MADRID (EP). Telefónica tiene previsto sacar a Bolsa su filial de infraestructuras Telxius a mediados de julio, si las condiciones de mercado lo permiten, para lo cual ha fichado como entidades cordinadoras globales de la colocación a Caixabank, BBVA y Sabadell, según han confirmado a Europa Press fuentes de mercado.
Los accionistas de Telefónica y Sabadell se suman así a JP Morgan y Goldman Sachs como colocadores en una operación en la que Telefónica prevé sacar al mercado en torno al 40% de su filial, lo que le permitirá captar entre 1.500 y 2.500 millones de euros.
Por su parte, Mediobanca, BNP Paribas, HSBC Holdings, Santander, Citigroup y UBS Group AG ejercerán de colocadores conjuntos de la OPV, tal y como se decidió en una conference call que la multinacional española celebró el martes con todas las entidades, según han adelantado 'Bloomberg y Expansión'.
Telefónica podría iniciar el 'road show' de la salida a bolsa el próximo 7 de julio, aunque a finales de mayo podría tener lugar una conferencia con analistas. El objetivo inicial es que Telxius este cotizando en el mercado a mediados del mes de julio.
La salida a bolsa de Telxius es una de las alternativas que baraja Telefónica para conseguir sus objetivos de reducir su nivel de endeudamiento y mantener su política de dividendos después que la Comisión Europea haya vetado la venta de su filial en Reino Unido O2 al grupo Hutchison.
En la pasada junta general de accionistas, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, aseguró que la empresa está "analizando distintas alternativas estratégicas" tras el fracaso de la venta de O2, entre las que se incluía la posible salida a bolsa de Telxius.
En concreto, Álvarez-Pallete destacó ante los accionistas de Telefónica que la salida a bolsa de la compañía global de infraestructuras les permitirá "liberar recursos para reforzar el balance y financiar inversiones de crecimiento".
Telxius incluye más de 65.000 kilómetros de cable submarino de fibra óptica, de los que alrededor de 31.000 kilómetros son en propiedad, y en torno a 16.000 torres de telecomunicaciones en España, Alemania y varios países de Latinoamérica.
La nueva filial de Telefónica alcanzó en 2015 unos ingresos de 680 millones de euros y un beneficio bruto antes de amortizaciones (Oibda) de en torno a 300 millones de euros, según los cálculos pro forma realizados por la operadora.