Cerca de 800.000 valencianos afrontan el estado de alarma en viviendas que alcanzan de media los 109,4 m² construidos, aunque en algunos barrios del centro y en las pedanías se superan los 145.
VALÈNCIA. Casi diez días después de que el Resistiré de El Dúo Dinámico comenzara a sonar por los balcones de toda España la Comunitat supera los 1.500 contagios por coronavirus y el medio centenar de fallecidos. Un escenario ante el que las instituciones autonómicas y estatales han intensificado sus mensajes de concienciación ciudadana: “uno mismo se cuida si permanece confinado y sale solo en casos muy concretos que están definidos”, insistía la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, este mismo fin de semana.
Porque no tardó demasiado en hacerse evidente que la obligación de mantenerse en casa, inquebrantable salvo en supuestos de necesidad, se prolongaría más allá de los quince días. Así lo reconoció primero el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, cuando todavía no habían trascurrido 48 horas desde la declaración del estado de alarma, y lo ratificó después el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, tras su última reunión telemática con los presidentes autonómicos. Pero los valencianos, eso sí, afrontan esta crisis sanitaria en viviendas que poseen, de media, un tamaño mayor al de otras grandes ciudades como Madrid y Barcelona, tal y como se desprende de los últimos datos catastrales ofrecidos por los consistorios.
Al contrario de lo que ocurre en esas urbes, la residencia tipo de los valencianos alcanza los 109,4 metros cuadrados construidos, dimensiones que superan también el tamaño medio de las viviendas transmitidas en 2018 (98 m²) según el último anuario del Colegio de Registradores. En esa media local se encuentran distritos como Quatre Carreres, Algirós o Patraix, aunque tal y como sucede con otros indicadores la realidad varía entre las distintas zonas de la ciudad. Existen, por ejemplo, hasta cinco áreas donde las casas superan de media los 120 m², y todas tienen algo en común: o bien son distritos céntricos, en los que se concentran las rentas más altas, o bien pedanías, principalmente del norte y del sur de València.
Del segundo grupo de inmuebles destacan los ubicados en los Pobles del Nord, que pese a constituirse como un distrito extenso cuenta con la densidad de población más baja de la ciudad, con 432 habitantes por kilómetro cuadrado. En este sentido, puede que el paradigma de esta área se encuentre en las pedanías de Carpesa y Mahuella-Tauladella, envueltas por caminos rurales y con viviendas de hasta 170 metros cuadrados de media. Con todo, no es en estos dos lugares donde se encuentran las casas con mayor tamaño medio de toda la ciudad, sino en Massarrojos, que con un promedio de 198 m² se convierte en el barrio con el mayor espacio interior de València.
También en la Punta (Quatre Carreres) y las pedanías que conforman los Pobles del Sud se superan, en la mayoría de los casos, los 130 metros cuadrados, al igual que ocurre en Beniferri (Pobles de l’Oest). Pero no solo es posible encontrar viviendas de grandes dimensiones en la periferia de València, ya que el centro de la ciudad, y más concretamente ciertos barrios de Ciutat Vella y el Pla del Real, albergan inmuebles de tamaños superiores a la media en más de un 35 %.
La razón podría ser sencilla: el valor catastral, que tasa de forma objetiva cada vivienda según criterios de calidad, antigüedad o localización, alcanza allí sus cotas más elevadas y por tanto concentra a las rentas más altas, que llegan a superar de media los 18.300 euros por persona. No obstante, es un barrio de l’Eixample, el Pla del Remei, el que cuenta con las casas de mayor tamaño en el centro de la ciudad, con inmuebles de más de 176 metros cuadrados. Una realidad que confirma que es en los distritos más ricos o más rurales donde se encuentran los espacios más amplios para afrontar un confinamiento.
Todo lo contrario ocurre, en cambio, allí donde el poder adquisitivo se reduce de forma considerable, como en el distrito de l’Olivereta. En esta zona se ubican los barrios de Tres Forques y la Fontsanta, que con una media de 84,9 m² y 83,3 m² son dos de las áreas que cuentan con menor superficie en sus viviendas. De hecho, solo en cuatro barrios de València el tamaño medio de las residencias se encuentra por debajo de los 90 metros cuadrados. Además de en el sudeste, tampoco se alcanzan esas dimensiones en Orriols (86,6 m²), en el distrito de Rascanya, y Ciutat Fallera (88,7 m²), en Benicalap.
Por su parte, otra zona humilde de València como el distrito de los Poblats Marítims concentra también inmuebles de dimensiones reducidas. En esta área próxima a la costa se encuentran, además, algunos de los valores catastrales más bajos de la ciudad, lo que provoca que la tasación de los inmuebles sea cerca de un 25 % inferior a la media, si bien es cierto que solo siete de los 19 distritos que conforman València están por encima del valor catastral medio.
También por debajo del valor medio, aunque en esta ocasión en torno al 15 %, es la tasación de las viviendas del barrio de Tormos, en la Saïdia. Allí, junto a otras área del mismo distrito, como Trinitat o Marxalenes, el tamaño tipo de los inmuebles se encuentra en torno a los 95 metros cuadrados.