PSPV y Ciudadanos ya hacen planes juntos
PSPV y Ciudadanos ya hacen planes juntos
VALÈNCIA. La relación entre el PSPV y Ciudadanos va viento en popa. A lo largo de las últimas semanas, ambas formaciones han estrechado lazos y han mostrado con pocos tapujos la solidez de su sintonía. El último episodio tuvo lugar hace a penas unos días, cuando Toni Cantó, líder de los naranjas, y Ximo Puig, President de la Generalitat, se sentaron sin problemas para hablar de los presupuestos y otras cuestiones, algo que causó malestar entre los otros socios Botànic: Compromís y Unides Podem. Pero este acercamiento, que actualmente se plasma con mayor claridad en la política autonómica, ya tuvo sus primeros ensayos en el ámbito local hace algunos meses. Y precisamente ahí busca también su consolidación, con un nuevo pacto a la vista en Moncada.
El primero en abrir la veda de los pactos locales fue el alcalde de Torrent, Jesús Ros, cuando en abril decidió dar estabilidad a su mayoría simple incorporando a dos ediles de Ciudadanos. Una alianza que por aquel entonces podía sorprender en el escenario político valenciano, ya que en un mapa repleto de mini-Botànics, el PSPV daba la espalda a sus socios naturales para aliarse con los de Inés Arrimadas. Sin embargo, este tanteo no vino solo, y finalmente los coqueteos entre el PSPV y Ciudadanos se intensificaron hasta convertirse en una tónica más o menos habitual. Xixona fue otro claro ejemplo de ello, con los protagonistas siguiendo exactamente los mismos pasos que la capital de L'Horta Sud. O Moncada, que no llegó a escenificar un pacto pero también tuvo su propio amago.
PSPV y Ciudadanos ya hacen planes juntos
En junio, este municipio logró aprobar sus primeros presupuestos en tres años gracias al apoyo de Ciudadanos. La alcaldesa, Amparo Orts, no sumaba los votos necesarios para sacar adelante las cuentas, y Compromís le había dado la espalda por una serie de desavenencias. Sin embargo, los naranjas decidieron tenderle una mano amiga y, en teoría, desinteresada. Con su sí, el documento fue ratificado en el plenario municipal. "Agradecemos a Ciudadanos que haya dejado de lado la ideología, pero este es un acuerdo excepcional por la situación de covid-19", apuntaba la primera edil, cerrando la puerta a un mayor acercamiento.
El portavoz naranja, Jesús Gimeno, tampoco la contradecía: "Es única y exclusivamente un acuerdo para los presupuestos de 2020", declaraba entonces, aunque su postura ya era mucho menos tajante que la de la alcaldesa: no dudó en resaltar el buen entendimiento que había guiado las negociaciones, ni tampoco la voluntad de cooperación que habían mostrado ambos bandos. En resumen, Gimeno ya se hacía eco de la buena sintonía entre ellos.
Y ahora, tras unos meses de reflexión, ambos actores sí que parecen dispuestos a avanzar en su relación a largo plazo. "Hay diálogo abierto tanto a nivel autonómico como local, incluida Moncada", reconocen fuentes de las dos formaciones a este diario. Sin ir más lejos, admiten que el secretario de organización del PSPV, José Muñoz, mantuvo la semana pasada un encuentro -y no era el primero- con el secretario de Acción Institucional de Ciudadanos y concejal de Moncada, Jesús Gimeno. Unas reuniones, que entre otras muchas cosas, han puesto sobre la mesa un acuerdo de gobierno en el municipio.
Por el momento, según confirman las distintas fuentes, el pacto de Moncada está en fase de diálogo y a la espera de que las direcciones autonómicas le den el visto bueno. Una vez esto suceda, la decisión se trasladará al ámbito local para su discusión. Los beneficios de una alianza de estas características serían exactamente los mismos que en Torrent: conseguir una mayoría absoluta para dar estabilidad al gobierno local. Un salto para el que Ciudadanos se muestra particularmente dispuesto. De hecho, fuentes municipales del partido confirman que ya han asistido a actos institucionales junto con la alcaldesa, lo que evidencia la mano tendida para un inminente acuerdo.
De esta manera, PSPV y Ciudadanos seguirían progresando en su renovada relación, dejando atrás los tiempos de veto y líneas rojas. Unos acercamientos cada vez más manifiestos que empiezan a aunar los pactos locales con posiciones autonómicas conjuntas. Pequeños coqueteos que, por supuesto, han despertado el miedo a la infidelidad abierta en los socios de gobierno del PSPV: Compromís y Podem.