VALENCIA. Los grandes inversores, los que de verdad mueven los mercados financieros, no tienen en cuenta que España siga sin Gobierno nueve meses ya y cada vez más con la amenaza de ir de cabeza a las terceras elecciones en solo un año. Y lo están demostrando comprando activos de renta fija, bien soberana o bien de empresas.
El Tesoro Público lejos de pagar por alguna de sus emisiones sigue cobrando, tal y como sucedió en la primera de este mes con los bonos a tres años; mientras la prima de riesgo ya ha bajado por debajo del umbral de los 100 puntos básicos aunque más por demérito del bono alemán, que se ha convertido en auténtico valor refugio lo que provoca la caída de su rentabilidad.
Pero no solo es en la deuda soberana sino también en la corporativa donde los inversores no dudan en 'arramblar' con todo el papel español que sale al mercado. Y solo en los ocho primeros meses del año han captado casi 2.700 millones de euros. Ahí están los 445 millones de euros de 'bonos ICO' a dos años, abonando 70 puntos básicos sobre midswap -la referencia en este tipo de operaciones- , realizada antes de ayer.
O los 500 millones de euros que captó Ferrovial ayer Ferrovial en su vuelta a los mercados mayoristas, poniendo sobre la mesa 53 puntos básicos sobre midswap y un cupón anual 0,375% en sus bonos senior a seis años. En ambos casos para inversores cualificados o institucionales como grandes fondos, aseguradoras, gestoras...
Pero lo mejor estaba por llegar cuando Telefónica e Iberdrola levantaron 1.700 millones de euros este jueves en sendas emisiones. Así, la operadora colocó de un plumazo 1.000 millones de euros, con una demanda próxima a los 4.800 millones de euros entre grandes inversores también. La cotizada presidida por Álvarez-Pallete lanzó obligaciones perpetuas subordinadas a cinco años, pagando 385,8 puntos básicos sobre midswap (índice de referencia para tipos de interés fijos) y devengarán un interés fijo del 3,75% anual desde la fecha de emisión hasta el 15 de marzo de 2022.
La emisión de bonos híbridos por parte de Telefónica se inscribe en su plan encaminado a reducir su deuda a medio plazo a niveles más sostenibles. Todo ello después de que la agencia de calificación Fitch rebajara su rating esta semana en un peldaño.
Por su parte, Iberdrola colocó ayer jueves su tercera emisión de los llamados 'bonos verdes' por un montante de 700 millones de euros -la demanda superó dos veces la oferta- bajo el objetivo de captar recursos para refinanciar inversiones en parques eólicos de Reino Unido.
La eléctrica presidida por Sánchez Galán optó por bonos a 9 años, pagando 32 puntos básicos sobre midswap y un cupón del 0,375%. Se trata del más bajo obtenido por la compañía en operaciones a ese plazo en los mercados de capitales en euros.