VALÈNCIA. (EFE) Las comparecencias previstas para este miércoles en el juzgado que investiga el fraude de 4 millones de euros en la EMT de València, las de la administrativa imputada en la causa, Celia Zafra, y las de dos testigos, el exgerente Josep Enric García Alemany y la jefa de gestión María Rayón, han debido ser suspendidas ante el fallo de los sistemas de telecomunicaciones.
La comparecencia del gerente debía celebrarse mediante videoconferencia, y la mayor parte de los abogados personados en la causa debía seguir las comparecencias a distancia, también mediante comunicación telemática.
Además, las declaraciones deben ser grabadas para quedar registradas en el sistema digital del juzgado. Todo ello depende del sistema Webbex, el cual, como otros medios materiales de los tribunales y juzgados de la Comunitat, depende de la Conselleria de Justicia, la competente en esa materia.
El sistema ha fallado, de modo que las comparecencias han sido aplazadas, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
Las declaraciones previstas para este miércoles están relacionadas con un informe aportado por Caixabank, a quien la EMT pretende hacer responsable civil, es decir, económico, de la estafa sufrida por la EMT valenciana.
El Ayuntamiento de València y la EMT defienden que la entidad bancaria no cumplió los protocolos en la tramitación de los pagos fraudulentos ordenados por la que fuera jefa de Administración, Celia Zafra, que podría haber sido engañada por los defraudadores.
Sin embargo, en el informe que el banco ha entregado al juzgado podrían figurar pruebas de que ambos directivos entraron en las cuentas de la EMT decenas de veces en las fechas en las que se produjo el fraude, por más que estuvieran de vacaciones, en el caso del gerente, y de baja, en el caso de la directiva.
De este modo, el informe del banco pretende demostrar que los directivos citados conocieron los movimientos bancarios que condujeron al fraude, según fuentes del caso. Esto podría contradecir las declaraciones iniciales de Alemany y Rayón, y constituir además un argumento favorable a los intereses del banco en contra su responsabilidad civil.
La estafa en la Empresa Municipal de Transportes de València se produjo durante el mes de septiembre de 2019, justo días después de ingresarse 19 millones de euros de un crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la compra de autobuses.
Los supuestos estafadores remitieron correos electrónicos a la responsable de Administración de la empresa (despedida tras estos hechos) haciéndose pasar por el presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, para solicitar hasta ocho transferencias a una cuenta del Bank of China en Hong Kong.
Mediante este procedimiento, los estafadores se apoderaron de un importe total de 4.040.000 euros, y pretendían continuar con la operativa, que finalmente fue detectada.