En un mundo en el que la reutilización, el reciclaje y las compras de segunda mano están en auge, los rastros han resurgido de sus cenizas: relegados durante años a un público minoritario, en los últimos tiempos este tipo de mercados populares, en los que se venden todo tipo de productos a un precio más bajo de lo habitual, son un reclamo tanto para los coleccionistas "de siempre" como para un público general y más joven, ávido de encontrar buenas oportunidades.
Originariamente, el nombre "rastro" servía para definir el transporte de las reses que, ya muertas y aún sin desollar, se llevaban desde el matadero hasta negocios relacionados, como carnicerías, curtidores, etc. Por eso, no casualidad que el lugar que ocupó el Rastro de Madrid en el siglo XVII, en el barrio de Lavapiés, fuera el lugar donde se concentraban los mataderos de reses de la capital.
Actualmente, el término rastro o rastrillo es mucho más amplio. De hecho, se emplea tanto para referirse a mercadillos periódicos de segunda mano como para definir mercados benéficos montados en fechas determinadas (por ejemplo, en navidades) en los que se venden productos nuevos o usados donados por particulares, fabricantes o comercios.
El rastro de Valencia es uno de los más populares de la Comunidad Valenciana.
Ubicado durante años entre las avenidas Aragón y Blasco Ibáñez, en el parking del estadio de Mestalla, se celebra actualmente todos los domingos y días festivos, de 8:00 a 14:00 horas, en Plaza Amelia Chiner, en la Avenida de los Naranjos, muy cerca del campus universitario de Tarongers.
Se trata de los mercadillos más populares de España, sobre todo para los coleccionistas, quienes pueden encontrar en sus más de 300 puestos de muebles, maniquís, disfraces, revistas, telas, ropas, cámaras de fotos antiguas o bicicletas, además de objetos con fallos o roturas leves, y todo tipo antigüedades.
Quieres visitar este rastro de la Comunidad Valenciana habitualmente dicen que es como un gran "baúl de los recuerdos", una versión valenciana del famoso Rastro de Madrid en el que prácticamente todo tiene cabida, incluso aquellos objetos más bizarros o kitsch.
Son especialmente llamativos sus juguetes, que van desde muñecas hasta colecciones de Playmobil, soldaditos de plomo o Barbies.
Otro de los mercadillos más conocidos de Valencia capital es el de la Plaza Redonda, que tiene lugar todos los domingos (y también en días festivos) por la mañana, en las inmediaciones del Mercado Central y la Lonja.
En este mercadillo podrás encontrar música, pinturas, libros, plantas y artículos de cuero. Pero, sobre todo, este es el punto de encuentro para los amantes de la filatelia, las estampillas, los cromos, los sellos o las monedas, quienes desde hace décadas se reúnen aquí para compartir, intercambiar o comprar/vender sus objetos de colección.
Dentro de los rastros de antigüedades más importantes de la Comunidad Valenciana destaca el Mercadillo del Cisne de Benidorm, abierto jueves, sábados y domingo por la mañana y en el que puedes encontrar todo tipo de objetos de segunda mano.
Una de las principales ventajas de este rastro alicantino es que está en un recinto cerrado y que tiene su propio bar, por lo que es habitual disfrutar de música en vivo o de un aperitivo mientras paseamos entre sus calles.
El Rastro De Polop, situado en el Polígono Industrial Plà de Polop, es otro de mercadillos típicos para pasar la mañana del domingo. Allí puedes encontrar todo tipo de utensilios de primera, segunda o tercera mano, en buenas condiciones y a buen precio.
Muy similar es el rastrillo de la Santa Faz, que se celebra en la pedanía de Santa Faz, a escasos 10 minutos en coche del centro de Alicante, todos los domingos, entre las 8:30 y las 15:00 horas.
Además de puestos de producto fresco y ropas, este rastro es especialmente conocido por sus puestos de antigüedades, que llaman la atención de coleccionistas y público extranjero.
En esta misma línea se encuentra el modesto pero coqueto mercadillo del Palmeral de Elche, que se celebra en este precioso enclave declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
En este mercado es muy habitual buscar y encontrar vinilos, CD y casetes de música extraños, o libros de segunda mano y de ocasión, desde best-sellers a buen precio hasta ediciones raras, pasando por fotografías, guías, catálogos o manuales de historia local.
En los más de 40 puestos del rastro de Elche también puedes encontrar bordados y productos cosidos artesanalmente, además de muñecas o peluches.
¿Qué te ha parecido la gran oferta de rastros que puedes encontrar en la Comunidad Valenciana?