VALÈNCIA.-Hace ya tiempo que la vela española se ha regionalizado en exceso. Antes de la crisis, los barcos de las diferentes autonomías viajaban para participar en muchas de las regatas que se celebraban fuera de su región, e incluso fuera de nuestras fronteras. Existía, sin oficialidad alguna, una ‘Triple Corona’ nacional, que reunía a las tres regatas más importantes de España: La Copa del Rey, la Semana del Sherry y el Trofeo Príncipe de Asturias. Quien ganaba las tres se convertía en el protagonista del año. Aunque no era un galardón oficial por parte de las autoridades de la vela española, sí estaba muy reconocido por el resto de la flota con el consiguiente prestigio que aportaba al club al que pertenecía el barco.
Era una vela distinta a la que hay ahora, mucho más abierta a España y a Europa y menos regionalista. Los clubes se volcaban en demostrar su prestigio en el campo de regatas y en habilitar regatistas para que participaran formando parte de las tripulaciones internacionales.
En la Comunitat Valenciana había —y hay— tres grandes clubes que no dejaban de apostar por la vela pesada con la organización de tres grandes regatas: Regata Costa de Azahar (Castellón), Trofeo de la Reina (València) y Trofeo Isla de Tabarca (Alicante). Eran tan importantes que los grandes equipos de Europa se inscribían año tras año para medir sus fuerzas en el Mediterráneo. Ya no pasa. La crisis, la desidia de algunos presidentes y la desaparición de la Caja de Ahorros del Mediterráneo acabaron con ese nivel.
* Este artículo se publicó originalmente en el número de febrero de la revista Plaza
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