La universidad envió un escrito al juzgando asegurando que iba a ejecutar la sentencia que le obligaba a ello. El juzgado de lo contencioso lo cuestiona y le sanciona a pagar las costas
VALENCIA. La Universidad Politécnica de València no da su brazo a torcer a la primera. Así lo han podido constatar los miembros de la Asociación de Antiguos Alumnos, quienes, pese a haber ganado dos juicios, siguen más de medio año después fuera del campus del Camino de Vera.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valencia, en su sentencia 499/2016 del 3 de junio del año pasado, ratificaba un fallo anterior del juzgado de lo contencioso número 6 por el cual la Politécnica debía reintegrar a la asociación con todos sus derechos. Expulsados del campus por el anterior rector Juan Juliá el 30 de marzo de 2011, en un acto que fue calificado por la Justicia como “grosero”, los ex de la Politécnica veían cómo acaban así cinco años y medio de destierro. Pero medio año después, las cosas siguen cómo estaban.
La situación se está alargando cada semana más y no se ve el final del túnel. Parece que, tal y como comentó a Valencia Plaza el abogado de los antiguos alumnos, José Vicente Morote, de Olleros Abogados, la institución tras un largo periodo de tiempo sigue sin querer ejecutar la sentencia.
En todo este tiempo, la Politécnica tan sólo ha intentado “una ejecución parcial” según Morote, del fallo judicial. Así, mientras los representantes de los antiguos alumnos se reunían con los de la Politécnica para concretar detalles, la institución presentó un escrito en el juzgado diciendo que iba a ejecutarla. Con una salvedad, explica Morote: “en el fondo lo que planteaban es que se iba a producir una nueva situación diferente de la previa a la sentencia dado que no planteaban una vuelta al antiguo Convenio, que es lo que reconoce la sentencia.” Querían que la Justicia les diera carta blanca.
Lógicamente, la asociación de antiguos alumnos se opuso. En su argumentación ante el juzgado, explica el letrado, señalaban que de esa manera no se ejecutaría la sentencia en sus términos, sino tan sólo parcialmente. Algo en lo que les dio la razón el juzgado.
Ante la actitud de la universidad, la letrada de la administración de Justicia falló el pasado 19 de octubre y dictó abrir un procedimiento para ver si se está ejecutando la sentencia, al tiempo que sancionaba a la Politécnica con la “expresa imposición de costas”.
Si bien desde la universidad aseguraban esta semana que se habían puesto en marcha comisiones para concretar ese regreso, lo cierto es que tres meses después del nuevo fallo judicial las cosas siguen tal y como estaban y los miembros de esta asociación de antiguos alumnos, la más antigua, siguen fuera del campus.
“La sentencia no se ha ejecutado todavía tras seis meses desde que la dictó el TSJ y se está a la espera de que se ejecute. La sentencia es firme y lo que debe hacer la Politécnica es ejecutarla en sus exactos términos”, dice el abogado de los antiguos alumnos.
Es decir, que los antiguos alumnos vuelvan a la universidad tal y como estaban cuando fueron expulsados por Juliá: Con su propio local, sus tarjetas, sus derechos adquiridos, el apoyo administrativo del que gozaban, etc… Algo de lo que parece no haberse dado por aludida la Politécnica que parece estar empecinada en, como escribió Guillem de Castro en Las mocedades del Cid, sostenella y no enmendalla.