VALÈNCIA. La militancia de Compromís aprobó este lunes por un 72% de votos a favor -con un 41% de participación- la propuesta de pacto para las elecciones europeas nacida del acuerdo con Sumar. De esta manera, la coalición valencianista concurrirá con el partido de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, previsiblemente con otros socios como Más Madrid e Izquierda Unida, si las conversaciones que están en marcha llegan a buen puerto. El pacto alcanzado, tras semanas de complejas negociaciones, permite a Compromís elegir quién ocupará el puesto número 3 de la candidatura, una plaza que a priori debería traducirse en obtener un eurodiputado si las previsiones se cumplen.
No obstante, según distintas fuentes de la coalición, en las negociaciones se barajaron otras posibilidades. Inicialmente, la propuesta de Sumar se dirigía a reservar sólo el puesto número 6 para Compromís, una opción absolutamente inviable para los valencianos, que preferían hacer camino en solitario en ese caso. El partido de Díaz, de la misma manera, presentó una oferta inicial con apuestas muy específicas de Sumar, lo que produjo malestar también en formaciones como Más Madrid e Izquierda Unida. Un ambiente tenso que terminó por beneficiar a Compromís, que alcanzó su objetivo de verse en los considerados puestos de salida.
Ahora bien, cuando la coalición sólo disponía de la oferta para el sexto puesto, se hizo público el archivo de la causa contra la exvicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. Una noticia que irrumpió con fuerza en mitad de las negociaciones y que, inevitablemente, provocó la pregunta tanto en Sumar como en Compromís sobre si la emblemática referente política podría animarse a figurar en la candidatura.
De hecho, diversas fuentes de la coalición valencianista aseguran, pasados ya unos días, que desde el partido de Díaz se instó a que en Compromís tantearan a Oltra para que pudiera incorporarse a la candidatura incluso como número 1 de la lista, pese a que ya había trascendido públicamente días antes que la apuesta para encabezar la candidatura sería Estrella Galán, directora general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). La consulta, a través de miembros de Iniciativa, el partido al que pertenece Oltra, no obtuvo una respuesta afirmativa por parte de la exvicepresidenta del Consell, quien se ha mantenido alejada de los focos desde su dimisión y tampoco ha querido romper su silencio público con el archivo de la causa. Una posición, la del silencio, que desde su entorno remarcan como prudente.
El rechazo (no de manera formal, puesto que las fuentes consultadas no hablan de que hubiera una oferta oficial a nivel de partido ni desde Sumar ni desde Compromís) se circunscribe, para algunos dirigentes consultados, a un momento, acuerdo y situación particular, pero no tiene por qué significar una renuncia permanente de Oltra a la política en un futuro. Cabe recordar que el reingreso inmediato a la primera línea podría resultar en cierta medida precipitado, tanto desde el punto de vista personal como por el propio transcurso de los tiempos judiciales, dado que el archivo se ha recurrido y primero tiene que pasar a ser firme.
Ahora bien, esta resistencia a incorporarse al proyecto también parece ir aparejado con otras circunstancias de carácter político. Tal y como informó este diario, en la votación de la ejecutiva de Compromís sobre el pacto con Sumar, sólo 2 de 21 dirigentes no apoyaron el acuerdo alcanzado pese a incluir un puesto de salida en la lista: el exjefe de Gabinete de Oltra, Miquel Real, y el exsubsecretario de su conselleria, Francesc Gamero, votaron en contra y se abstuvieron respectivamente, lo que pone de manifiesto que, desde el entorno de la exvicepresidenta -y probablemente ella misma-, no se termina de sintonizar con la alianza con Sumar, pese a que Oltra fue una de las primeras que en su día respaldó a Díaz para el impulso a una nueva plataforma.
En este punto, el pensamiento de construir un espacio amplio y aglutinador en la izquierda valenciana es una idea que siempre ha flotado en el ambiente, especialmente en el entorno de Oltra. Es más, algunas alianzas electorales como en las generales de 2015, dieron resultaron más que notables. Así, la sensación que se desprende es que la negativa a regresar ahora a la primera línea política por parte de la dirigente, además del prioritario factor del momento personal, también parece que tiene argumentos de fondo respecto a las dudas que genera Sumar y a los propios planes de futuro de Compromís, que todavía no ha aclarado si va a evolucionar hacia una estructura más estable como una federación de partidos.
Por otro lado, el autodescarte de Oltra allanó el camino a los aspirantes que, de momento, han decidido dar el paso para presentarse a las primarias de Compromís para ser ese número tres de la lista: el exconseller Vicent Marzà y el exeurodiputado Jordi Sebastià, ambos de Més, la pata mayoritaria de la coalición.