El sondeo de intención de voto que publica este domingo Valencia Plaza se realizó antes del último espectáculo de la izquierda el jueves pasado, cuando en la más pura tradición del comunismo cainita acabó regalando la Alcaldía de Alicante al Partido Popular. Un navajeo que continuó, tras la elección de Luis Barcala, con el reparto indiscriminado de culpas, algunas de las cuales incluían a un tránsfuga de Ciudadanos que por razones que se me escapan se da por hecho que tenía que apoyar al tripartito de izquierdas.
Ahí destacó Podemos, señalando a Echávarri, al PSPV, a la tránsfuga Nerea Belmonte y hasta a Ciudadanos, convidado de piedra que, esta vez con motivo, volvió a ponerse de perfil. No es que la autocrítica sea cero en Podemos, sino que en el partido de los moratones se considera alta traición hacer públicas las discrepancias. La consigna es echar la culpa a los demás, restregarse los trapos sucios en casa y luego posar para la foto como hicieron el mismo jueves Iglesias y Errejón, más falsos que la Familia Real.
A Belmonte la puso Podemos por votación de sus bases y la echó, sin votación de sus bases, el Comité de Garantías del partido por un escándalo de adjudicación de contratos que no llegó ni al juzgado. La dejaron sin el sueldo al que tiene derecho mientras sea concejal, según el Tribunal Constitucional, y ahora discuten si su abstención que dio la victoria al PP es una vendetta contra sus excompañeros o es que tiene amigos del PP que le han prometido algo más que el sueldo. Es decir, que la culpa también es del PP. Todo menos pedir perdón a sus votantes.
Decía que el sondeo es previo a estos acontecimientos porque si lo hiciéramos la semana que viene es probable que se notase algo más de desmovilización en la izquierda, al menos en Alicante, en plan 'que les vote su madre'. Es lo que tienen las encuestas de intención de voto, igual que los comicios en sí, que hay acontecimientos que influyen en el humor de la gente. La que publicamos ahora, realizada por SyM Consulting, empezó a la vuelta de las vacaciones de Pascua, del 10 al 12 de abril, con asuntos recientes de actualidad –¡cuándo no los hay!– que seguro que influyeron en el resultado, como el caso Cifuentes, la reversión del área de salud de La Ribera, la presentación de los Presupuestos Generales del Estado o el presunto caso de corrupción que afecta a PSPV y Bloc (socio mayoritario de Compromís).
Sobre el resultado de la encuesta, uno esperaba un ascenso importante de Ciudadanos en sintonía con otras encuestas que se han ido publicando desde que en diciembre Inés Arrimadas ganó las elecciones en Cataluña, pero el aumento que se aprecia en el sondeo es más bien moderado. El 'efecto Arrimadas' se notó en la encuesta que publicamos en febrero sobre intención de voto en las ciudades de València y Alicante, con opciones de obtener la alcaldía sobre todo en Alicante, pero ahora el soufflé del partido de Albert Rivera parece que ha bajado un poco, al menos en la Comunitat.
El resultado del sondeo que iremos desgranando en los próximos días contiene un dato curioso respecto al candidato que más suena para optar a la Generalitat por parte de Ciudadanos: no solo revela la poca confianza que sus votantes tienen en que Toni Cantó sea presidente –es difícil pero no imposible–, sino que cuando se pregunta quién quiere que sea presidente, el hoy diputado en el Congreso tiene más partidarios entre los simpatizantes del PP que entre los de su partido.
Lo que parece claro es que las opciones del PP y de Ciudadanos para que la Generalitat vuelva a manos del centro derecha pasan por un factor que según el sondeo ahora no se da: que Esquerra Unida no alcance el 5% de los votos. En 2015, la candidatura que encabezaba Ignacio Blanco se quedó en el 4,38%, extraparlamentarios por un puñado de votos como les pasó en su día al Bloc y a Unión Valenciana. La ley electoral valenciana hace que una formación pueda pasar de cero a cuatro escaños en el momento en que supera la barrera del 5%. Si EUPV entra con cinco, como dice el sondeo, son escaños para la izquierda que se restan a los demás, también al PP y Cs. Así se explica que la reforma de la Ley Electoral Valenciana que iba a bajar el listón al 3% haya fracasado a pesar de que todos menos el PP la apoyaban. Hasta que Ciudadanos sacó la calculadora.
Sin esa irrupción de EUPV, el sondeo es similar para PSPV y Compromís al que hicimos en septiembre, con un empate técnico muy interesante que coloca a Oltra con opciones de disputarle la presidencia a Puig, mientras Podemos sufre una fuerte caída de tres puntos –lo que explicaría el ascenso de EUPV–, lo mismo que el PP, aunque para los populares es proporcionalmente menor porque eran y seguirían siendo los más votados.
El resultado del PP puede explicarse en parte con otra pregunta del sondeo que iremos desvelando. Pedimos una valoración sobre cómo trata el Gobierno de Mariano Rajoy a la Comunitat Valenciana. Teniendo en cuenta que Montoro presentó los Presupuestos el día 3 de abril y nuestra encuesta empezó el 10, se pueden imaginar el resultado a pesar de los esfuerzos de Moragues y Bonig por justificar lo injustificable.