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El testimonio dice que pedía "prudencia" al verse irregularidades:

Un testigo revela amenazas de Crespo a trabajadores: "Ojo con lo que vais a decir"

8/06/2017 - 

VALÈNCIA, (EP). Enrique Crespo, expresidente de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) y de Emarsa, pidió a sus trabajadores "prudencia" cuando se destaparon irregularidades en la gestión de la depuradora de Pinedo: "A ver si vamos a ser bomberos pirómanos y montamos un lío". Asimismo, les advirtió: "Ojo con lo que vais a decir si tenéis que ir al juzgado", según la versión de José Antonio Martínez, exsecretario de la Emshi, en el juicio por la pieza principal de la causa en la que se ha investigado un presunto desfalco de 25 millones de euros en la gestión de la instalación.

El testigo ha explicado al tribunal que, tras estudiar diferente documentación, comenzaron a ver diferentes irregularidades en Emarsa y trataron de buscar una viabilidad para la empresa a través de una reducción del capital social. De esta situación fue debidamente informado Enrique Crespo y también el exgerente de la entidad, Esteban Cuesta.

Así, por ejemplo, en una reunión que tuvo lugar en mayo de 2010, se les trasladó --ha reproducido-- unos gráficos para explicarles que la causa por la que la sociedad estaba endeudada no se debía a un elevado número de trabajadores y a una falta de financiación, sino a un aumento de costes en gastos de aprovisioinamiento y de otro tipo. También se aludió a unos viajes sufragados por la entidad pública.

Crespo, ante esta situación, pidió explicaciones a Cuesta y éste negó los viajes, según ha manifestado Martínez. Frente a ello, el exgerente presentó en ese momento otro documento en el que insistía en los elevados costes de personal y en la necesidad de elevar el capital social de la mercantil. "Esto nos dejó perplejos porque no coincidía con el informe del auditor y con lo que se había estado trabajando", ha dicho.

Ante la respuesta de Cuesta, tanto el testigo como el interventor aportaron a Crespo unos documentos en los que se desgranaban los viajes a costa de Emarsa. Y preguntado por cómo reaccionó él, ha manifestado: "Hizo un comentario que no tenía que ver con los viajes. Preguntó... ¿Pero hay algo más o no? Yo no entendí la pregunta, ni tampoco los que estaban allí", ha aseverado.

Con todas estas cifras e irregularidades encima de la mesa, el testigo ha explicado que Crespo, ese año, en 2010, pidió "un poco de prudencia en estas cosas". "En ese momento dijo una expresión que nos hizo gracia y que recuerdo. Nos comentó que 'a ver si vamos a ser bomberos pirómanos y vamos a montar un lío aquí'", ha reproducido.

A Fiscalía

Llega un punto en el que se decide la liquidación de Emarsa y, a partir de ahí, se hizo un inventario y se fue recabando más documentación. Con la misma, al ver materializadas las irregularidades, el testigo y el interventor decidieron trasladarlas a la Fiscalía por posible infracción penal. "No fue a iniciativa de Crespo, sino nuestra", ha apostillado.

En diciembre de 2010, los abogados de la empresa hicieron un proyecto de ampliación de querella, pero la misma no se presentó hasta el mes de marzo. Interpelado al testigo por el motivo de este retraso, éste ha comntado que "Crespo fue demorando la decisión hasta el punto de que en Navidad, el interventor y yo tuvimos que hacer un informe conjunto diciendo que en caso de que la situación continuara así, íbamos a tener que dar traslado nosotros de la información que obraba en la entidad", ha expuesto.

El testigo ha explicado que adoptaron esta postura porque los letrados les comentaron que "estas cosas no se podían demorar por riesgo de destrucción de pruebas o lo que sea", y les indicaron que ante un posible delito, "hay que ponerlo todo en conocimiento de la justicia", ha añadido.

Esta reacción, tanto por su parte como por la del intervevntor, "dio lugar a una reunión muy tensa" con Crespo, ha señalado el testigo. Ha afirmado que "Crespo se enfadó muchísimo y dijo que le había sentado fatal, que las cosas no se hacían así. Le dijimos que era delicado y que había una demora no justificable. Y él nos dijo que se sentía amenazado por hacer este tipo de cosas y que mucho ojo con lo que teníamos que decir si teníamos que venir al juzgado". "Le insistimos en que no queríamos amenazar a nadie pero que había una responsabilidad", ha aseverado.

Al hilo de esta reunión, hubo un segundo informe unos días después y el expresidente de Emarsa les trasladó que iba a buscar otro letrado de su confianza. "Buscó otro abogado y nos dio instrucciones de que él sería el contacto con éste. También nos pidieron que nos limitáramos a dar la documenta

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