José Pastor junto a sus hijas. VPVALÈNCIA. La promotora Urbem quiere pasar página y retomar con fuerza su actividad en el mercado inmobiliario. Un nuevo comienzo que vaya más allá del conflicto accionarial que desde hace casi 14 años enfrenta a los Pastor y los Turró por el control de la compañía. Y, para ello, tiene un nuevo plan: retomar viejos proyectos que habían quedados en stand by y desarrollar algunos de los suelos que son de su propiedad.
Un nuevo rumbo motivado por lo que los Pastor consideran el final de una guerra empresarial que durante años se ha librado en los tribunales. El patriarca de los Pastor, José Pastor, acompañado de su hija Tina Pastor aseguraba en rueda de prensa que dos resoluciones de la Audiencia Provincial de Valencia, de 24 de febrero y de 3 de marzo, le dan la razón y admiten que tiene la mayoría del capital de Urbem y es administrador único de la compañía. Según explicaron, con estas sentencias del tribunal "quedan convalidados los últimos acuerdos en los que ha ejercido su mayoría la familia Pastor, entre ellos, el de designación como administrador único de José Pastor, acordada por la Junta celebrada el 20 de junio de 2018".
Por tanto, consideran nulo "el acuerdo adoptado fraudulentamente por la junta de 3 de septiembre de 2018, en la que se pretendió designar a Carlos Turró y en la que se efectuó una incorrecta aplicación de las leyes mercantiles". Sin embargo, contra ellas cabe recurso de casación, un derecho que ejercerán los Turró, según confirman a Valencia Plaza.
En cualquier caso, para los Pastor se trata de una victoria que culmina con una "guerra" que dura años. "Estas sentencias acaban con este tema porque, aunque ellos reclamarán al Tribunal Supremo, no lo admitirá. Esto es un punto de inflexión. Entendemos que se pone fin a la batalla", aseguraba José Pastor. Ahora, la intención de la compañía pasa por promover nuevos proyectos y otros que también estaban pendientes como la construcción de un centro de eventos en València. Una decisión que también es consecuencia de la finalización del concurso de acreedores que inició Urbem en 2015.
Fue en 2017, cuando la compañía anunció su intención de levantar un centro de convenciones y eventos de 2.500 metros cuadrados en la calle Menorca, en una parcela anexa a su Hotel Primus, que operará tanto de forma autónoma como para el establecimiento hotelero. Pero todavía no habían iniciado los trámites para poder construir el complejo. "Queremos pedir la licencia al Ayuntamiento antes de verano", explicaba Tina Pastor. El recinto contará con un salón de actos con 407 butacas y un aforo máximo para unas 700 ó 800 personas. La inversión total prevista roza los 3 millones de euros.
También quieren sumarse a la 'fiebre' de las residencias de estudiantes y levantar una, con capacidad para 100 habitaciones, en un solar de su propiedad en Paterna que cuenta con 4.800 metros cuadrados de edificabilidad. La parcela se ubica en los aledaños del campus universitario Burjassot-Paterna. Junto a este suelo, también prevén construir 14 viviendas, aunque en caso de que este proyecto no prosperara y no hubiera demanda suficiente para la compra de los pisos, barajan anexionarla al proyecto de la residencia para hacer más habitaciones para los estudiantes e incluso apartamentos pequeños para el alquiler. "Queremos ampliar nuestra pata de hostelería", resaltaban los Pastor.
Pero, además, la promotora cuenta con importantes suelos en el cap i casal. Entre ellos, en el barrio valenciano de San Mercelino donde poseen más de 86.000 metros de edificabilidad, un 25% del suelo, por lo que confían en poder constituirse como agente urbanizador para desarrollar, junto a otros propietarios, un Programa de Actuación Integrada (PAI).
Asimismo, litigan desde hace años con el Ayuntamiento de València por retirarles la condición de agente urbanizador del PAI Benimaclet, del que eran propietarios del 37% del suelo. A la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) se pronuncie, en estos momentos es Metrovacesa quien ostenta esta condición, tras unirse junto a otros propietarios minoritarios, y lleva adelante la operación urbanística que prevé la construcción de 1.345 viviendas en los terrenos de este barrio de la ciudad que lindan con la Ronda Nord. Eso sí, desde Urbem subrayan que su porcentaje "nadie se lo va a quitar" y esperan la resolución del conflicto.
