Franz Kafka creía firmemente que un libro tenía que despertar, herir. El papel debe afectar como si fuera una catástrofe. Pero, ¿cómo se encuentra algo así en categorías como libros de bolsillo o autores extranjeros? La aplicación de libro Komilibro resuelve este problema, recomienda una lectura según los intereses y los estados de ánimo del usuario.
Entre los nuevos usos destacan la monitorización de la actividad física o la interactividad entre los profesionales a través de las gafas
El ataque más preocupante es la modificación del comportamiento del dispositivo, que puede causar la muerte del enfermo
Es la primera vez que un material flexible similar a la piel puede detectar la presión y transmitir una señal a un componente del sistema nervioso