VALÈNCIA (EP).La ciudad de València deja de ingresar 56 millones de euros por la inactividad del turismo de cruceros, a raíz de la crisis generada por la pandemia de la covid-19, que ha paralizado muchos sectores económicos, entre ellos, el turístico y ha detenido las llegadas al Puerto.
Según ha informado en un comunicado la Autoridad Portuaria de Valencia, cada crucerista que desembarcó en el Puerto de València (383.000 en el ejercicio consolidado de 2017) realiza un gasto medio de 146,5 euros, lo que propicia una generación de actividad económica de 56 millones de euros, de acuerdo con un estudio sobre el impacto económico que la actividad de los cruceros deja sobre la ciudad y su área de influencia, realizado por la Universitat Politècnica de València (UPV) y dirigido por la Fundación Valenciaport en el marco del proyecto Co-Evolve de la Unión Europea.
El turismo de cruceros permite que haya actividad en comercios, museos o restaurantes y también genera economías en el sector del transporte, del taxi, de la seguridad, y de los servicios portuarios. En el desglose que la UPV realiza se detalla que la comunidad de cruceros genera una cifra de negocio de 25,3 millones de euros.
De ellos, 17,5 corresponden a cruceristas, 7,2 a las empresas implicadas (prácticos, remolcadores, consignatarios, terminal, operadores turísticos o Autoridad Portuaria) y 0,6 millones la tripulación.
A partir de este desembolso inicial, se genera una facturación sobre los sectores económicos valencianos adicional de 30,7 millones de euros, una cifra que resulta del gasto realizado en el comercio, la hostelería, el transporte, servicios culturales o alimentación, entre otros.
Así, la cifra generada por la actividad de cruceros en la ciudad de València y provincia de 56 millones de euros se debe a los 25,3 millones de euros de gasto inicial de la comunidad crucerista, que tiene un efecto multiplicador de 1,21 euros en el entramado productivo valenciano de 30,7 millones de euros.
Según el estudio, la actividad de los cruceros que llegan al Puerto de València crea 637 puestos de trabajo en los sectores económicos de la ciudad, principalmente, en la hostelería, el comercio, el transporte o servicios culturales y recreativos.
El crucerista que visita la provincia de Valencia es el de una persona amante de la gastronomía, la artesanía, el medio ambiente y las singularidades de la vida valenciana, "unas preferencias que encuentra en la Comunitat Valenciana, lejos de cualquier tipo de saturación, como ya sucede en algunos destinos", según detalla la APV.
Los datos del informe señalan que la gran mayoría de los visitantes proceden de Europa: en concreto el 19,3 por ciento de Italia; el 19% de Alemania; el 17,9% de Inglaterra y el 10,6% de Francia. Entre los países de fuera del viejo continente, destaca el 10,2% de turistas que llegan desde Estados Unidos.
La duración media de la estancia de estos visitantes en València es de 4,1 horas para los cruceristas con alguna excursión contratada y de 4,7 horas para los que desembarcan sin visita guiada desde el barco.
El turista de cruceros que hace escala en València es una persona de 52 años de edad media. Por grupo de edad, el 37,9% son mayores de 60 años; el 33,2%, entre 41 y 60 años; el 15,4%, con edades comprendidas entre los 21 y 40 años y menores de 20 son el 13,6%. Por lo que respecta al género, un 52,4% son mujeres y un 47,4% hombres.
A pesar de la parada en la actividad crucerista, desde la APV se está trabajando de forma coordinada junto al sector (navieras, tour operadores, mercados emisores e instituciones públicas) en un "turismo seguro" que permita garantizar la calidad propia de la oferta valenciana, con "estrictos protocolos de seguridad y nuevas rutas que diversifiquen la oferta de excursiones de los buques atracados en València para prepararse a la nueva normalidad y recibir a los cruceristas que lleguen al Puerto cuando las distintas administraciones den la autorización a estas operaciones".
Además de a los "exigentes protocolos" establecidos por las navieras para aumentar la seguridad del destino, pasajeros y tripulación, la APV y la comunidad crucerista han elaborado una oferta turística diversificada dentro de la ciudad y sus alrededores con excursiones "burbuja" para cuando el Gobierno central autorice la llegada de cruceros.
Estos protocolos establecen excursiones exclusivamente guiadas, sin posibilidad del pasajero de bajar al destino por su cuenta, grupos reducidos y más experiencias al aire libre, entre otros.
Entre las novedades de Valenciaport para el sector se encuentra la nueva terminal de Pasajeros del Puerto de València, unas instalaciones que han incorporado las mejoras ambientales que en su día propuso el Ayuntamiento de València y que conllevarán una importante inversión en unas instalaciones que ocuparán aproximadamente 100.000 m2. La nueva estación de pasajeros estará destinada tanto a líneas regulares de ferris como a cruceros.
El proyecto garantiza que el 100% de la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de la terminal se producirá en las propias instalaciones, y será de origen renovable, funcionará con cero emisiones contaminantes y apostará por la economía circular.
La instalación apuesta también por una notable reducción de ruidos ya que todas las líneas de atraques estarán equipadas técnicamente para poder suministrar conexión eléctrica a los buques, facilitando así parar sus motores y sus emisiones cuando estén de visita en València.