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El productor ejecutivo de Juego de tronos estrena el ecothriller El quinto día en Movistar+
Como una orquesta con coro y director a lo Von Karajan, esta semana ha explotado en las redes el escándalo sobre una serie cuyos productores, lejos de disimular, han titulado con esa misma palabra, "Escándalo". Sin embargo, obras mucho más edificantes, y que darían pie a debates mucho más polémicos y sensibles, pasan desapercibidas aunque se estrenen en el mismísimo Cannes
El director Hugo Blick es inglés, pero creció en Montana a finales de los 80, cuando sus zonas rurales seguían siendo naturaleza salvaje como siglos atrás. Aprendió a cazar y a montar a caballo y, ahora, aunque pide perdón a los a veganos, ha firmado una serie bajo esas premisas pero situando de protagonistas a un nativo americano pawnee y a una mujer. El resultado es Tarantino cien por cien, pero para mostrar la crueldad del hombre blanco no habría que forzar los estereotipos de malvados, sino al revés, porque los genocidios se cometen con mucha naturalidad por personas perfectamente normales. Eso sí que es aterrador
Presenta Hulu un hype de dimensiones colosales con The Bear. Una serie de narración vertiginosa, pero de argumento bien vacío. Si hay que buscar dos referencias a su guión son, inequívocamente, el reality Pesadilla en la cocina y, en cuanto al formato, un telefilm de sobremesa de temática navideña. Sin embargo, no está bien visto criticarla, ya que viene con una BSO muy indie y parte del público la ha adoptado como fetiche
La segunda temporada de White Lotus ha superado con creces la primera entrega, que tampoco estaba nada mal. En esta ocasión, la trama coral se desplaza a Sicilia, solo le sobrevive un personaje, Tanya, pero el humor gana enteros. Tal vez sea porque, por los motivos que sean, se puede hacer humor con los italianos del sur sin miedo al qué dirán. Igual se deba a que aparece un chaval de Stanford retratado como un moralista prepotente, en lugar de ser todo el guión elaborado para el paladar de Stanford. Por lo que fuere, esta temporada merece un monumento
Muy discutible lista de mejores series de la revista Rolling Stone. No solo prefiere las versiones estadounidenses a las británicas cuando se trata de la misma serie, sino que relega obras maestras absolutas, como A dos metros bajo tierra, y premia productos que solo tienen como mérito haber triunfado en los últimos tres años. Lo peor es lo que pone de manifiesto, que la era de las grandes series como Soprano, Mad Men, Wire o A dos metros bajo tierra, se fue para no volver. El mercado ya no admite guiones tan ambiciosos en series con temporadas
Morfydd Clark, la nueva Galadriel: "La diversidad puede enfadar a alguna gente, pero hemos hecho lo correcto"
La serie documental del canal Arte "La respuesta a casi todo" se preguntó hace un par de semanas por la guerra. Es un hecho que la utopía de la paz mundial que se creía posible en los años 90 no ha hecho más que esfumarse. La democracia iba a ser la solución a todos los males, estaba demostrado que las democracias no generan guerras entre sí, dicen los expertos, pero de forma inesperada estas han empezado a menguar y las que quedan, pierden calidad
Un reportaje del New York Times recoge la opinión de residentes y vecinos de Baltimore sobre el impacto que tuvo The Wire. Muchos de ellos se quejan de que ahora la fama de la ficción precede a la ciudad y que sus problemas se han convertido en un divertimento. No faltan visitantes voyeurs de la violencia y degradación de los barrios ni locales blancos de clase media que se enorgullecen de vivir ahí como si eso les hiciera parecer más duros, aunque no pisen las casas bajas
Una serie estudios encontró que a mediados de los 90 empezó a descender la inteligencia media. Estos hallazgos sirvieron para culpar a la inmigración e impulsar sectores como la educación privada, pero estas tesis eran falsas. La inteligencia disminuye también entre los miembros de una familia de diferentes generaciones. Las causas están en la contaminación, que afecta al tiroides y como consecuencia al cerebro; el desarrollo tecnológico que facilita tareas como orientarse con GPS y, sobre todo, el exceso de información que nos impide cribar
Después de mucho resistirme, he dado mi brazo a torcer. Veo series, como casi todo el mundo. Debo decir que tengo buen gusto al elegirlas. Soy fan de ‘Downton Abbey’. La historia de los Crawley me tiene atrapado. ¡Lo que hubiese dado por trabajar para unos condes ingleses!
A cambio de mil dólares semanales, Hugh Hefner obligaba a las mujeres que vivían en su mansión a cortar todo lazo con el exterior. Tenían que operarse y pesar según unos estándares predeterminados y estar siempre disponibles para sus orgías en las que eran drogadas y paseadas atadas con correas de perro para deleite de sus invitados, destacados miembros de la sociedad civil estadounidense. Sin embargo, todo era grabado, lo que luego permitía a Hefner tener el control de los periodistas que habían pasado por sus fiestas para sus intereses o impedir que las chicas hablaran.
Son los guardianes de la democracia, pero en lo que llevamos de siglo hemos visto cómo unas elecciones a la presidencia se resolvían de forma un tanto oscura, llevaron a la guerra al país con obscenas mentiras como pretexto, todas ellas constatadas como tales, su mercado financiero eludió a los reguladores y desencadenó una crisis de hipotecas que arrastró a todo el mundo y, ahora, ha quedado patente que el sector farmacéutico manipuló la agencia del medicamento estatal con puertas giratorias para enganchar a opiáceos a millones de personas
Jesse Armstrong, creador de Succession, fue story consultant en 2017 de la serie Back, una sitcom de humor ácido y corrosivo sobre una familia que regenta un bar de mala muerte en la Inglaterra rural. Es un humor que es un chorro de aire fresco, porque sitúa al espectador del lado de los que no triunfan en la vida y no tiene ninguna lección que darle, tan solo una dosis de risas