Teatro y danza

ENTREVISTA CON PERE BODÍ Y ÁNGELA VERDUGO

Radiografía a la danza valenciana: "Tiene que existir fuera de los festivales y los ciclos"

  • Pere Bodí durante los Premios APDCV
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VALÈNCIA. El sábado 8 la danza valenciana celebró su gran noche: la gala de los Premios APDCV. Una noche marcada por el recuerdo de la Dana, con el apoyo y el cariño para Palestina y llena de reivindicaciones y gritos de ayuda desde el sector. Un sector que no se siente cuidado durante el año, que se siente privado de un espacio fijo en el que formarse y que busca que se le programe fuera de citas especiales como los festivales y los ciclos. Con motivo de radiografiar la situación de la danza valenciana, y como antesala a los premios, Ángela Verdugo, quien fuera presidenta de la APDCV desde el 2017 hasta el pasado agosto de 2025, y Pere Bodí, actual presidente de la APDCV conversan con Culturplaza para medir la salud del sector y para reivindicar la danza valenciana.

 

-¿Cómo medís la salud del sector actualmente?

 

-Pere Bodí: Si hablamos de la situación de la danza en general pensamos en la precariedad, en cómo los trabajadores y profesionales de la danza no tienen ni una continuidad ni una seguridad clara de que van a poder seguir trabajando. Esto sucede porque en la Comunitat Valenciana no existe un mercado de danza activo. Actualmente, no hay un mercado, ni una estructura, ni un plan estratégico en el que un artista pueda desarrollar su trabajo artístico y después tener una continuidad que le asegure una programación en la que mostrarlo.

 

-Tarea que tal vez debería depender de programas como el del Circuit Cultural

 

-P.B: Con el Circuit Cultural los bailarines se aseguran de que haya una presentación de su trabajo. Ayudaba a que los programadores se interesaran por la danza, pero en este nuevo modelo no parece que se atienda tanto a esto, de hecho da la sensación de que los problemas recaen sobre el artista.

 

-Ángela Verdugo: A mi parecer lo que está pasando con las ayudas y con el Circuit repercute en que los artistas tengan que estar apagando fuegos constantemente y que no puedan atenderse a un plan, que tengan que improvisar.

 

  • Ángela Verdugo posa junto a Toni Pastor -

 

-Toni Pastor, Premi a la Trajectòria de esta edición de los premios, destacó hace poco en una conversación con medios a la que asistió Culturplaza que se había perdido el objetivo del Circuit que solía ser para “formar a los programadores” y señaló que “El Circuit en la actualidad no existe”.

 

-Á.V: Toni tiene una visión global de la historia de la danza en València que es clave. Una de sus grandes revoluciones que implementó Toni fue una escucha activa a los profesionales del sector para hacer un acompañamiento integral a los creadores. No solo se debe apoyar el hecho de hacer un espectáculo, el bailarín trabaja mucho más allá de esto. 

 

-¿Y cuándo se ha tenido esa escucha activa desde las instituciones?

 

-Á.V: Consideramos que con el anterior equipo de gobierno se recuperó ese diálogo constante que permitió construir otro tipo de estructuras. Multiplicó las posibilidades de trabajo, las mediaciones y la capacidad de introducir los procesos creativos en los institutos. Muchas de estas cosas han quedado minimizadas ahora y prácticamente descafeinadas, se ha reducido la cantidad y calidad de propuestas y ese diálogo activo.

 

-¿Cómo se vive este cambio desde las reuniones de la APDCV?

-P.B: Ahora mismo nos gustaría que el Circuit abra alguna ventana hacia nuevos municipios y creemos que no hay un plan estratégico claro. Parece que el artista tiene que planificarse sin saber hacia donde se dirige y sin saber como se va a llevar a cabo si proyecto ni donde.

 

  • Pere Bodí y Ángela Verdugo durante los Premios APDCV -

 

-Esto reafirma que cada vez más los bailarines tienen que encargarse de la gestión de sus espectáculos y convertirse también en una figura administrativa o financiera

 

-P.B: Hace mucho tiempo, ya que los bailarines no pueden dedicarse solo a bailar. La precariedad es tal que se podría contar con una sola mano las compañías estables que tienen a más de una persona contratada para poder resolver estas gestiones. Las compañías se ven obligadas a arriesgar porque igual cuentan con una subvención que se tienen que justificar el 30 de noviembre y que pueden resolverse con suerte el día 3. Lo malo es que muchos espectáculos conllevan una involucración con otra gente a la que tienes que pagar y si no llegan las ayudas te puedes pegar un gran golpe, verte endeudado y hasta enfrentar pérdidas.

 

-Á.V: Los creativos tenemos que tener nociones de presupuesto y de gestión empresarial. La precariedad lleva a que dos personas en una compañía asuman todos los roles y no puedan prestar tanta atención a la parte artística y creativa. Me cabrea ver como a un gestor cultural se le exige que entienda de todo, y aunque la APDCV puede ofrecer asesoramiento, no se puede abarcar ese nivel de ayuda. Esto debería depender de las administraciones, porque cuando hablamos de danza estamos hablando de un sector cultural que da una riqueza intangible, que no es fácil cuantificar y las administraciones tendrían que acompañar a los creadores. 

 

  • Pere Bodí y Ángela Verdugo durante los Premios APDCV -

 

-¿Qué aportan festivales como Dansa València al sector?

 

-P.B: Visibilidad. Está claro que Dansa València es una cita importante, pero podría reivindicar mucho más. Desde la APDCV queremos reivindicar que durante el año haya más programación de danza, porque el festival es solo una semana al año y no nos basta con esto. La danza tiene que existir fuera de los festivales y de los ciclos, da la sensación de que fuera de esto la danza en València es un sector desértico. 

 

Considero que al festival le falta evolucionar, es muy positivo que se establezcan conexiones con programadores de fuera y que el festival se centre en los diferentes movimientos urbanos, pero también sería interesante que este impulso a la danza se pudiera hacer en relación con las asociaciones de profesionales para ver como el impulso puede tener una repercusión más grande. El festival no puede quedarse en el escaparate de algunos proyectos concretos para compañías internacionales, el festival tiene que ser para la provincia de Valencia. Hay que pensar en como puede repercutir a lo largo del año, hay que llevar la danza a la programación habitual.

 

-¿Qué supone el desarrollo de puntos de encuentro como Espai LaGranja?

 

-P.B: Es un punto de encuentro que hay de cuidar. Necesitamos un espacio con una base sólida para poder trabajar y juntarnos desde ahí, necesita financiación estable para que pueda ser lugar que podamos entender como hogar y en el que poder desarrollarnos y formarnos. 

 

-Y para cerrar, ¿cuál es el balance positivo que se hace desde la APDCV de la danza estos años?

 

-Á.V: Creo que nuestra relación dentro del sector es mucho más de compañerismo y que hay una sensación de grupo muy interesante. Antes había menos comunidad y creo que la profesión se ha hecho más amable hacia sí misma. Avanzamos hacia la misma dirección en común. 

 

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