VALENCIA, (EFE). El turismo cultural, activo y gastronómico son las principales líneas de trabajo del Patronato provincial de Turismo de Valencia, según ha anunciado la diputada de Turismo de la Diputación de Valencia, Pilar Moncho.
La diputada ha explicado en una rueda de prensa las líneas que la corporación provincial destacará en la próxima edición de la feria de turismo Fitur, y que se irán "entrelazando".
Se trata de un año que viene marcado por dos hechos, ha detallado, el año mundial del turismo sostenible y la capitalidad mundial de la alimentación, que la FAO ha otorgado este año a la ciudad de Valencia.
El segundo es un hito "fundamental" para Moncho, que ha destacado la "faceta agrícola" de las comarcas valencianas y se ha mostrado partidaria de "hacer valer la huerta y los productos agrícolas". "Para 2017, no dejaremos de trabajar en la prospección de los recursos para convertirlos en productos turísticos", ha asegurado la diputada, que se ha mostrado partidaria de "cambiar el modelo costa-interior".
Moncho ha destacado la creación este año del departamento de Producto Turístico, algo a lo que se ha referido como "una necesidad" porque, a pesar de la "riqueza" de la provincia, "la gente no sabía lo que venía a ver a Valencia".
El recién creado departamento ha elaborado un catálogo de productos turísticos, un documento que, ha explicado Moncho, parte de la comprensión "de que la capital es el imán más grande del territorio", por lo que la Diputación ha firmado un convenio con el Ayuntamiento de Valencia para "aprovechar la ciudad para exportar visitantes" a través de la promoción en oficinas de turismo.
Con este mismo fin, la responsable provincial de Turismo se ha referido a otras iniciativas, como la de llevar València Cuina Oberta a las comarcas "para aliviar la estacionalidad", o la colaboración con la Agencia Valenciana del Turismo y las mancomunidades para el desarrollo de un plan de turismo por comarcas, para "mostrar algo más grande que una población".
Asimismo, ha incidido en la apuesta de la corporación por el turismo de interior que, ha afirmado, es "la joya que nos queda", el único tipo de turismo que "no ha sido pervertido, no ha sido explotado urbanísticamente", pero al que "le queda mucho por trabajar".
Frente a esto, ha reconocido el "pequeño problema" que suponen los cruceros, de los que "la gente baja, ve Valencia en dos horas y se va", y ha reivindicado la necesidad de que los grandes barcos pasen "al menos una noche" en la ciudad para "generar economía" en la capital valenciana.
Otro de los retos para 2017, según ha explicado la diputada, es el de incidir en la formación de los técnicos provinciales y las empresas turísticas, a los que se formará en materias como redes sociales, igualdad o accesibilidad.
Además, la corporación seguirá trabajando en el Observatori València Turisme, puesto en marcha durante el año, que "muestra en tiempo real todo lo que se invierte en poblaciones y en asociaciones, para que se vea el impacto sobre el territorio y para que no haya recelos y nadie se sienta perjudicado".
A preguntas de los periodistas sobre el futuro de la encomienda de gestión que el patronato de Turismo tiene con la empresa pública Divalterra, y de los trabajadores dependientes de ambas entidades, Moncho ha reconocido que es algo que le "preocupa".
"Nosotros tenemos 18 trabajadores en el patronato, no todos son personal laboral, y entiendo que las personas no pueden estar cada cuatro años temblando a ver quién entra en una u otra administración", ha afirmado.
Moncho ha recordado que el presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, ya explicó que las personas que estén trabajando en el patronato "se quedarían en el patronato", y ha añadido que, aunque no justifica "cómo entraron", "son personas, con familia y economías familiares".
Asimismo, ha reconocido no saber "qué pasará si la gestión se asigna al patronato", y se ha preguntado "si habrá exámenes para consolidar la plaza", pero ha asegurado que estaría "encantada de que los trabajadores dejen de sufrir".