VALÈNCIA. La irrupción de la pandemia del coronavirus y el cierre de actividad forzado por la declaración del estado de alarma en España ha provocado que los inversores privados e institucionales hayan vuelto sus miras hacia el único sector que no solo no ha tenido problemas para hacer frente a las rentas de sus locales, sino que incluso ha mejorado su facturación desde el mes de marzo: la distribución alimentaria.
Mientras inquilinos de centros comerciales y de locales a pie de calle en zonas prime (como la avenida de Maisonnave de Alicante o la calle Colón de València) se han visto obligados a aplazar pagos en los meses de abril y mayo, un segmento mucho menos exclusivo ha ganado atractivo a ojos de los inversores por su buen comportamiento durante la pandemia y el hecho de que no han tenido problemas para hacer frente a sus rentas. Así, los supermercados e hipermercados se revelan como el gran activo refugio y defensivo tras la covid-19, según la consultora Colliers International.
El atractivo de estos activos para el lado inversor se basa en la fortaleza del negocio y la liquidez disponible en el mercado, que abren la puerta a operaciones de sale & lease back para empresas del sector que sean propietarias de los inmuebles en los que desarrollan su actividad. Para la parte vendedora, el interés radica en la posibilidad de liberar y capitalizar el valor de los activos inmobiliarios con contratos de arrendamiento a largo plazo, para invertir en planes de expansión aprovechando la menor competencia del retail.
El director de la oficina de Colliers en València, Rafa Paz, destaca en conversación con Valencia Plaza que durante el estado de alarma se han cerrado cuatro operaciones en la Comunitat Valenciana, lo que da una idea del interés de estos activos para los inversores. "Se trata tanto de operaciones que estaban en marcha antes del estado de alarma y que no se rompieron, como de operaciones que se han trabajado durante el estado de alarma", subraya. Mientras hoteles u oficinas están cerrados, los supermercados e hipermercados se han convertido en un valor refugio "porque han seguido pagando rentas".
En cuanto al perfil del inversor, Paz explica que las últimas operaciones están protagonizadas tanto por inversores institucionales, como fondos, como por inversores privados y family offices, que buscan locales tanto a pie de calle como en parques de medianas. Un formato al que la consultora augura una nueva vida en el mercado inversor, visto lo que ocurre ya en Estados Unidos. En los negocios ubicados en estos parques ya están notando incrementos en las visitas y en las ventas, al ofrecer una manera rápida y segura de comprar, ya que se trata de espacios más amplios y con parking gratuito.
Entre las operaciones que se han formalizado durante el estado de alarma, destaca la venta de la cartera de supermercados de la cadena valenciana Family Cash, de la que ya informó este periódico, y que se firmó precisamente a finales de marzo. En este caso, la firma liderada por los ex Vidal José y Carles Canet, vendió siete hipermercados situados en la Comunitat Valenciana y Murcia a un fondo de inversión por 33 millones de euros. Family Cash, que hasta entonces apostaba por ser dueño de sus establecimientos, estrenó así la fórmula del sale & lease back para financiar su expansión.