VALÈNCIA (EP). El asesor de la Presidencia ucraniana Mijailo Podoliak considera que las próximas 48 horas decidirán el futuro de Rusia si fructifica o no la maniobra contra el Ministerio de Defensa ruso lanzada por el líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeni Prigozhin, cuyas fuerzas han tomado el cuartel general de Rostov y se dirigen a Moscú.
"Las próximas 48 horas definirán el nuevo estatus de Rusia. O degenera en una completa guerra civil, o abre una transición negociada de poder, o supone un episodio antes de la siguiente fase de la caída de Vladimir Putin", ha hecho saber en su cuenta de Twitter.
"Todos los potenciales jugadores están decidiendo ahora mismo de qué lado están", ha añadido el asesor, en un mensaje publicado poco después de que precisamente uno de estos actores, el líder checheno Ramzan Kadirov, declarara su apoyo sin fisuras al presidente ruso frente a esta "puñalada por la espalda", la expresión más empleada por las autoridades rusas, con el mandatario a la cabeza, para describir lo ocurrido.
"Amigos, la noche ha sido difícil y hasta ahora no he tenido tiempo para expresar aquí mi opinión sobre esta vil traición. Lo que está pasando es una puñalada por la espalda y un verdadero golpe militar", ha hecho saber Kadirov, quien ha llegado a combatir codo con codo con las fuerzas de Wagner durante la guerra de Ucrania, en su cuenta de Telegram.
"Hago un llamamiento a los luchadores y patriotas para que no caigan en provocaciones. La seguridad del estado y la cohesión de la sociedad rusa en ese momento están por encima de todo. Apoyo cada palabra de Vladimir Vladimirovich Putin", ha añadido.
"Hago un llamamiento a los luchadores y patriotas para que no caigan en provocaciones. La seguridad del estado y la cohesión de la sociedad rusa en ese momento están por encima de todo. Apoyo cada palabra de Vladimir Vladimirovich Putin", ha añadido.
Siguiendo su encendida retórica habitual, el líder checheno ha puesto sus fuerzas y su propia salud para detener a Prighozin. "De ser necesario, sacrificaré mi vida por la patria. Hay que detener a Prighozin. Mis tropas entrarán en la batalla", ha declarado.
Otros aliados de Putin que han sumado su apoyo al presidente han sido los responsables de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, varios gobernadores regionales y el jefe de la Iglesia ortodoxa de Rusia, el patriarca Cirilo, quien ha llamado a la unidad nacional, y pedido a los combatientes de Wagner a "pensárselo dos veces".
"Cuando los enemigos están haciendo todo lo posible para destruir a Rusia, cualquier intento de sembrar discordia dentro del país es el crimen más grande que no tiene justificación. Como primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa, hago un llamado a aquellos que, habiendo tomado las armas y están listos para usarlas contra sus hermanos", se lo piensen dos veces.
Por parte de Ucrania, antes de que lo hiciera el presidente, Volodimir Zelenski, el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, ha valorado lo ocurrido como un punto de inflexión en el que los países neutrales a la guerra deben reconsiderar urgentemente su postura.
"A quien dijo que Rusia era demasiado fuerte para perder: mirad ahora. Es hora de abandonar la falsa neutralidad y el miedo a la escalada; dar a Ucrania todas las armas necesarias; olvidarse de la amistad o los negocios con Rusia. Es hora de poner fin al mal que todos desprecian pero que tenían demasiado miedo de derribar", ha manifestado Kuleba.
Al final, fue Zelenski quien publicó su opinión sobre la rebelión de Wagner, que describió como un ejemplo de autodestrucción por parte de Rusia derivado de su decisión de lanzar su invasión en territorio ucraniano.
"Todo aquél que elige el camino del mal se destruye a sí mismo", ha declarado Zelenski en su cuenta de Twitter, en sus primeras declaraciones tras lo ocurrido.
El presidente ucraniano ha señalado directamente a su homólogo ruso, Vladimir Putin, siendo este mandatario "quien envía columnas de tropas para destruir la vida de otro país y no puede evitar que huyan cuando la vida se resiste", quien "aterroriza con misiles mientras se humilla para recibir drones Shahed" procedentes de Irán y quien "desprecia a la gente y arroja a cientos de miles de personas a la guerra, solo para acabar atrincherado en Moscú de aquellos a quien él mismo entregó las armas".
Varios líderes internacionales se han limitado a reaccionar con enorme cautela ante el progresar de los acontecimientos, comenzando por la Unión Europea, que ha considerado la situación como un "asunto interno de Rusia" y se está limitando por el momento a "supervisar la situación", en palabras del portavoz de la Comisión europea, Eric Mamer.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se ha hecho eco de estas palabras. "Está claro que es un problema interno ruso y nuestro apoyo a Ucrania es inquebrantable", ha ratificado en un mensaje publicado en Twitter.
Sin embargo, países fronterizos como Estonia han expresado una preocupación más aguda, como ha trasladado este sábado la primera ministra del país, Kaja Kallas, quien ha confirmado que ha dado orden de "reforzar la seguridad fronteriza".
"Estonia sigue de cerca el desarrollo de la situación en Rusia e intercambia información con los aliados. Puedo asegurar que no existe una amenaza directa para nuestro país", ha hecho saber en su cuenta de Twitter.
Kallas y el primer ministro de Letonia, Krisjanis Karins, han mantenido una conversación a tres con el primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo para "acordar una estrecha cooperación" ante lo que pueda ocurrir en las próximas horas, ha hecho saber el mandatario finlandés.
Polonia, frontera con Ucrania y Bielorrusia, también está particularmente interesada en seguir la situación, como ha hecho saber el presidente, Andrzej Duda, en su cuenta de Twitter. "Debido a la situación en Rusia, he mantenido consultas esta mañana con el primer ministro (Mateusz Morawiecki) y el Ministerio de Defensa, así como con nuestros aliados". "Estamos siguiendo constantemente el curso de los eventos más allá de nuestra frontera este", ha añadido el mandatario.
También han reaccionado con cautela el presidente francés, Emmanuel Macron quien, según el Elíseo, está siguiendo también de cerca lo ocurrido, así como la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien ha querido apuntar que la rebelión de Wagner "es un testimonio de cómo la agresión a Ucrania también está causando inestabilidad dentro de la Federación Rusa".
El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha puesto un énfasis especial en la protección de los civiles "a través de un ejercicio de responsabilidad", en declaraciones a la BBC. "Reino Unido está siguiendo de cerca la situación, estamos en contacto con nuestros aliados y, de hecho, hablaré con algunos de ellos más tarde hoy", ha manifestado.
Otros mandatarios, como el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, también ha certificado que "las autoridades rumanas siguen de cerca la evolución de los acontecimientos en Rusia, en contacto constante con los aliados".