Fernando Roig, uno de los ofertantes por la unidad productiva de TAU CerámicaVALENCIA. Algo tan natural como el nacimiento de un bebé. Éste es el más que justificado motivo que está provocando el ligero retraso en la resolución de la subasta de la unidad productiva de TAU Cerámica.
Se trata de la baja por paternidad del juez del concurso de acreedores de Taulell, la matriz de la azulejera castellonense. El magistrado, como cualquier otro trabajador, está haciendo uso del permiso que le corresponde por el alumbramiento de su retoño.
Hasta su regreso, que está previsto para el próximo 9 de mayo, no se espera que el juez dictamine si convoca una segunda subasta por la unidad productiva de la compañía -como recomendó en su informe el administrador concursal- o si se la adjudica directamente a la que considere la mejor oferta.
Sin saberlo, el pequeño ha aportado una calma inesperada que bien necesitaba el proceso, sobre el que han corrido ríos de tinta en los periódicos por la notoriedad de los aspirantes a quedarse la enseña.
Así, la batalla económica entre los presidentes de Sherpa Capital, Eduardo Navarro; y Grupo Pamesa, Fernando Roig; deberá esperar a que el juez vea satisfecha una cuestión más importante que las aspiraciones de ambos empresarios: el derecho de un padre a presenciar los primeros días de vida de su hijo.
