Tensión sexual no resuelta

Usted también la tiene… ¡y lo sabe!

El problema viene cuando la tienes cerca, muy cerca dígase el curro, el gimnasio, el amigo de un amigo... Porque claro, llegan las comidas de Navidad y te pones lo más provocativo que tienes en el armario (alguna he llegado a ver enfundada en el mono rojo de la Carrá cual morcón), buscando impresionar al tensionado de turno.

La tensión sexual no resuelta o TSNR no es amor, que quede claro. Lo digo, señoras y señores, porque es de aquí de dónde vienen la mayoría de los problemas post coito. Como bien dice su propio nombre, es sexual. Algo animal que no puedes reprimir y que no sabes cómo ni qué ha provocado esa reacción. Como echar Mentos en la Coca-Cola, ¿quién te iba a decir que dos cosas tan diferentes pueden generar esa reacción tan exponencial?

"No conozco tensión sexual que haya evolucionado a una relación estable y perdurable"

Lo conoces desde hace meses y ni le habías echado cuentas. De repente, un día te trae un quinto, te roza y ¡zasca! ¡ahí está! Pero si te cae fatal, te saca de quicio, te parece un chulito, sobrado y prepotente. Claro que tú tampoco le mereces una opinión mucho mejor: listilla sabelotodo, creída e insoportable. Pero no se puede evitar. Cuanto peor te cae, más grande se hace. Lo disfrutas y lo sufres a partes iguales.

La TSNR te hace poderosa, es un chute que va directo al ego y sienta mejor que una sesión de bisturí. Te quita veinte años de encima, te devuelve a tu etapa más golfa y canalla… Y te lleva a subir todo a los estados, muuuuchos estados. Porque no descansas hasta que no se mete a verlos. Y se mete. Se mete sin ponerse en oculto, porque como hay tensión quiere que sepas que se mete… Hasta la cocina se mete la tensión.

Resolver la tensión sexual ¿es una buena decisión? No sé si lo es o no, depende de las expectativas, pero desde luego es la única manera de terminar con ella. ¡Ay, las expectativas! Aquellas que te llevaron a comprar el mono de Shein pensando que te quedaría como a la Carrá. Las mismas que te pueden llevar a pensar que esto va a terminar en amor verdadero. No conozco tensión sexual que haya evolucionado a una relación estable y perdurable en el tiempo.

Hablando de resolver, huelga decir que esto sólo se resuelve de una manera. Sí, esa que está pensando: la cópula. La otra opción no existe porque esto es como un herpes: o culminas o nunca desaparece, sólo está inactivo. Crees que lo has superado porque desde hace mucho tiempo no te sale, pero cuando menos te lo esperas, lo ves a lo lejos en la Tarde Buena y ¡boom! Ahí está de nuevo, récord de tensiómetro. El corazón se te sale del pecho y el herpes de la boca.

Es una decisión que hay que sopesar muy bien y, para ello, lo fundamental es poner en la balanza si estas dispuesto a encontrarte a esa persona continuamente y soportar que haga como si nada, que es lo que suele ocurrir una vez resuelta la tensión. Inquietante e incómodo.

Mi recomendación para resolver la ecuación es hacerlo si, y sólo si, el resultado va a ser inversamente proporcional a las probabilidades que tienes de volverte a encontrar con esa persona. Es decir, cuantas menos probabilidades de volverte a cruzar, más de resolver. Por eso señores, si es alguien del curro, del gimnasio o el amigo de tu amiga, aborten misión. Nada les compensará menos en la vida; sin embargo, no resolver les hará seguir disfrutando de esa deliciosa tensión sexual cada vez que se lo encuentren.

Gracias por su lectura.