos al objetivo de nuestro plan estratégico de poner al alcance de todas las empresas tanto grandes como pequeñas, soluciones de inteligencia artificial que generen eficiencias y, por lo tanto, ahorros de costes", reconocía al respecto José Iván García.
Ficha de la cotizada valenciana (Fuente: BME Growth)
Por su parte, a lo largo de las últimas semanas SAI ha informado al otrora Mercado Alternativo Bursátil (MAB) de la captación de nueva financiación. Por un lado, suscribía a primeros de mes un préstamo de 2,5 millones de euros con un grupo de inversores; y por otro, cerrado un acuerdo con el fondo Global Corporate Finance Opportunities 15, un vehículo financiero gestionado por el fondo de inversión Alpha Blue Ocean (ABO). Ello le permite cerrar sus necesidades de financiación para los próximos tres años, mediante la emisión de bonos convertibles en acciones por un valor de 20 millones de euros.
Una SAI que ha venido ganando músculo a través de su política de compras. En mayo pasado, apenas unos días de debutar en bolsa, cerraba la compra de Cuarta Dimensión Médica (4D). Se trata de una empresa dedicada a la venta y mantenimiento de maquinaria de diagnóstico por imagen para clínicas y hospitales. Previamente, en septiembre de 2021, se hacía con un 10% del capital del Grupo Assista. Por aquellas fechas SAI incorporaba a su consejo de administración a Christopher Dembik, economista francés que participó en la elaboración del programa económico del presidente galo Emmanuel Macron.
Substrate AI sigue ampliando su radio de acción por cuanto está presente en sectores tan diversos como energía, fintech, recursos humanos y salud donde irrumpió en octubre pasado a través del cannabis medicinal. Lo hizo firmando un acuerdo con Bhaluteck Hemp y Ornavera -dedicadas a la I+D en la industria del cáñamo y la tecnología para la recogida de datos- para desarrollar soluciones de inteligencia artificial en el cultivo del cannabis medicinal. Todo ello dentro con la inteligencia artificial por bandera, cuyo potencial de recorrido es inmenso por sus múltiples aplicaciones.
